Mucho se está especulando sobre quién pudiera ser el empresario local guasavense que se quede al frente de los Algodoneros, más allá de la dupla que están haciendo Sebastián Sandoval y Gabriel Low en la operación del equipo.
Recordar que Guadalupe Miranda optó por hacerse a un lado cuando surgió lo del cobro de la franquicia y ahora están viendo como candidato natural al guasavense Francisco Ochoa, el fundador de la franquicia El Pollo Loco que tanto éxito ha tenido, no sólo en México, sino también en Estados Unidos al grado de que cuenta con 400 sucursales y su primer restaurante en EU data desde el 8 de diciembre de 1980 en Los Ángeles, donde uno de sus empleados llegó a ser el ahora célebre actor de Hollywood, Brad Pitt, quien hizo labores de botarga a sus 17 años de edad.
Francisco Ochoa, quien ya tiene su lugar en el Paseo de las Estrellas de Las Vegas, Nevada, es un empresario acaudalado que tiene para adquirir sin problema alguno al Club Algodoneros, pero es muy probable que no lo haga por una sencilla razón: Se mantiene leal al proyecto que le presentó originalmente su amigo Guadalupe Miranda para hacer una sociedad al frente del Club Algodoneros y en la cual también consideraban al norteamericano Peter Guber.
A don Pancho Ochoa —como le llaman sus más allegados—, lo conocí el pasado mes de febrero en Monterrey durante una cena la noche previa a la inauguración del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
De trato sencillo y agradable, rodeado por dos hermanos menores y uno de sus hijos, Ochoa nos contó cómo fue qué abrió su primera pollería en Guasave (1975) sin imaginar los alcances que tendría y la charla también giró en torno a los Algodoneros de aquella época en los 70, cuando ganaron su único campeonato bajo el mando de Vinicio García y con un roster en el cual destacaban dos jugadores locales: Arnoldo Kiko Castro y Miguelillo Suárez, desafortunadamente ambos ya fallecidos.
Por lo pronto su nombre se sigue manejando con fuerza, aunque a estas alturas no se descarta la probable participación de Alfredo Harp, quien hace unas semanas dijo que sólo apoyaría con la remodelación del Estadio ‘Francisco Carranza Limón’ y el pasado martes aparecieron en la selección de jugadores de Guasave dos de sus hombres de mayor confianza con los Diablos Rojos: Miguel Ojeda y Francisco Minjárez.
ROLETAZOS:
*NADIE NOS ha podido argumentar cuál fue la razón por la que Algodoneros de Guasave no tomó como su primera selección del Draft de expansión de la LMP al receptor, José Heberto Félix. Nativo de dicha ciudad, se trata de uno de los mejores catchers defensivos de la actualidad y pudo haber sido el único sobreviviente de aquel último roster de los Algodoneros que Jaime Castro decidió mudar para Jalisco de cara a la temporada 2014-15, sin olvidar que fue el receptor de los 18 innings en aquel triunfo de las coronación de los Yaquis de Cd. Obregón sobre Leones del Escogido en la Serie del Caribe Hermosillo 2013.
*EL PELOTERO de 30 años de edad tiene la experiencia de haber jugado en Triple A de los Rangers de Texas y actualmente es una de las razones por la cual Pericos de Puebla está peleando el liderato de la Zona Sur con el buen manejo del pitcheo. Guasave optó mejor por el receptor Arturo Rodríguez, más reconocido por su bateo que por sus labores detrás de home y curiosamente es nativo de Monterrey, mientras los Sultanes se quedaron con José Heberto. El mundo al revés.
*QUE LA LMB no sea invitada a los eventos oficiales de Grandes Ligas en México, es algo extraño porque finalmente son parte del beisbol organizado. Viene a colación porque ayer hubo conferencia de prensa en la Ciudad de México para anunciar un programa conjunto de MLB con PROBEIS y de hecho estuvo uno de los dueños de Franklin, pero nadie asistió de la Liga Mexicana.
*UNO ESPERARÍA que el beisbol mexicano estuviera unido y trabajara de forma cohesionada, sobre todo ahora que fluye un apoyo directo e histórico desde el Gobierno Federal. Se suponía que aquellos encontronazos entre Alonso Pérez y Roberto Mansur eran parte de la historia y el folklor, pero ahora existen nuevas rivalidades y egos que sólo dividen el desarrollo de la pelota nacional. Luego abundaremos.
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Columna publicada el 26 de mayo de 2019 en la edición 852 del semanario Ríodoce.
