La rabia ciudadana y la elección

En menos de una semana los candidatos se multiplicarán como nunca antes en otra elección. Inician las campañas para alcaldes y diputados locales, y con ellos estará completa la oferta política múltiple de este proceso concurrente. Los ciudadanos elegirán solo a cinco entre más de 20 nombres el día de la jornada, el 1 de julio, cuando les entreguen las cinco boletas que tendrán que marcarse.

Tanto nombre no es en sí mismo negativo, pero de entrada exige paciencia de los ciudadanos al menos para hacerse una idea general de cada uno de ellos, o de plano concentrarse en solo algunos para llegar a la decisión final. Pensemos simplemente en el tiempo que lleva leer veinte nombres.

Si algo se han encargado de estudiar desde el poder es justamente los factores que mueven y conmueven a un ciudadano para votar por tal o cual candidato. Se aborda desde la sicología, la antropología, las matemáticas… solo que nadie aun encuentra una fórmula que aplique para todos y siempre. Desde que la democracia se instauró en el mundo para decidir a quién se le concede el poder, nacieron a la par las mil y un formas de influir, convencer, o de plano apropiarse de la decisión ciudadana. Ninguna garantiza por sí sola que los ciudadanos en masa se decidirán por X en lugar de Y. Pero todas juegan con mayor o menor peso, con más o menos fortuna.

Esta larga lista de candidatos obligan a los ciudadanos a un trabajo previo que nadie sabe cómo se tomará. No hay tarea mínima tratándose de tantos: la exigencia de espulgar quiénes son los candidatos —más allá del nombre y el partido— o informarse sobre su biografía, es ya una tarea mayúscula. Ir más lejos y conocer propuestas y diferenciarlas es pedir demasiado.

Si a esto se le suma un encabronamiento de una gruesa franja de ciudadanos con todo lo que suene a políticos y partidos, el caldo de cultivo es considerablemente adverso.

México no es el único país que enfrenta este desencanto creciente con la democracia en general y con la clase política en particular, muchas de las veces promovida justamente por los grupos empoderados y las élites que los controlan. El desencanto, enojo y rabia, se convierte en una participación ciudadana mermada, y eso conviene en muchos de los casos a la misma clase política y por eso se encargan de promoverlo. Ante eso, la responsabilidad vuelve a quedar en los ciudadanos y no entre la clase política. Son los mismos ciudadanos quienes tendrán que convertir ese desencanto en participación, y no al revés como actualmente pasa.

Margen de error
(Más es más) Al iniciar las campañas locales el 14 de mayo se le imprimirá un nuevo dinamismo a la todavía aletargada competencia política. La elección presidencial atrae tanto la atención, pero al mismo tiempo se siente tan lejana porque el conocimiento de lo que sucede les llega a los ciudadanos solo por los medios de comunicación y las redes sociales, no de un contacto directo de candidatos y ciudadanos.

Al sumarse los candidatos locales, los ciudadanos empezarán a escuchar temas que realmente los incluyen, y no solo escuchar sobre la reforma energética, la educativa, o las finanzas públicas. La conversación podría aterrizar por fin, en vez de concentrarse en los grandes temas que resultan incomprensibles.

Mirilla
(Segunda vuelta) Hay un elemento adicional que también intervendrá: la reelección. Un número importante de candidatos son presentados por los partidos al puesto que ya ocuparon poco más de un año, tanto diputados y alcaldes. De hecho el PRI lleva en las principales ciudades de Sinaloa a quienes ya obtuvieron el triunfo en las elecciones de 2016.

En teoría, la reelección da a los ciudadanos la posibilidad de evaluar de manera inmediata la acción de gobierno, y a los políticos una posible recompensa a su actuación. ¿Cómo se comportarán los ciudadanos y los mismos candidatos es sin embargo otra de las incógnitas de este proceso?

Deatrasalante
(Cátedra) La Federación de Estudiantes de la Universidad de Guadalajara mantiene la Cátedra abierta Javier Valdez. Organizada por los mismos estudiantes, pretende mantener un espacio para la memoria del ejercicio periodístico valiente, pero sobre todo como un recordatorio que los espacios de la libertad de expresión nunca están ganados de manera permanente.

La tercera conferencia de la Cátedra Javier Valdez se da en medio del episodio de los tres estudiantes de cine desaparecidos y luego, según la versión oficial, disueltos en ácido por una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación. Las movilizaciones por la exigencia de justicia y antes por su aparición se han venido fortaleciendo, pero los estudiantes aun no logran articular un discurso que preocupe al gobierno de Jalisco o al federal.

En 2012 el movimiento #YOSOY132 puso en jaque al ahora Presidente Peña, pero sobre todo fue de un impacto tal que amenazaba con convertirse en mucho más grande. Influyó, solo que se quedó corto.

Si los líderes estudiantiles y los participantes en Guadalajara logran articularse de un modo que sus exigencias se conviertan en una agenda obligada para los candidatos actuales, empezará a preocupar a los gobiernos actuales, y por eso es que los adultos están preocupados por la evolución que tenga. (PUNTO)

Columna publicada el 6 de mayo de 2018 en la edición 797 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1106
GALERÍA
Más de 120 mil personas, entre locales y de diversas partes de la República se concentraron en el gran malecón de Mazatlán para presenciar el Eclipse Total de Sol.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.