DIF y Salud, incumplidos en 2017
En opinión de la Auditoría Superior del Estado (ASE), en el primer año de gobierno de Quirino Ordaz Coppel, la Secretaría de Salud cumplió de manera deficiente el programa presupuestario para vacunación; en tanto DIF Sinaloa fue calificado con un desempeño regular en sus programas de entrega de despensas y desayunos escolares.
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De acuerdo con los datos contenidos en el informe individual de la auditoría al desempeño al año fiscal de 2017, la Secretaría de Salud en el programa de vacunación no alcanzó la totalidad de las metas establecidas, no realizó el total de supervisiones programadas, realizó un diseño inadecuado del programa y no remitió a la ASE la información fiscal comprobatoria de los insumos recibidos para el programa, entre otras inconsistencias.
Por su parte, los programas de asistencia social de DIF Sinaloa, dedicados a entrega de despensas y desayunos escolares, incumplieron durante 2017 los requisitos que debiesen haber seguido para seleccionar a la población beneficiaria.
Entre las inconsistencias encontradas destaca que DIF Sinaloa no elaboró un diagnóstico estatal de las comunidades que requerían asistencia alimentaria, por lo que no pudo comprobar que los recursos de 10 programas de asistencia social fueron orientados a la población más vulnerable.
En cuanto a los requisitos que deberían tener los beneficiarios de los programas, según las reglas de operación, en siete de los 10 programas de DIF no se cumplieron, además que no se proporcionó orientación alimentaria en tres de los 10 programas, reportó la ASE.
“No se pudo confirmar que el total de comunidades atendidas requerían asistencia alimentaria y que la focalización del recurso se orientó hacia la población más vulnerable”, señaló la ASE en su dictamen.
Vacuna vs ineficiencia
Por las deficiencias encontrada por parte de los auditores, la ASE emitió, al concluir una auditoría al desempeño, un total de 36 recomendaciones al Programa de Vacunación operado por la Secretaría de Salud.
En el dictamen emitido por la ASE se indicó que el Programa de Vacunación no integró y generó los registros contables, auxiliares, presupuestarios y patrimoniales de las operaciones realizadas con los recursos federales. Tampoco acreditó haber reintegrado los rendimientos financieros a la Tesorería de la Federación, ni tampoco presentó la documentación de índole fiscal de los insumos recibidos.
Dentro de las obligaciones para operar el Programa de Vacunación en Sinaloa, solamente existió evidencia de la conformación del Consejo Municipal de Vacunación en Ahome, pero no en los 17 municipios restantes.
El 25 por ciento de los municipios reportó que no les notificó con el tiempo establecido y el 70 por ciento no contó con los formatos requeridos para la integración de los consejos.
Entre otras deficiencias, la ASE encontró un inadecuado diseño de la matriz de indicadores para resultados y no evidenció tener bien implementado su sistema de control interno. Junto a esto, la Secretaría de Salud no acreditó la difusión de las campañas intensivas de vacunación.
Dado que el Programa de Vacunación es una política pública que protege la salud de la población, la ASE recomendó a la Secretaría de Salud se enfoque en la elaboración de censos nominales por unidad médica que apoyen el seguimiento del avance en coberturas y dosis aplicadas para la evaluación mensual de las metas o, en su caso para la operación de medidas correctivas para los siguientes años.
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El Programa de Vacunación auditado está orientado a la aplicación de vacunas a niños menores de un año de edad.
De acuerdo a los resultados de la auditoría, solamente se logró alcanzar el 70 por ciento de los esquemas completos de vacunación a los niños menores de un año, aun cuando la meta era cubrir al menos al 90 por ciento de la población objetivo.
Mientras que en los indicadores relacionados con la cobertura de vacunas en menores de un año y niños de un año, en 2017 sólo se alcanzó el 63.4 en niños menores de un año y el 76.3 niños de un año, y de 74 por ciento en niños de 6 años.
En sus observaciones, la ASE señaló a la Secretaría de Salud de haber incumplido las metas estatales establecidas en el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, que estableció las metas de cobertura que debiese aplicarse: Menores de un año (90 por ciento), y 95 por ciento para un año y 6 años.
La ASE encontró que en el caso de los niños de 4 años, la Secretaría de Salud completó el 112.7 por ciento de los esquemas que le fueron asignados para su atención en 2017, aun cuando la meta era cubrir el 95 por ciento.
La ASE reportó que la meta de supervisión interna del programa fue deficiente, ya que sólo se encontraron documentos que evidenciaron tal seguimiento en un 13.7 por ciento, de las 277 supervisiones que inicialmente se habían programado.
Entre las deficiencias encontradas, se reportó el hecho que el Consejo Estatal de Vacunación se reunió en ocho ocasiones, pero sólo en tres asistieron los titulares de los integrantes del referido consejo, sin acreditarse que quienes acudieron tenían facultades para la toma de decisiones y emisión de voto.
Tampoco se comprobó que las minutas de las sesiones hayan sido enviadas al Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia.
En materia del ciclo logístico para la conservación y distribución de los insumos del Programa de Vacunación, la ASE levantó una observación, ya que la Secretaría de Salud no acreditó la elaboración de los inventarios de ninguna de las 394 unidades médicas que operaron en Sinaloa durante el ejercicio fiscal 2017.
“Tampoco acreditó el diseño e instrumentación de las rutas de distribución de medicamentos, materiales de curación e insumos de papelería y oficina; de los reportes semestrales de medicamentos e insumos utilizados en las unidades médicas; ni de la supervisión relacionada con el abasto, almacenaje, entrega y disposición de medicamentos”, se lee en el informe emitido por la ASE
Entre las deficiencias, se encontró el diseño de un ciclo logístico para la conservación y distribución oportuna de los insumos federales suministrados en el ejercicio fiscalizado.
En materia de contratación de personal para las tareas de vacunación, la ASE reportó que la Secretaría de Salud no se apegó a los lineamientos federales, ya que solamente el 3.9 por ciento de los expedientes revisados se encontró que estaban respaldados por un documento que avalara el nivel educativo. Lo anterior pese a que la normativa era que el personal que se contratara en las campañas de vacunación debería acreditar título, grado, especialidad, certificado y cédula profesional para verificar que se contara con el perfil requerido.
DIF entregó despensas y desayunos sin prioridad
La ASE determinó que DIF Sinaloa incumplió con el objetivo general de las reglas de operación de los programas de asistencia social alimentarios al no contar con un diagnóstico estatal de las comunidades y los municipios con población vulnerable.
Al revisar el esquema que se siguió para elegir a la población beneficiada, la ASE detectó que existían inconsistencias en la forma como se determinaba la población, el nivel de pobreza y marginación.
En la auditoría aplicada por la ASE, se encontró que los 10 programas administrados por DIF Sinaloa dedicados a proporcionar despensas y desayunos escolares cumplieron con los criterios de calidad nutritiva, pero incurrieron en un serie de deficiencias para su operación.
El DIF Sinaloa no comprobó que se haya realizado supervisión y seguimiento a los sistemas municipales de DIF, a quienes se les delegó la selección de la población objetivo. El sistema DIF argumentó que a los municipios se les proporcionó el índice de focalización por municipio que contiene diversos indicadores de la población en rezago, así como el listado de quienes no recibieron apoyo de la Cruzada Nacional Contra el Hambre de acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal.
El programa de asistencia social de DIF Sinaloa tiene como objetivo proporcionar seguridad alimentaria a la población vulnerable mediante la entrega de despensas y desayunos escolares.
Al término de la auditoría al desempeño de los programas del DIF en la entrega de despensas y desayunos escolares, la ASE recomendó el diseño de un mecanismo de control que permita destinar los apoyos de manera oportuna, equitativa y transparente.
En las recomendaciones de la ASE al DIF Sinaloa, se incluyó además el diseño de mecanismos para que los beneficiarios cumplan con los requisitos de las reglas de operación de los programas: Menores de 5 años, No Escolarizados, Familias en desamparo, Sujetos Vulnerables, desayunos calientes, desayunos fríos y desincorporación de la mano de obra jornalera infantil.
Durante la realización de la auditoría, se revisó el contenido de las despensas para revisar que se cumplía con el criterio de calidad nutricia, y se observó que se incluía un cereal de trigo inflado, el cual contiene azúcar en sus tres principales ingredientes, y por lo tanto se consideraba un producto no permitido dentro de las reglas de operación del programa alimentario.
Al concluir la auditoría, DIF Sinaloa envió un oficio a la ASE para señalar que el cereal no estaba incluido en sus despensas que se distribuyeron. Sin embargo, al revisarse el proceso de compra, la misma revisión reportó que el producto cereal de trigo inflado fue adjudicado por DIF Sinaloa al proveedor Triguedeal, por monto total de 7 millones 543 mil pesos por la compra de 6 millones 407 unidades.
DIF Sinaloa reportó a la ASE que entregó un total de 554 mil 844 despensas en todas sus modalidades, 14 mil 065 desayunos calientes, un millón 300 mil desayunos fríos, durante el 2017.
La auditoría al desempeño de la ASE, señaló que de acuerdo con datos del CONEVAL, existen en Sinaloa 686 mil 200 personas con carencia de acceso a la alimentación. El DIF estatal habría atendido al 24.3 por ciento de la población.
Reporta además que los 18 municipios entregaron apoyos de despensas y de desayunos escolares en un total de mil 480 localidades, las cuales representan el 15.6 por ciento de las 9 mil 469 localidades de Sinaloa.
La ASE basó su calificación regular a los programas de apoyo con despensas y desayunos, porque no se llevaron a cabo acciones de focalización que permitieran la utilización adecuada y oportuna de los recursos, para poderlos direccionar a la población más vulnerable, para que lleguen a quien en verdad lo requieran.
Artículo publicado el 10 de marzo de 2019 en la edición 841 del semanario Ríodoce.