Rebasados los límites, sobrepasado el autocontrol, lo que queda es entregarse a la fragilidad de las miserias humanas. Y no podrían desaprovecharse las fiestas de Carnaval para permitirnos todo, soltarse el pelo, entregarse a la debilidad de la carne. Mañana —pasado mañana— se expiarán las culpas.
Y de qué otro modo puede llamarse esa reunión de los 55 delegados federales con el gabinete estatal: Un Carnaval, un desfile de carrozas alegóricas del mejor Rigo Lewis, un sin descanso de besos largos-largos-cortos-cortos, una música para bailar sin parar.
La encerrona de la clase política completa, el miércoles pasado en el Modular Inés Arredondo de Culiacán, fue para decirse a sí mismos que su fiesta es la más divertida (digan lo que digan, desentona Raphael). Para repetirse que el combate naval que está en la calle es un artificio, que concluirá y luego seguirá su fiesta. Fue especialmente para repetirse que el Rey del Carnaval está elegido (Olvídate de todo, menos de mí, ratifica José Alfredo).
Su mini-carnaval del miércoles los desnuda como una bailarina de samba en Río de Janeiro. Que no nos engañen los trajes oscuros y las corbatas, menos la máscara de solemnidad de la Reunión Plenaria, en los carnavales es requisito usar antifaces.
55 delegados, no hay error, de ese tamaño es el obeso aparato federal —el premio mayor podría otorgarse al delegado que nombre a los otros 54. El poder de los delegados federales para recordarle que “usted es un gobernador campeón”, como le dijo el coordinador de los 55, Alberto López Herrera.
Pero sobre todo: “No hablemos del Sinaloa que no es… porque Sinaloa es mucho, mucho más que solo violencia”.
Una clase política que pese a que se habla a sí misma no entiende que está desconectada. Que no se mira al espejo ni para peinarse. En constante programación neurolingüística, formando sus propios deseos.
La fiesta de la carne apenas empieza.
MARGEN DE ERROR
(El rey feo) Si el otorgamiento del fíat para los notarios públicos está siempre rodeado del velo de la duda es culpa de los propios abogados que han permitido que así sea. Cada remesa de nuevos poderes va acompañada de la acusación del gran regalo entregado por el gobernador en turno. Del pago de cuotas a cuates.
El criterio no se aclara porque a nadie conviene. La lista siempre estará incompleta, el poder le llegará a unos pocos pero esos cuantos serán dignos guardianes.
Claro, dirán los propios abogados. Existe un criterio legal establecido en la Ley, contempla requisitos, examen, sinodales, pero todo eso mantiene la certeza de que al final nada eso decidirá la lista final.
Aguilar Padilla dejó una lista preparada; López Valdez se la vetó. Y al final sumó, restó y publicó. En política, no se olvide, quien sabe sumar sabe dividir.
MIRILLA
(La quema del mal humor) El personaje seleccionado para la quema del mal humor es… Antonio Vega Gaxiola, el Auditor Superior del Estado. Seleccionado por los panistas, que defienden lo indefendible acusando criterios políticos en la acusación contra funcionarios de las administraciones municipales que se autoliquidaron. Y también quemada su efigie por el gobierno estatal: Mario López Valdez diciéndole que se equivocó al hacer el cálculo del endeudamiento de 2014, que según la ASE habría pasado el 5 por ciento y de acuerdo a su gobierno no. Y luego Juan Pablo Yamuni echándole en cara que no hay nada qué corregir, nada qué investigar, y que solo “distorsiona” la realidad con sus informes.
¿Por qué echó reversa Antonio Vega? ¿Es posible que el órgano vigilante cometa tal pifia, equivocarse en una regla de tres simple? ¿Hizo una observación y terminó observado?
PRIMERA CITA
(Su majestad) Para un escándalo de corrupción otro escándalo de corrupción. Las detenciones del gobierno federal realizadas la semana pasada contra el círculo político y familiar del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, quitarán presión a Peña Nieto. Son acusados del desvío de recursos públicos alterando costos de las obras en el estado.
La investigación federal tendrá que llegar al gobernador Aguirre, de cualquier otro modo sería incomprensible. Y al mismo tiempo, serán calculadores porque Guerrero es justamente donde todos han salido embarrados. Ir a fondo sería destaparse a sí mismos.
DEATRASALANTE
(Procesión del desagravio) GIA, la empresa que ganó la licitación del nuevo hospital de Mazatlán entró en su defensa. Inició una procesión del desagravio —para continuar con los términos carnavalescos.
Por meses dejó al propio gobierno estatal su protección, y desde la Secretaría de Salud se insistía que todo estaba en orden. Transparente. Pero como han sido erráticos, fallidos en la estrategia, GIA mejor se defenderá sola.
El lunes pasado ellos mismos explicaron el desarrollo de la licitación, y defendieron el modelo que llaman exitoso en otros hospitales. Ya se verá en esta misma edición de Ríodoce el caso del hospital que operan en el Estado de México(PUNTO)
