A la vieja usanza de los dirigentes sindicales, Armando Heráldez festeja su cumpleaños en evento masivo
En el norte de la ciudad, desde las 2 de la tarde el tráfico comenzó a ponerse más pesado de lo normal en el bulevar José Limón del jueves 11 de febrero. Gente bien vestida. Maquillaje a granel, vestidos entallados, sacos y zapatos lustrados. También uniformes, camisas rojas, blancas y el logotipo del gremio.
El Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (Stase) tenía todo un cotillón preparado para su líder, Armando Heráldez Machado, con motivo de su 42 aniversario de vida. Un salón de eventos para más de 3 mil asistentes con música en vivo y el típico banquete de fiestas: la barbacoa con frijoles y sopa fría… todo eso por tan solo 50 pesos el boleto de entrada.
A la vieja usanza de los líderes sindicales el festejo se llevó a cabo para quien desde 2011 está al frente del Stase, cargo que debió durar tres años, pero se ha ido estirando.
Desde las dos y media el inmueble comenzaba a poblarse. La gente apartando mesa para sus compañeros que aún no salían de la chamba. Para mitigar el calor, una cerveza de cuartito. Eran 400 cartones en total.
Alrededor de las cuatro y media, el líder hizo su arribo al festín. Llegó por la entrada principal y fue recibido bajo una carpa que menguaba los rayos del sol. Todos se peleaban por salir en la foto con el líder, pero al final hubo orden y se formaron para la felicitación.
Hasta la esposa del gobernador, Alma Sofía Carlón de López, tuvo que hacer fila para saludar al líder sindical. El abrazo, la foto, la sonrisa y los buenos deseos.
El orden duró apenas concluyó de atender a algunos medios de comunicación justo en la entrada del salón. Luego los aplausos y la música de banda soplando fuerte. Vítores en el micrófono arengando a los agremiados a aplaudir a su líder, quien saludaba a todos.
Selfies, flashes, abrazos, empujones. Nadie quería quedar fuera de la foto, todos querían demostrarle su cariño a su líder, y él simplemente se dejó querer, al indicar que la fiesta no había sido su idea.
“Más que nada no soy yo, la gente es la que la promueve (la fiesta), son los organizadores ellos. Esto se hizo a partir de mi llegada (como dirigente del Stase) en 2012, fue el primer cumpleaños que se hizo, creo que en los Herrajes fue; en 2012, 2013, 2014, 2015 y ahora este año 2016 la gente se desbordó más, y no quisieron hacerlo en los Herrajes, la gente es la organizadora”, se justificó el líder.
El área del local donde se realizó el jolgorio tiene un costo de 15 mil pesos y se renta durante todo un día. El local completo (se divide en tres partes) tiene un costo de 65 mil pesos. La música, que incluye el escenario y equipo de sonido va de los 75 a los 80 mil pesos por evento, dependiendo del aforo y el banquete para los más de 3 mil asistentes está tazado en 40 pesos el platillo, más los 400 cartones de cerveza. Todo eso sufragado por la venta de boletos a 50 pesos cada uno.
El cuestionamiento del dinero para pagar el festejo del líder llegó al tema del JAFE (Junta de Administración de Fondos Especiales), una especie de caja de ahorro de los sindicalizados al servicio del estado.
“No, no. Es mentira, es mentira. Te lo vuelvo a repetir, aquí está el boleto. La gente pagó 50 pesos, se vendieron cerca de 3 mil 700, 3 mil 800 boletos, te lo digo así, saquen cuentas. Entonces se sufraga por la misma venta de boletos”, explicó Heráldez Machado.
La venta total de boletos es de 185 mil pesos por 3 mil 700 vendidos. La fiesta, cotizando precios con proveedores pudo costar alrededor de 280 mil para ese mismo número de invitados, sin tomar en cuenta refrescos y aguas. El dirigente insiste:
“Es barbacoa lo que se da, o sea no es algo… es barbacoa con frijoles y sopa, creo. No es algo, no son manjares que se manejan aquí, todos comemos igual, yo como barbacoa igual que la gente. Aquí no es yo como otros manjares y mi gente comería barbacoa, no. Aquí comemos todos, y los invitados que vengan vamos a comer barbacoa y frijol al igual que toda la gente sindicalizada y primeramente le agradezco a todos ellos porque ellos son los organizadores”.
Y en medio de los saludos y abrazos con los agremiados, el líder recibió la visita del precandidato a la alcaldía de Culiacán, Jesús Valdés Palazuelos, así como del diputado local, Gómer Monárrez y de la regidora Paola Gárate, todos ellos miembros del PRI, así como el secretario de Seguridad Pública del estado, Genaro García.
Chuy Valdés apenas estuvo un momento. No pudo darse el lujo de saludar a todos, apenas a las primeras cuatro mesas y otra vez el rito de la selfie y los flashes. Está en precampaña interna y no dio declaración alguna, únicamente dijo que iba a felicitar a su amigo Armando Heráldez. Instantes después se marchó; Gómer y Paola hicieron lo mismo.
El dirigente continuó su festejo. Los regalos llegaron junto con las felicitaciones, aunque el regalo de cumpleaños que él quería le fue negado por su partido: la candidatura a una diputación.
Ahora, su futuro político no implica repetir al frente del Stase, como ya lo hizo antes y según dijo, el festín es solamente de los agremiados para festejar su cumpleaños sin ningún tinte político de por medio.
“No, pues ya pasaron todas (las designaciones políticas), o sea dime tú dónde, ya está repartido todo el pastel. O sea, dónde, qué tinte político. Eso pues todavía si fuera que apenas se fueran a repartir las diputaciones, presidencias municipales y ahorita hasta las regidurías están repartidas. Entonces te digo no, no nada qué ver. La gente lo hace (el festejo) y yo con mucho gusto le agradezco a todos ellos que me tienen muestra de cariño”, dijo.
El festejo se prolongó hasta las 23:00 horas. La música tocando, la gente bailando y bebiendo, y el líder del sindicato del Stase al menos pudo irse a dormir sin su candidatura pero presumiendo músculo a su partido, a la vieja usanza de los dirigentes sindicales.
