Los Mochis, Sinaloa.- Una protesta para exigir justicia para el homicidio imprudencial del joven voluntario de Protección Civil de Ahome, Omar Ulises López Cázares terminó en actos vandálicos en la Subprocuraduría Regional de Justicia Zona Norte.
Fuera de control, un grupo de mozalbetes que se sumaron a la marcha de decenas de voluntarios de Protección Civil, que ahora están en riesgo de ser expulsados de la institución, azuzados por el empresario, Paúl Velázquez Benítez, introdujeron una motocicleta a la sala de espera de la institución y pretendían encenderla para escandalizar con los ruidosos escapes y con los flamazos del tubo de descarga.
La tropelía no prosperó porque los custodios del edificio lo impidieron.
Sin embargo, al menos una veintena de mozalbetes encararon a los agentes ministeriales y los retaron a golpes. Los policías no respondieron a la provocación. Sin embargo, el grupo continuó con los desmanes. Saltaron en las bancas de espera y hasta se robaron un teléfono institucional.
Descontrolados, el personal femenino de la institución y algunas familias que realizaban trámites tuvieron que replegarse hacia los pasillos ante el riesgo de ser agredidos por la turba, que respondía con violencia a la provocación de Velázquez Benítez.
La familia de López Cazáres y los organizadores de la protestase deslindaron de la presencia del empresario y del candidato independiente a la presidencia municipal de Ahome, Felipe Villegas, que se apersonaron en la marcha y agitaron a los muchachos.
La marcha recorrió casi cuatro kilómetros. Zarpó de la salida norte de la entidad, navegó por la calle Gabriel Leyva al sur y viró a babor en el bulevar Rosendo G. Castro para un nuevo viraje hacia la calle Ignacio Zaragoza y atracar en la esquina con Benito Juárez. Durante el trayecto, ruidosas motocicletas, boogies y escarabajos modificaron escandalizaron con sus sirenas y luces estraboscópicas. La marcha bloqueo toda circulación. Esta no fue abanderada por patrulla alguna.
Una vez atracados, los ruidosos marchantes gritaron a pecho abierto consignas contra un juez inexiste y a quien acusaban de corrupto por haber dejado libre al sujeto que mató a Omar Ulises, cuando este regresaba de patrullar la playa de el Maviri, en la víspera del Día de las Madres.
Y en su escándalo permanecieron por más de una hora, mientras en el interior de la subprocuraduría, Jesús Arnoldo Serrano, subprocurador de justicia, se entrevistaba con Elsidia Cazáres Gutiérrez, su esposo, José Manuel López y tres de sus hijos.
Aclarados los puntos de duda, la familia se apaciguó y se vio forzada a calmar a sus seguidores, que seguían gritando consignas en contra del inexistente juez.
Allí Serrano dijo que el proceso en contra del conductor apenas inicia y el que se encuentre en libertad por que el juez decretó de ilegal su detención no significa que quedará impune. Ofreció respaldar a la familia para que este quede tranquila.
La explicación confundió más a los azuzados, quienes querían sacar de las instalaciones del Ministerio Público al juez que liberó al conductor que mató a Omar Ulises.
Para entonces, el empresario mueblero, Paúl Velázquez Benítez ya se había esfumado. Y la familia del joven voluntario de Protección Civil fallecido tuvo que afrontar la vergüenza, y emitir una disculpa pública a la institución que creyeron los había defraudado.
