Los ricos de Culiacán nunca han pagado sus impuestos en tiempo y forma, para eso contratan despachos contables y fiscales, y además, hacen uso de sus relaciones con el poder político. Es una práctica común en nuestro país de hace varios siglos. Hay políticos que se prestan a eso, recordemos el caso de Diego Fernández de Cevallos.
Cuando alguna autoridad municipal o de cualquier otro nivel, da a conocer algunos nombres de empresas o personas que no han pagado los impuestos, es más con el fin de venganza política, que por el deseo de hacer bien las cosas, y de aplicar la Ley.
Recientemente el presidente municipal de Culiacán, Sergio Torres, nos ha informado que ha procedido a realizar los primeros embargos a algunas empresas y a personas que viven en el lujoso fraccionamiento Los Álamos, de esta ciudad de Culiacán, quienes adeudan entre 5 y 10 años de impuesto predial.
Sergio Torres ha dicho que existen 150 grandes deudores de los que incluso hizo públicos algunos nombres, pero lo que sería justo es que se dieran a conocer todos los nombres de los que deben y sus respectivos montos. Bueno fuera que diera a conocer los 150 nombres y que no protegiera a sus amigos y compañeros de partido.
En sexenios anteriores, en la década de los 40, 50 y 60, se decía que los hijos predilectos del régimen eran los campesinos; en la actualidad son los banqueros los hijos predilectos del régimen, a quienes se les paga sus deudas a través del FOBAPROA, y quienes ni así son capaces de pagar sus impuestos. Ahora nos enteramos, por la intervención del diputado Ramón Lucas en el Congreso del Estado de Sinaloa, que el Banco Santander adeuda al ayuntamiento la cantidad de 298 millones de pesos. De verdad que la vergüenza no la conocen los banqueros.
Está bien que se cobre el predial haciendo uso de los recursos de la ley. Se sabe que el rezago en el cobro del impuesto predial en Culiacán no es de 500 millones, sino de 3 mil 472 millones de pesos; que la deuda es de los tres niveles de gobierno, y que sus propias paramunicipales le deben 63 millones, según dijo el diputado Ramón Lucas, en el legislativo.
Siendo el impuesto predial el principal ingreso propio con que cuenta el Ayuntamiento, vale la pena reflexionar sobre los embargos que ha iniciado el presidente municipal de Culiacán. Además, sirve de base para participar en los fondos y recursos fiscales que distribuye la federación.
Debe señalarse que debido a la escasa base tributaria de nuestro país —con sólo un 10 por ciento de contribuyentes, cuando el mundo promedia el 28 por ciento— y respecto al impuesto predial urbano, México es el país con la recaudación más baja de este gravamen, según la OCDE: el promedio de recaudación de este impuesto en los países que la integran es de 1.1 por ciento del PIB y en México es el 0.2 por ciento, es decir, casi cinco veces más bajo.
Si esta es la base tributaria para fortalecer las haciendas públicas municipales, sin duda es un grave problema de todos los municipios en el país, lo que obliga a cobrar a todos el impuesto, incluyendo a las empresas paraestatales y particulares que son quienes evaden el pago del impuesto.
El problema está presente. Con la reforma fiscal de Peña Nieto, aprobada por el PRI, PRD y otros partidos paleros, la evasión y la elusión fiscal continúan. Por eso, los principales problemas son:
- La evasión y elusión fiscal municipal
- La opacidad de la hacienda municipal
- La baja recaudación fiscal
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