En revisiones financieras aplicadas por la Auditoría Superior del Estado en 2017, tanto la Secretaría de Seguridad Pública como el Penal de Aguaruto salieron muy mal librados. Las principales irregularidades detectadas fueron los pagos a proveedores en efectivo y sin factura; los pagos de honorarios, apoyos extraordinarios, complementos de sueldos y compensaciones al personal sin respaldo ni control; cotizaciones y facturas falsas, gastos sin autorización de material eléctrico, limpieza, reparación de vehículos, hospedaje… hasta la compra de butacas en el estadio Los Tomateros y el ocultamiento de casi 18 millones de pesos de la venta de abarrotes, agua, cuotas e ingresos de talleres en el penal

Deficiencias importantes en la cuenta pública de 2017 encontró la Auditoría Superior del Estado (ASE) al revisar al Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito Culiacán (CECJUDE), hoy Centro Penitenciario “Aguaruto”. Lo mismo ocurrió al hacer la auditoría financiera a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), en donde se encontró incumplimiento a disposiciones legales y normativas.

Lea: Revela la ASF las cuentas sucias de Quirino Ordaz https://bit.ly/2UadJFl

Entre las múltiples debilidades de la institución, que provocó que la ASE calificara al CECJUDE como una  institución incumplida con las disposiciones legales en la materia, destaca que para sus diferentes ingresos no emitió comprobantes fiscales electrónicos y prevalecieron los pagos en efectivo, sumado a la presunción de existencia de facturas apócrifas para respaldar los gastos.

Los auditores de la ASE reportaron en su informe que el CECJUDE no contaba, al momento de la revisión, con manuales de organización y operación para el manejo de recursos propios, lo que derivó en carencia de normatividad para el otorgamiento de viáticos, y el inexistente control del gasto de combustible.

Dentro de los ingresos registrados están 17 millones 761 mil pesos que la institución obtuvo por concepto de venta de abarrotes, agua, cuotas e ingresos de talleres, pero que no fueron reportadas al gobierno estatal para su integración a la cuenta pública. La ASE detectó que los ingresos fueron registrados en términos contables, pero no depositados a la cuenta del Banco Mercantil del Norte, S.A., (BANORTE), utilizado por el CECJUDE para el manejo de recursos.

En cuanto a los gastos, la auditoría encontró que las pólizas de gastos como la compra de material eléctrico con montos que van de los 40 a 90 mil pesos;  material de limpieza con pagos que van de los 13 mil a los 14 mil pesos; reparación de vehículos, por los que se pagó entre 8 mil y 16 mil pesos; así como de hospedaje por 27 mil pesos; además de la compra de un sistema de venta para el área de tienda por 44 mil pesos, no están autorizados con la firma de algún funcionario responsable.

La falta de un control adecuado en la documentación, señala la ASE, derivó que se encontraran facturas fiscales, las cuales están canceladas ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), para comprobar gastos de medicinas y material de curación.

Entre otros de los egresos observados por la ASE, está el pago de 413 mil pesos al proveedor P&P Soluciones para Oficina, S.A. de C.V., por el de pago de facturas por compra de medicinas y reactivos para laboratorio.

“Las operaciones antes señaladas son presumiblemente apócrifas”, señala en su informe la ASE porque el domicilio del proveedor fue desocupado cuando solicitaron por escrito a la empresa ampliar la información.

En las mismas inconsistencias contables que presumen tratarse de operaciones apócrifas, la ASE encontró un pago por 56 mil pesos por un portón de acceso blindado hecho con placa de acero, pero cuando los auditores acudieron a las oficinas del proveedor, asentados en los datos fiscales que se tenían en el CECJUDE, encontraron solamente un domicilio particular desocupado.

Otra operación similar fue el pago de 22 mil pesos para realizar diversos trabajos de albañilería, electricidad y acabados para rehabilitación de caseta de acceso al penal a cargo de Construcciones Neylan, S.A.  C.V., sin embargo, no se encontró documentación que justifique los trabajos. Los auditores tampoco encontraron el domicilio del proveedor, asentado en el comprobante fiscal, porque la calle registrada en el fraccionamiento Chulavista es inexistente.

Un pago más por concepto de la compra de material de construcción se contabilizó a nombre de la empresa Serdi S.A. de C.V., por 14 mil 080 pesos, pero se detectó que la facturas electrónicas encontradas en los archivos de CECJUDE no cuentan con folio fiscal, certificado del Servicio de Administración Tributaria (SAT), sello digital, cadena original, fecha y hora de certificación.

En las revisiones, los auditores detectaron que en la mayoría de la pólizas de egresos del CECJUDE omitieron anexar cotización de cuando menos tres proveedores. A esto se suma que los pagos incorrectamente fueron contabilizados en la cuenta de Eventos y Festejos, debiendo ser en la Mantenimiento de Edificio; además que fueron pagados en efectivo.

Lea: La ASE encuentra mal uso de 498 mdp por parte del estado y ayuntamientos en 2017 https://bit.ly/2TiPEPx

Otros recibos por mantenimiento del edificio están amparados en un comprobante realizado en una simple hoja blanca sin contar con una factura fiscal electrónica.

Entre las diversas anomalías está también la compra de un par de pantallas de 58 pulgadas con un costo de 12 mil 999 pesos cada una, que fueron cargadas a la contabilidad de mantenimiento de edificio, cuando debió registrarse en las cuentas de activos. La compra se realizó en efectivo y no se elaboró ningún resguardo del equipo.

En lo referente a viáticos, la ASE encontró también deficiencias al omitirse en los archivos los oficios de comisión en la que se señale a la persona comisionada y el motivo de la comisión, además de los comprobantes fiscales.

Entre los múltiples casos fuera de la normatividad, donde prevalece el manejo de pagos en efectivo, está la otorgación de compensación al personal, por un monto global de 571 mil pesos, cuyo pago solo está respaldado con una hoja blanca, situación que no está permitida, además de que se omite el pago de impuestos.

Por honorarios también se contabilizaron pagos por un total de 359 mil pesos por concepto de servicios prestados en el área médica, apoyos extraordinarios, complementos de sueldos y compensación, amparados también solamente en recibos elaborados en hoja blanca simple.

En material de combustible y lubricantes, tampoco hay normatividad. No existe bitácora de combustible, ni opera una sistema de entrega de vales y generalmente se pagaron en efectivo como reposición de gasto.

Butacas exclusivas para el beisbol

La Secretaría de Seguridad Pública usó su presupuesto para la compra de carnet de butacas de beisbol en el estadio Los Tomateros (Promotora de Deportes y Espectáculos, S.A  de C.V.) con un costo de 60 mil 833 pesos, así como el pago de 100 mil pesos por honorarios médicos por cuatro cirugías de cataratas.

La ASE advirtió que esos gastos registrados no forman parte de la actividades propias de esta Secretaría, además que el expediente no presenta documentación justificativa que los respalde.

Al hacer la auditoría, la ASE detectó que para pretender cumplir la normatividad de contar con al menos tres proveedores al momento de decidir un gasto, la SSP, justificó la compra con cotizaciones de proveedores cuyas firmas no aparecen en los presuntos presupuestos para la adquisición de llantas y para el mantenimiento de equipo aeronáutico.

En la revisión se encontró que detectan pagos a favor del proveedor Rafael Cuadras Camacho por concepto de alimentos para internos del penal de Angostura, por un  importe de 582 mil718 pesos, pero el monto fue cargado a la cuenta de diversos gastos de oficina. En el expediente no se encontró que hubiese las tres cotizaciones reglamentarias.

La ASE registra que se trata presumiblemente de una operación apócrifa, ya que adicionalmente se trató de ubicar físicamente al proveedor en la colonia Las Huertas, como señala la factura fiscal, pero los auditores detectaron que el domicilio no se localizó, además que la cédula de identificación fiscal no está actualizada.

Durante la auditoría se encontró que la SSP en 2017 gastó un total de 6 millones 505 mil pesos para viáticos a personal administrativo bajo el concepto de operativos especiales, pero omitieron la presentación de comprobantes fiscales digitales que amparen los gastos.

En los registros internos de la SSP a los viáticos se les agregó la leyenda “por su confidencialidad no serán comprobables dichos viáticos”. Sin embargo, la ASE observó ese gasto porque consideró que omitía la normatividad de la Ley de Contabilidad Gubernamental y las medidas de disciplina del gasto en el ejercicio presupuestal, así como para el uso ordenado, eficiente y transparente de los recursos públicos.

En total la SSP gastó por concepto de viáticos un total de 18 millones 474 mil pesos.

En el apartado adicional de viáticos y pasajes, la SSP ejerció un presupuesto por un millón 584 mil pesos. En la revisión la ASE encontró múltiples casos en los que los oficios de comisión no coincidían con los lugares y fechas registrados con los comprobantes digitales fiscales, incluso otro fueron expedidos en la ciudad de Culiacán, por lo cual no debiesen haberse considerado.

Un ejemplo de los casos señalados por la ASE son los viáticos otorgados al piloto Mauricio Camarena Delgado por 6 mil 260 pesos con motivo de una comisión a la ciudad de Acapulco del 27 al 30 de marzo de 2017 para la transportación de funcionarios. Sin embargo, los comprobantes fiscales entregados fueron emitidos por restaurantes de Culiacán: Sushi Factory y Farallón, y con fechas del 20 y 18 de marzo.

Los informes de la SSP y del CECJUDE están actualmente en la revisión por la Comisión de Fiscalización. Independientemente de la aprobación que deberá emitir el Congreso del Estado, la ASE advierte que no suspenderá el trámite de las acciones que pudiese promover por la deficiencias e irregularidades encontradas durante la auditoría.

Artículo publicado el 17 de marzo de 2019 en la edición 842 del semanario Ríodoce.