Robo de gasolina en Sinaloa, en complicidad con Pemex

HUACHICOLEROS Y PEMEX. Ganar-ganar.

Petróleos Mexicanos (PEMEX) tiene al enemigo en sus filas. Un video difundido en redes sociales exhibió la complicidad de los trabajadores con los ladrones de combustible.

Institucionalmente la paraestatal adopta medidas de seguridad para prevenir la ordeña de ductos, pero los empleados no las cumplen.

De 2006 a julio de 2017, fueron detenidos 106 trabajadores y 14 ex empleados por robo de hidrocarburos.

En Sinaloa, la Procuraduría General de la República (PGR) ha detenido a tres trabajadores y uno más está sujeto a proceso.

La semana pasada, las redes sociales dieron cuenta de un caso de complicidad de trabajadores de la paraestatal con delincuentes.

En las imágenes del video se observan a siete hombres y cinco camionetas con bidones con capacidad de mil litros y un tambo con capacidad de 200 litros.

EL VIDEO.

El video está grabado por una persona que se encuentra en la parte del ducto, donde está conectada la manguera con la que llenan uno de los bidones.

El hombre hace una toma de la ordeña y levanta el celular para mostrar la fila de camionetas aparentemente esperando para que llenen los contenedores que llevan en las cajas.

Por un costado de los vehículos pasa una camioneta de PEMEX y los delincuentes solo voltean a verlos.

El vehículo de la paraestatal sigue su camino y se va.

PEMEX identificó que las imágenes fueron grabadas en Sinaloa y a los trabajadores que circulaban en la camioneta, por lo que presentó una denuncia en la PGR contra los empleados por robo de combustible.

Además inició procedimientos administrativos por permitir el robo de combustible.

“Se puede apreciar cómo un vehículo de la compañía pasa junto a un grupo de personas que extraen combustible de unas tomas ilegales. En el video, ningún tripulante interviene para evitarlo, ni presentó aviso o denuncia al respecto. Por ello, se ha pedido a la autoridad investigue el grado de participación de nuestro personal en este ilícito”, dio a conocer la paraestatal.

La compañía ha detectado complicidad de los trabajadores con los delincuentes y ha presentado denuncias con las que detuvieron a 106 empleados y 14 ex trabajadores.

El estado con más detenidos es Veracruz con 44, seguido de Tabasco con 34 y Tamaulipas con 14.

La estadística actualizada de PEMEX sobre tomas clandestinas hasta noviembre del año pasado, señala que habían detectado 8 mil 664 tomas ilegales en todo el país.

El estado con mayor número de ordeñas es Guanajuato con mil 557, Puebla con mil 263 e Hidalgo con 848.

En Sinaloa ubicaron 318 tomas clandestinas en el ducto Topolobampo-Culiacán.

El viernes, en Culiacán el litro de gasolina magna se cotizaba entre los 16.09 y los 17.21 pesos; mientras que en un fraccionamiento de la zona norte de la ciudad, el bidón de 20 litros de gasolina robada se puede comprar en 200 pesos.

De acuerdo con el estudio El Robo de Combustible: asalto a la nación, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Cámara de Diputados, en los últimos 12 años el número de tomas clandestinas pasó de 102 en 2004, a 6 mil 159 en 2016, es decir, en promedio cada hora se perforaron alrededor de 1.5 tomas clandestinas.

El robo de combustible, establece, ha mostrado signos de haberse convertido en uno de los delitos más lucrativos, incluso más que el tráfico de drogas, y es que el aumento en el número de tomas clandestinas, junto con las pérdidas en especie y económicas reportadas por PEMEX, así como la participación organizada y jerarquizada para la extracción ilegal de combustibles, son sólo algunos indicios de la posibilidad lucrativa que brinda la extracción ilegal de las gasolinas.

La falta de oportunidades y los bajos ingresos que adquieren las personas que trabajan en el campo, indica, han impulsado a muchos campesinos a encontrar mejoras económicas desempeñándose como “huachicoleros”.

Detalla que de ganar 120 pesos en el campo realizando distintas funciones, para consumar el robo de combustible pueden obtener de 500 a 800 pesos.

Según una encuesta telefónica realizada por el Centro de Estudios, poco más de la mitad de los entrevistados piensa que los dueños de las gasolineras están involucrados con los grupos que roban en los ductos de PEMEX, 8 de cada 10 cree que las autoridades saben en dónde se ubican las tomas clandestinas y la mitad piensa que el principal motivo es la corrupción.

El informe atribuye el aumento del robo de combustible a tres causas.

La primera, menciona, es que la aprobación y puesta en marcha de la reforma energética, y del alza de los precios de la gasolina a nivel internacional, a principios de 2016, parece tener relación con el aumento en el robo de combustible.

La segunda causa que identifica el estudio tiene que ver con el aparente desmoronamiento del Estado de derecho, hasta ahora insuficiente e incapaz de aprehender y ejercer penas severas en contra de quienes realizan esta actividad.

La tercera tiene que ver con el binomio de la oferta y la demanda; es decir, en tanto el mercado negro siga siendo redituable, los grupos delictivos diversificarán no sólo sus delitos, sino sus maneras de seguir lucrando con este recurso.

El informe menciona que el modo de sustracción se da básicamente por dos métodos: el primero es con el robo de pipas, el cual es reportado y denunciado por el personal a quien se le despoja del vehículo, y el segundo es a través de la extracción directa en ductos.

La diferencia  de tomas ilegales desde 2004 a 2016 representa un incremento de casi 6 mil por ciento con una tendencia evidente a seguir creciendo.

En 2014 se duplicó la pérdida en litros respecto al año anterior, al llegar a perder en un sólo día 27 mil barriles diarios, es decir que se hurtaron 179 litros cada hora.

En su reporte anual, PEMEX menciona que en colaboración con las autoridades judiciales se identificaron 2 mil 695 vehículos involucrados en el mercado ilícito de combustibles en 2016, esto significó 45.1 por ciento menos que los 4 mil 907 registrados en 2015.

El número de personas detenidas relacionadas con el robo y el mercado ilícito de combustibles por las autoridades competentes pasó de mil 154 en 2015 a sólo 583 en 2016, 49.5 por ciento menos.

Para reparar un ducto dañado por toma clandestina, PEMEX tarda aproximadamente dos horas, más el tiempo de traslado de las brigadas, pero podrían pasar 24 horas para completar una reparación total.

El costo promedio que desembolsa PEMEX para reparar una toma clandestina que haya sido perforada oscila entre los 120 y 250 mil pesos.

La PGR señala como las entidades que presentan mayor afectación por el robo de combustible a Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Guanajuato, México, Puebla, Jalisco y Sinaloa.

Artículo publicado el 14 de enero de 2018 en la edición 781 del semanario Ríodoce.

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