Tres grandes reformas tienen lugar en el Congreso de la Unión, que están marcando la agenda legislativa de este fin de año. Una es la educativa, donde se están discutiendo las leyes secundarias, no sin sobresaltos, sobre todo debido a la beligerancia de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que busca, en el fondo, mantener sus cotos de poder. La otra es la despenalización de la mariguana para fines lúdicos, un tema en el que parece no hay reversa pero que enfrenta todavía los atavismos de muchos sectores, incluso al interior de las fuerzas que gobiernan. El otro tema es el de la ley de Amnistía propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lea: Despenalizar drogas, el cascabel y el gato https://bit.ly/2kQptk3

Nunca se entendió bien a bien qué quería decir AMLO durante la campaña presidencial, cuando hablaba de una amnistía con el fin de pacificar al país. No éramos —ni somos—la Colombia con una guerrilla que tenía más de 50 años, ni la Sudáfrica del fin del apartheid, pero prometía una amnistía. Sus detractores trataron de capitalizar lo que llamaban “una puntada más del candidato”, pero lo cierto es que no había claridad de su planteamiento. Hace unas semanas, por fin, presentó ante el Congreso su Ley de Amnistía. Nada que ver con aquello.

Lo que el Presidente propone es darle la libertad a personas que purgan una condena por delitos menores, a presos “políticos”, a mujeres que están en la cárcel por el delito de abortar, a indígenas que no tuvieron acceso a juicios en sus lenguas originarias, a sembradores de mariguana y amapola para sobrevivir en sus regiones —no a los grandes narcos—y, en general, a quienes no gozaron de una defensa digna por falta de recursos económicos. El abanico se hará más amplio en algunos casos durante la discusión de la iniciativa en las cámaras, y más angosto en otros temas. No están consideradas para este beneficio personas ligadas a hechos de sangre, homicidios, robo con violencia, violaciones, tratantes de personas, presos ligados a la desaparición forzada…

En sí, la propuesta de amnistía de AMLO encaja en ese perfil del que está queriendo dotar a su Cuarta Transformación, relacionado con la justicia social. Todo el mundo sabe que buena parte de la población penitenciaria del país está allí por delitos menores, porque no pudieron defenderse y en muchos casos porque son inocentes. Quedarán a la reglamentación los mecanismos para determinar quiénes sí y quiénes no gozarán de la libertad a partir de que se apruebe esta ley y qué seguimiento se les dará para que se cumpla uno de los propósitos centrales, que es su reinserción a la sociedad y a la vida productiva, sobre todo en el caso de los jóvenes. También, para una segunda etapa, se esperarían leyes locales en la materia para que puedan aplicarse beneficios similares en los estados, porque, además, muchas de las sentencias que pueden revisarse serían por delitos del fuero común.

En cuanto a la Ley General de Educación aprobada por la Cámara de Diputados el jueves pasado, ésta entierra la reforma de Enrique Peña Nieto —lo cual era decisión tomada por el ahora Presidente desde su campaña—, con lo cual se eliminan las evaluaciones a los maestros pero se instaura un organismo para la “mejora continua” del magisterio. Por la madrugada del viernes se aprobó la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, que implica que los egresados de las escuelas normales tendrán su plaza automática, lo cual me parece sano en un escenario donde estas escuelas tendrían que someterse a procesos académicos más rigurosos. Pero también establece que la SEP instalaría mesas de diálogo con las organizaciones sindicales para, junto con ellas, decidir a quiénes se otorgarían las plazas. Y es aquí donde la CNTE seguiría manteniendo formas orgánicas de control, lo cual no necesariamente abonaría a la profesionalización del sistema educativo.

En cuanto a la legalización de la cannabis, el gran reto será, sin duda, la regulación del mercado, quiénes producen, cómo, en qué cantidades, dónde y con qué reglas se expenden sus derivados —porque de inmediato nacerán empresas que quieran producir decenas de artículos con las sustancias de la mariguana. Pero la nave va, y esperemos que llegue a buen puerto.

Bola y cadena
UNO DE LOS PROPÓSITOS DE LEGALIZAR la cannabis es que resulten beneficiados en primer lugar los productores tradicionales en las zonas montañosas del país, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Michoacán, Guerrero…—, sin embargo, tanto los tiburones de la droga como políticos retirados o empresarios ya estén contemplando entrarle al negocio en gran escala. Por lo pronto, sabemos que en Sinaloa se han estado comprando grandes extensiones de tierra agreste pero que sería beneficiada con las obras hidráulicas en puerta. El objetivo: la cannabis.

Sentido contrario
RESPECTO A SU ESTRATEGIA DE SEGURIDAD, hay cosas que el Presidente no podrá controlar y una de ellas es la existencia de comandos de exterminio contra la delincuencia organizada. Su incidencia se ha visto en muchas entidades, está documentada. El caso más reciente —agosto pasado—es el supuesto enfrentamiento en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde murieron ocho presuntos delincuentes, entre ellos cinco hombre y tres mujeres. Todo indica que fue un montaje con la participación de policías estatales y miembros del Ejército.

Humo negro
LA COMPARECENCIA DEL ALCALDE de Culiacán ante el Congreso del Estado tendrá que servir para deslindar responsabilidades respecto a la muerte de la joven Alejandra Terrazas, pero también respecto a la compra de equipo por parte de la administración pasada, que no funciona y que fue adquirido a precios inflados.

Columna publicada el 22 de septiembre de 2019 en la edición 869 del semanario Ríodoce.