Aunque Aristeo Herrera y Cairo Yarahuán asegura que invirtió tres meses en el trabajo de compilación de datos históricos de Mazatlán, son 23 años los que lleva como Jefe del departamento de Archivo Municipal.

Ha tenido muchos jefes, y es figura obligada de consulta cuando de buscar información sobre los orígenes del puerto se trata. Ha sido esa experiencia la que lo llevó a publicar el texto Guía Histórica de Mazatlán, Tomo I.

Va dirigido a estudiantes, profesionistas, periodistas de medios de comunicación y  público en general que busque una referencia histórica de la ciudad.

Son 291 páginas, casi 300, acota sorprendido Aristeo Herrera y Cairo, porque a casi un mes de haber sido editado, no había caído en cuenta de lo extenso del contenido.

Habla y no esconde su pasión por la historia, por Mazatlán y el trabajo que hace. Tan no lo esconde, que ya está pensando en el contenido de los siguientes tomos, que en total serían unos cuatro o cinco.

“Hice la compilación de todos los lugares donde se ha publicado información,  libros,  medios de comunicación impresos, publicaciones especiales, etcétera, se concentró en esta guía, siempre respetando la fuente de consulta para que la gente sepa de dónde proviene”, explicó.

Patrocinado por la UAS, Sepyc, hoteles, empresas de la localidad y hasta el cantante Julio Preciado, la primera entrega de esta guía registra la cronología, empresas antiguas que aún operan, iglesias, plazuelas —primera parte— y música de Mazatlán.

La cronología inicia con la conquista que en 1531 Nuño Beltrán de Guzmán hiciera de la región y la cultura Totorame, que en ese entonces tenía una presencia predominante. La información es obtenida de diversas fuentes bibliográficas, todas disponibles en el Archivo Municipal, al igual que el resto del contenido.

El prólogo es de Antonio Lerma Garay, quien refiere que la investigación será fuente obligada de consulta.

Los hallazgos históricos no dejaron de sorprender al compilador —como se refiere Aristeo a él mismo—, pues la cápsula del tiempo encontrada en el Colegio del Pacífico es lo más asombroso que ha encontrado en todo el tiempo que tiene en el archivo de la ciudad.

Era una caja de granito con alrededor de 70 años de antigüedad, con documentos, fotografías, cartas y listas de alumnos que nadie se había percatado de su existencia, los detalles estarán en la edición dedicada a las escuelas con historia.

Por lo pronto, con lo que se recaude de este ejemplar, sin fines de lucro, se editarán los siguientes tomos.