“Yo entregaré en sus manos a mi esposo este documento”, dijo Beatriz Gutiérrez
La historiadora Beatriz Gutiérrez Müller vino a anunciar el rescate de la memoria histórica y cultural de México, cuando la abordó un grupo de mujeres desplazadas por la violencia, para que intercediera por ellas entregando una carta a AMLO donde le piden apoyo urgente para la construcción de viviendas.
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“Comente este problema de mujeres desplazadas con nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador”, suplican a la esposa del primer mandatario.
“La información de primera mano y en voz de su persona, agregan, tan sensible como preocupada por los problemas que vive México, seguramente ayudará para que las medidas de alivio y esperanza que hoy demandan los desplazados, encuentren el destino esperado”.
El 12 de junio, afuera del Teatro Ángela Peralta, a la esposa de AMLO, antes de pronunciar su discurso en su calidad de presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinadora Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, sobre el rescate de los archivos municipales de Sinaloa, le salieron al paso las angustiadas mujeres necesitadas de viviendas.
Cabe recordar que la hemeroteca del Archivo Municipal de Mazatlán, guarda memoria de que las autoridades estatales, federales y municipales ya tienen conocimiento de la problemática de las familias desplazadas por la violencia en la zona serrana del sur de Sinaloa.
En los periódicos que alberga dicho archivo municipal, está consignada la misiva en la que los desplazados, empujados por la indiferencia de las autoridades mencionadas ante el fenómeno de la violencia, claman ayuda a organismos nacionales y mundiales de derechos humanos.
La carta
Las mujeres que lograron despertar la empatía de Beatriz Gutiérrez Müller —quien les prometió que entregaría la carta a su esposo Andrés Manuel López Obrador— aseguran que es con el fin de poner en sus manos la información sobre los problemas que padece la población desplazada.
“Principalmente los niños, las mujeres madres de familia, las personas discapacitadas, los pacientes con enfermedades crónicas y adultos mayores”, comentan.
“¿Por qué ocurrimos ante usted sabiendo que no ocupa ningún cargo en la administración pública?”, se preguntan las mujeres desplazadas en la carta puesta en las manos de Gutiérrez Müller.
Las mismas damnificadas por la violencia responden a su interrogante al afirmar que la consideran “una distinguida dama que ha puesto digna distancia al entorno del poder que la rodea y porque su sensibilidad ante los problemas que sufren los sectores y grupos sociales más vulnerables del país va más allá de la atención académica”.
Documentan que desde 2009 a la fecha, la violencia en distintas zonas de Sinaloa desplaza a alrededor de 40 mil personas de sus lugares de origen, abandonando querencias, casas, tierras, animales y difuntos.
Mencionan que según consta en el censo de la Secretaría de Desarrollo Social, del Gobierno del Estado, mediante la perseverancia y la organización se ha consolidado una asociación de mil 800 familias desplazadas del norte, centro y sur del estado.
En el documento aseguran que la violencia es incesante en el municipio de El Rosario, en la zona sur de Sinaloa, donde zozobran las comunidades de La Rastra y Matatán, forzando a varias familias a bajar a la cabecera municipal o marchar hasta el puerto de Mazatlán.
“A pesar de que ya tenemos una década padeciendo el fenómeno del desplazamiento, no hay una política pública del gobierno federal hacia este serio problema”, lamentan.
Sostienen que la ONU considera en sus Principios Rectores que los Estados tienen la responsabilidad de atender los desplazamientos internos, pero el Estado mexicano carece de una política al respecto, mientras que los gobiernos locales, añaden, dan respuesta lenta y limitada de carácter asistencial, son los gobiernos municipales los que de manera voluntaria o forzada han tenido que responde a la crisis del problema. “Señalaremos como una excepción que el Congreso del Estado de Sinaloa acordó un fondo para desplazados que debe aplicarse este año fiscal”, aclaran.
Argumentan que “(falta) trabajo, apoyos para proyectos productivos, viviendas (pues muchos sobrevivimos pagando renta, arrimados con familiares o en condiciones donde el decoro no es posible), atención a la salud, educación y seguridad”, enfatizan.
El documento entregado por el grupo de mujeres encabezado por Karla Guadalupe Rojas Valenzuela y María de los Ángeles Patrón Bueno a la esposa de AMLO, casi coincidía con el 14 de junio, vencimiento del plazo prometido por Álvaro Ruelas, otrora secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, para designarles los terrenos para la construcción de las viviendas.
“Sólo queremos que nos den seguimiento al acuerdo que ya había tomado Álvaro Ruelas con nosotros, este nuevo secretario (Ricardo Madrid) que acaban de cambiar, tenemos hasta el 14 de junio, que nos designen los terrenos y que no se retrase con el cambio el acuerdo que ya había”, dijo María de los Ángeles Patrón, desplazada de la sierra de Concordia.
Artículo publicado el 16 de junio de 2019 en la edición 855 del semanario Ríodoce.
