Vicente Zambada Niebla solo necesitará un poco más de paciencia, está más cerca que nunca de la libertad. La espera de la sentencia por el delito de conspiración para tráfico de sustancias ilícitas, podría ser el principio del fin de su encierro que cumple una década. Esta semana el juez Ruben Castillo, en Chicago, decidirá su condena, que muy seguramente no será cadena perpetua como originalmente se esperaba, sino solo 17 años —o menos, quizás apenas 14— como solicitó el Fiscal John R. Lausch. Tomando en cuenta que cumplió diez, solo le restarían siete. Y aun esos siete podrían reducirse de nuevo, hay otros muchos casos de condenas similares donde obtienen reducciones de las reducciones, y además todavía puede restar más tiempo si demuestra buen comportamiento.
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Por solo seis días a Vicente Zambada no lo capturaron en su cumpleaños 34 en 2009, en Ciudad de México. Dentro de la organización que encabezaba su padre, Ismael el Mayo Zambada, Vicente era el heredero natural y conocía como nadie la red de relaciones para mantener el imperio. En aquel momento el gobierno de Felipe Calderón lo presentó como una detención de peso: “tenía el control operativo, de logística y de seguridad para el grupo delictivo”, dijeron en el comunicado oficial en la PGR.
El hijo del Mayo fue capturado cuando el gobierno de Calderón era señalado por favorecer a la organización Sinaloa, y supuestamente solo perseguir al resto de organizaciones que se repartían el territorio mexicano. Son los tiempos también donde las narco-mantas se convirtieron en el canal de comunicación criminal, hasta que la gran mayoría de los medios tradicionales dejaron de difundirlas. Unos meses antes de la captura de Vicente, también habían detenido al hermano de Ismael, al Rey Zambada.
Un año antes se había desatado la guerra fratricida en la Organización Sinaloa, los apellidos que se fueron uniendo por negocios, amistad y matrimonios, ahora estaban enfrentados. Los Guzmán, Beltrán Leyva, Zambada, estaban en una pelea que convirtió ese 2008 y los tres años siguientes en los más violentos de la historia reciente de México —otras muchas guerras volverían a 2018 un año histórico en homicidios. Con esa realidad, el hijo de Ismael Zambada estaría más seguro en la cárcel, y después en otra prisión de los Estados Unidos, que en medio de la guerra que libraban su padre y sus socios.
Muy poco tiempo estuvo detenido en México Vicente Zambada, al año siguiente, en 2010, fue enviado a la corte de Chicago que lo reclamaba, inició así un juicio largo que ahora está por llegar a su fin con la sentencia.
Vicentillo, como era apodado el hijo varón de Ismael y Rosario Niebla, estaba en la mira del gobierno americano desde 2007. En mayo de ese año el Departamento del Tesoro lo incluyó en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros —OFAC— junto a sus cuatro hermanas y su madre, además de una red de empresas como constructoras, un establo, una guardería y la compañía lechera.
Margen de error
(Bueno y malo) La investigación de los Estados Unidos establece el inicio de Vicente Zambada en los negocios de su padre cuando tenía apenas 21 años. Al menos eso le explica el Fiscal Lausch al juez Castillo en un documento donde establece la hoja delictiva de Zambada Niebla, pero también su colaboración como testigo protegido que hasta declaró contra Joaquín Guzmán.
Sobre la actividad criminal de Vicente Zambada dice el Fiscal:
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“Aproximadamente entre 1996 y 2008 el acusado supervisó cargamentos de droga masivos por centro y Sudamérica hacia México y luego a Estados Unidos, y también supervisó el traslado de las ganancias de la venta de estas drogas a México. Pero adicionalmente, él también a veces servía como consejero clave de su padre y estuvo involucrado en la toma de decisiones importantes para el Cártel, incluyendo decisiones relacionadas a seguridad y violencia”, señala el documento.
Sobre su cooperación dice el Fiscal:
Que describió “claramente la culpabilidad criminal de su propio padre”, testificó contra “dos de los más importantes narcotraficantes que han enfrentado cargos en Estados Unidos”, y por eso concluye: “La cooperación incomparable del acusado con el gobierno compensa suficientemente su considerable culpabilidad hasta tal grado que el gobierno recomienda a esta Corte le imponga una sentencia de 17 años de prisión.”
Primera cita
(Juego) Las disputas por el trono en el mundo de la delincuencia son tan sangrientas y costosas como en cualquier otro juego de poder. Según el Fiscal Vicente Zambada no podrá regresar al negocio de las drogas una vez que logre su libertad. Asegura que corre peligro su vida, “sería asesinado sin la protección del gobierno de Estados Unidos. Este peligro real que lo amenaza a él y a su familia hace imposible su regreso al tráfico de drogas”.
Deatrasalante
(Entrevista) En abril de 2010 la revista Proceso publicó en portada una fotografía de su director fundador, don Julio Scherer, con las dos manos en los bolsillos del pantalón, un par de plumas en la bolsa frontal de la camisa y una mano que le sujeta el hombro derecho. A su lado, el de la mano, es Ismael Zambada García, el periodista logró entrar a su guarida. El Mayo luce altivo, con una gorra que le queda chica, perfectamente afeitado, con una camisa polo de papá en domingo.
Es hasta ahora la única entrevista del hombre que más tiempo lleva dentro del negocio ilícito de drogas en México. Es al mismo tiempo el padre de Vicente Zambada, de quien aquella vez dijo que no hablaría de él. “Lo lloro”, le dijo a Scherer (PUNTO)
Columna publicada el 27 de mayo de 2019 en la edición 852 del semanario Ríodoce.
