El ciclo escolar 2018-2019 en el cual regresaron a clases 25 millones 400 mil alumnos de preescolar, primaria y secundaria y un millón 200 mil maestros de educación básica en todo el país, arrancó en medio de un remolino político con la aplicación de un nuevo modelo educativo nacional que por su sello y corte neoliberal está condenado a sucumbir ante el rechazo tajante a la reforma educativa por una parte importante del magisterio nacional.

La polémica sobre la política educativa que se implantará en el próximo sexenio dejó entrever las posturas de un gobierno —ya de salida— que se empeña en aplicar un modelo de enseñanza basado supuestamente en estándares internacionales de calidad y otro que busca recuperar el enfoque nacionalista de la educación y el reconocimiento de los derechos laborales que los maestros agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) reclaman, les fueron arrebatados al imponerse esta reforma, —la primera de once— propuesta por el Gobierno de Enrique Peña Nieto.

El miércoles pasado se reunieron en Palacio Nacional, el Presidente en funciones, Enrique Peña Nieto y el Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador para dar seguimiento a la transición gubernamental y de frente ambos ratificaron sus posturas: Peña Nieto confirmó que continuará la reforma educativa conforme está plasmada en las leyes que promovió en el 2013.

López Obrador le revira y ratifica su compromiso de campaña diciendo que la reforma educativa no pasará. “En tiempo y forma nosotros presentaremos las iniciativas para cancelar la reforma educativa y dar a conocer un plan distinto, con un marco legal ajustado a las nuevas circunstancias”.

CNTE rechaza aplicar el modelo educativo
El vocero de la CNTE Sección 22 de Oaxaca, Wilbert Santiago, dijo que los maestros disidentes no acatarán ninguna de las imposiciones hechas por el actual gobierno al sistema educativo nacional porque es una ley que nació muerta y lo único que buscaba era cercenar los derechos laborales de la base magisterial.

Dijo que al derogarse este modelo educativo propuesto por Peña, esperan que las políticas educativas rescaten una educación integral y con una visión más justa donde puedan eliminarse los grandes rezagos derivados del reparto desigual de la riqueza que tiene en la miseria a miles de comunidades indígenas dispersas en los estado sureños de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y el Estado de México.

Destacó que en breve solicitarán al Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador y al próximo titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, una fecha tentativa para instalar una mesa de diálogo y proponer el proyecto de modelo educativo alternativo que tienen y que dará prioridad homologar la educación en el país, a la reinstalación de los 586 maestros afilados a la CNTE que se opusieron a ser evaluados bajo el nuevo modelo educativo en todo el país.

El vocero del movimiento magisterial identificado como CNTE lamentó los daños que ocasionó al sistema educativo nacional el Gobierno de Enrique Peña Nieto al erigirse como policía al servicio de los intereses privados e imponer un modelo educativo que lejos de preocuparse por la educación de calidad estaba más interesado en establecer negocios personales y de grupos al equipar a sistema educativo básico nacional de infraestructura, mobiliario e insumos provenientes de empresas propiedad de los empresarios afiliados al Consejo Mexicano de Negocios y que disfrazaban sus buenas intenciones con programas como “Escuelas al Cien” a través de organismos como “Mexicanos Primero”, dirigidos por empresarios de élite como Claudio X González.

Por su parte, “Mexicanos Primero” a través de su director general, Juan Alfonso Mejía le demandó al Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador, mayor claridad en sus planteamientos, dado que hasta ahora no hay argumentos claros que expliquen el porqué de la resistencia a aceptar la propuesta de modernización del sistema educativo nacional.

Al mismo tiempo Enrique Enríquez Ibarra, vocero de la Sección 9 que aglutina a una parte del magisterio disidente en la Ciudad de México, expuso que no darás ni un paso atrás en sus intenciones de dejar sin efecto esta reforma. Aquí no está en cuestión si la evaluación es punitiva o no, sencillamente no se acepta porque transgrede el artículo tercero y 73 constitucional.

Los maestros disidentes y trabajadores administrativos de la sección 11 del SNTE Ciudad de México, exigieron que también exista mayor claridad en las consultas que iniciarán en materia de educación, pues en su convocatoria no se aborda en ningún lado la modificación a los artículos constitucionales que se modificaron con la reforma educativa.

“No se puede abordar la construcción de nuevos procesos formativos, si antes no hay claridad en el marco jurídico y legal que sustentará un nuevo proyecto educativo”, sostiene la representación seccional de Michoacán.

Artículo publicado el 26 de agosto de 2018 en la edición 813 del semanario Ríodoce.