El gobierno federal ya dio la explicación de Ayotzinapa: los estudiantes fueron asesinados y calcinados en el basurero de Cocula. Con todo y los 33 días que le llevó a la PGR acreditar ministerialmente la versión, la primera conclusión es que lo resultante es muy parecido a lo dicho por la Procuraduría de Guerrero 10 días después de la desaparición, justo un día antes de que la federación tomara el control completo: Policías junto a narcos dieron muerte a los estudiantes que llevaban sometidos en patrullas. Ciertamente la versión de la PGR ubica la ejecución y desaparición de los cuerpos en un lugar diferente, pero el resultado es el mismo. El grupo de estudiantes fue asesinado apenas unas horas después de su detención por policías de Iguala junto a delincuentes de Guerreros Unidos.
A todo esto debe sumársele la carga de ambigüedad en la conclusión de la PGR. Por un lado la imposibilidad de una demostración contundente, al no existir una prueba pericial de los poquísimos restos encontrados y las condiciones de ellos, y que ya es el principal argumento de los padres para criticar la investigación. Y por el otro, los cuatro lapsos de tiempo donde el gobierno de Peña se mantuvo solo como espectador:
1) La investigación que eventualmente sería una orden de captura contra el Alcalde de Iguala José Luis Abarca antes del 26 de septiembre, y que desde dentro de la PGR se bloqueó. (Sin contar además que ya era señalado en un par de asesinatos).
2) Al no intervenir el Ejército, ni al Policía Federal, en los sucesos del 26-27 de septiembre, ocurrido a una distancia muy corta de las sedes de ambas instancias, que aparte ahora Murillo agradece: “que bueno que no salió” el ejército… porque hubiera apoyado a la autoridad constituida.
3) La renuncia-huida del alcalde José Luis Abarca (con su esposa). Pasan todavía tres días entre la desaparición de los estudiantes, y el asesinato de seis personas relacionado. Abarca se da el lujo de seguir el trámite de la licencia, y hay versiones de que el Secretario de Gobernación, Osorio Chong, se lo encargó al entonces gobernador Ángel Aguirre.
4) Otras dos semanas que pasan entre la versión pública y ante la PGR del Padre Solalinde, donde aseguraba que los estudiantes habían sido asesinados e incinerados.

MARGEN DE ERROR
Los caminos se le estrechan al presidente Peña al dar la versión oficial. Ahora tendrá que manejarse con ella e ir tapando los huecos que surjan. Cierto que la ambigüedad de la versión le va a dar margen, por ejemplo la imposibilidad de precisar el número de personas asesinadas en el trayecto al basurón de Cocula y quemadas después.
Y donde se juega mucho más es en la credibilidad de la investigación. Se entiende que para estos casos la credibilidad estará en un terreno pantanoso, con sectores que siempre la mantendrán en entredicho, pero que científica y judicialmente podrá ser sometida a juicio.
Le falta al gobierno federal la declaración del “A5”, clave del alcalde Abarca al dar la orden, que ya se aclaró que no se puede acreditar por ahora que se tratara de una orden específica de desaparecerlos o de matarlos. Falta también la captura del jefe policiaco de Iguala. Y el hueco más grande: lo sucedido después de que los policías municipales los entregan a los narcos de Guerreros Unidos, que de acuerdo a la versión de la PGR fue en el punto entre Iguala y Cocula conocido como Loma de Coyote. Y sobre todo, ¿Por qué a ellos?
MIRILLA
Lo que surgirá los próximos días y semanas será la implicación política de la versión ministerial. Y que esa corre por otra ruta. Ya el propio Murillo Karam tuvo que responder preguntas no relacionadas con la investigación. A la principal, de si con ella se acredita que “fue el estado”, el procurador ya respondió “Iguala no es el Estado mexicano”. Entonces, ¿quién es? Porque aquel 26 y 27 de septiembre el mismo Murillo Karam lo dijo al responder sobre la omisión del ejército a participar: los policías era la autoridad legalmente constituida… entonces, era el Estado.
PRIMERA CITA
Los padres de los estudiantes, mientras tanto, siguen contando los días por más que Murillo Karam intentara en la conferencia detener la contabilidad en 33. De entrada han rechazado la certeza de esta versión de la PGR, que de ningún modo podría ser concluyente aun cuando se diera por válida la versión.
Igual que al gobierno, a los padres se les estrecha el margen porque no llevan una investigación alterna a la oficial. Solo les queda seguirla de cerca, ser la figura de coadyuvantes en todo caso, pero por otra no existe una instancia diferente a la PGR. Esa podría ser una ruta, abrir desde los cauces que el propio Estado mantiene, una investigación sobre Ayotzinapa.
DEATRASALANTE
El 26 de septiembre fue viernes. Aquella noche Guerrero pondría de cabeza al país. Y revisando el archivo de medios, desde aquella foto donde dos estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Daniel Solís y Dosier Guerrero aparecen tirados en el suelo, asesinados, la versión se ha mantenido: policías municipales de Iguala dispararon, policías de Iguala y encapuchados armados se los llevaron(PUNTO)