Por tercera ocasión en menos de un mes, unos mil migrantes africanos, asiáticos, haitianos y cubanos se amotinaron en el albergue temporal la Feria Mesoamericana de Tapachula, Chiapas, habilitado como extensión de la Estación Siglo XXI para desahogar el hacinamiento.
Los migrantes, que intentaron escapar del albergue provisional, denunciaron que ese sitio es una “prisión”, donde permanecen incomunicados con el exterior y las autoridades no escuchan sus reclamos, de acuerdo a la agencia Apro
La nueva rebelión provocó la movilización de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), policías federales, Ejército y Marina, así como de la Guardia Nacional, quienes tomaron el control de los accesos de la Feria Mesoamericana.
Los migrantes señalaron que se encuentran en unas cinco galeras dentro de esas instalaciones, que les hace falta comida, atención médica, pero sobre todo denunciaron que permanecen incomunicados con sus familiares.
Indicaron que antes de ser ingresados a ese lugar, les quitaron sus teléfonos celulares y sus pasaportes, como una forma de retenerlos.
Demandaron a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) agilizar sus peticiones para obtener su condición de refugiados y poder ser liberados de ese encierro en el que se encuentran.
Este es el tercer amotinamiento que se registra en ese centro de detención de migrantes: el primero fue el 9 de junio y el segundo el 18 de junio pasado.
Desde ayer estuvo en esta entidad, Francisco Garduño, comisionado del INM, para inspeccionar las condiciones de los migrantes en las Estaciones Migratorias de Tuxtla, Tapachula, Comitán y Palenque., así como los “albergues” habilitados.