El túnel de 400 metros de longitud se construyó de afuera hacia adentro y se sacaron más de 400 toneladas de tierra que desaparecieron poco a poco sin que ninguna autoridad “se diera cuenta”. Sin embargo, nadie ha dicho con certeza que Adelmo Niebla González y sus dos escoltas salieron por ahí o por la puerta principal, con ayuda de los celadores.
Para cuando los celadores dieron el pase de lista de las cuatro de la tarde, Adelmo Niebla González y sus dos escoltas ya estaban respirando aire limpio en alguna casa de seguridad de Culiacán.
Cuando los vigilantes registraron la ausencia de los tres internos, dieron la voz de alarma y empezaron por registrar el módulo 8. Allí estaban asignados Adelmo y Ramón Ruiz Ojeda. Luego revisaron el módulo 5, donde habitaba Adrián Campos Hernández, el otro de los fugados.
No encontraron nada anormal, salvo que ninguno de los tres apareció. Entonces dieron aviso a la Policía Federal. A los tres se les seguían procesos por delitos contra la salud y delincuencia organizada.
Se encontraba en los patios del módulo 8, pero esa tarde, como era su costumbre, Niebla González, apodado el Señor, había ido a descansar al módulo 5, donde había comprado una carraca y la había arreglado para dejarla a su nivel: cama matrimonial, plasma de 42 pulgadas, computadora, frigobar, cámaras de vigilancia, aire acondicionado.
La carraca tiene su historia, pues la había habilitado otro interno que escapó el 3 de enero de 2011, siendo ésta la primera fuga del malovismo: Dorian Trinidad León Angulo.
De 35 años de edad, Dorian había ingresado al penal el 23 de septiembre de 2009. Fue detenido por elementos del Ejército junto con otros cuatro cómplices en un narcolaboratorio ubicado en la finca Estación Rosales, sindicatura de Culiacancito. Le decomisaron vehículos, armas y 80 kilogramos de cristal.
Salió por la puerta principal cuando familiares de los internos abandonaban el reclusorio después de un fin de semana de visitas, en medio de la algarabía del año nuevo y los ánimos encontrados del cambio de Gobierno. Pero con el destino ya escrito: el 18 de diciembre de ese año murió cuando era atendido en una clínica luego de haberse accidentado junto con su pareja, Claudia Félix Ochoa, cuando regresaban de una narcofiesta.
Claudia Félix, miembro infaltable de la farándula buchona, quien estableció después una relación sentimental con Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, resultó herida pero se recuperó.
Noticia y error
La noticia de la triple fuga del lunes 26 corrió como reguero de pólvora, porque empezó a circular en los corrillos policiacos que se había escapado Inés Coronel Aispuro, uno de los suegros de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo. Ríodoce publicó esta versión errónea y la nota fue retomada por medios locales y nacionales, hasta que fue desmentida por la Secretaría de Gobernación a través de un tuit: “es falso que (Coronel) se haya fugado de un penal en Sinaloa”, dijo el mensaje. Y agregó que Inés Coronel se encuentra preso en el penal federal de Hermosillo, Sonora.
Después de horas de hermetismo, la Secretaría de Seguridad Pública envió un comunicado donde informó que después de una revisión en el penal, se confirmó la fuga de tres internos, uno de ellos, Adelmo Niebla González, quien está procesado por los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y contra la salud; también su coacusado Ramón Ruiz Ojeda, del mismo módulo, por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército. Ambos fueron trasladados a Culiacán desde el Cefereso número 3 de Matamoros Tamaulipas el día 14 de diciembre del año 2013.
También se informó que al tomar lista en el módulo 5 de sentenciados, registraron la ausencia del interno Adrián Campos Hernández, quien purgaba sentencia de 15 años de prisión por los delitos de portación de Arma de Fuego, Acopio de Armas y posesión de cartuchos, a partir del 23 de febrero de 2009.
La historia del Señor
Fue a raíz de su detención, en septiembre de 2012, cuando se conoció la historia criminal de Adelmo Niebla González. Tenía 51 años y policías federales lo capturaron en Culiacán y fue presentado como uno de los principales operadores de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, líder del Cartel del Pacífico. Tenía un alias: Guillermo Nieblas Nava.
Junto con Niebla González fueron capturados Javier Alonso Fuentes Tostado —sobrino del legendario Pablo Tostado— y se les aseguraron dos vehículos, tres fusiles AR-15, 490 gramos de cocaína y equipos de comunicación.
Al ser presentados en la ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal informó que el detenido era responsable del trasiego de marihuana, metanfetaminas y heroína, de los municipios de Puerto Peñasco, General Plutarco Elías Calles y San Luis Río Colorado, a los condados de Maricopa y Casa Grande, en Phoenix, Arizona.
En un comunicado, la dependencia precisó que de acuerdo con las investigaciones, Niebla González, originario de Tamazula Durango, también era el responsable de traficar armas que ingresaba a territorio mexicano.
Su zona de operación para cometer actos ilícitos, se dijo, también comprendía las ciudades de Mexicali y Tijuana, Baja California, además de tener presencia en Culiacán Sinaloa, y en Tamazula Durango. En sus actividades mantenía una estrecha colaboración con Gonzalo Inzunza Inzunza, el Macho Prieto.
Se informó que desde hace más de 20 años se estableció en Sonoyta Sonora, donde inició su carrera delictiva cruzando migrantes de forma ilegal por la zona fronteriza a Estados Unidos; hechos por los cuales en varias ocasiones fue detenido y deportado a México.
En 2002 fue recluido en el Centro de Readaptación Social de Nogales Sonora, por delitos contra la salud y delincuencia organizada; en el 2006 conoció a Mario Aguirre Avilés El 9-9, uno de los principales operadores de Ismael Zambada García —muerto por el Ejército la noche del 5 de mayo de 2007— y bajo sus órdenes trasladó droga a Estados Unidos.
Niebla González conformó su propio grupo delictivo denominado los Memos y se estableció en Sonoyta, desde donde llevaba cargamentos de droga a territorio de la Unión Americana, hasta convertirse en uno de los principales operadores y gente de confianza del Chapo.
En 2008 fue consignado al Centro Estatal de Readaptación Social del estado de Durango por los delitos de posesión de arma de fuego, pero obtuvo su libertad bajo caución y de nueva cuenta se dedicó al trasiego de droga.
400 metros de túnel
Se habían presentado en Sinaloa fugas espectaculares. En 1991 se escaparon del penal de Mazatlán más de 90 reos por un túnel de 90 metros. Entre los fugados se encontraba Rigoberto Rodríguez Bañuelos, uno de los acusados de asesinar al periodista Manuel Burgueño Orduño, el 22 de febrero de 1988.
Pero no menos aparatosa fue la fuga de nueve reos el 5 de mayo de 2005, cuando, aprovechando una revisión “de rutina”, los reos salieron por la puerta principal vestidos de policías con pasamontañas. Todos los evadidos estaban vinculados al cártel de Sinaloa y entre ellos se encontraba Francisco Javier Flores Villarreal, quien había participado en el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, el 11 de septiembre de 2004.
Pero la fuga del Señor y sus dos escoltas pasará a la historia por la extensión del túnel, más de 400 metros construidos en solo dos meses, con un tramo que pasa por debajo de un canal, a una profundidad de 14 metros.
Fue al día siguiente de la fuga que los peritos de la PGR encontraron la entrada al túnel, en el módulo 5 del penal, justo atrás de la carraca de Adelmo Niebla, donde había construido una pequeña palapa.
Los módulos 5, 8 y 10 bis concentran a los reos más peligrosos, la mayoría de ellos sentenciados por delitos contra la salud y delincuencia organizada, y todos ligados al cártel de Sinaloa, ya sean parte de la organización de Joaquín Guzmán, o de la del Mayo Zambada.
Según fuentes del interior del penal, el módulo 8 lo controlaba sin duda Adelmo Niebla González y el 5 lo controla aún René Velázquez, el Finix, que pertenece al grupo de Los Ántrax.
Los peritos del Ministerio Público Federal se internaron en el túnel y lo primero que les sorprendió fue la profundidad que alcanzaba en la medida que avanzaban. La barda perimetral tiene ocho metros de altura y una extensión en los cimientos de siete metros. El túnel pasó por debajo de la pared, lo cual se observa a través de la zanja que se abrió con un trascabo en el exterior del penal, a la altura de la torre 5.
Al pasar por debajo de la barda, el túnel tiene una altura de un metro máximo y 70 centímetros de ancho, pero los peritos de la PGR y los bomberos que participaron en la investigación afirman que más adelante la altura alcanza casi 1.70, suficiente para que una persona de estatura media camine sin problemas.
El túnel sale por el lado norte del penal; veinte metros adelante de la barda perimetral tiene una vuelta hacia la izquierda y luego, en diagonal, se enfila hacia la colonia Luis Donaldo Colosio, de Aguaruto, hasta llegar al terreno desde donde se construyó, pasando por un terreno baldío, cruzando un miserable caserío de jornaleros agrícolas y cruzando por debajo del Canal Cañedo.
Se supone que la vuelta que tiene el túnel al salir del penal se hizo con el fin de evitar el Complejo Estatal de Seguridad Pública recién construido en la zona.
A simple vista se ven los cables para energía eléctrica, con los cuales sus constructores se auxiliaron en el uso de herramienta de excavación y ventiladores.
Prisa en la Colosio
La Colonia Luis Donaldo Colosio se fundó hace más de 20 años, con terrenos que se fueron regularizando poco a poco. “Ramiro” tiene su casa por la calle Luis Donaldo Colosio y tenía un terreno de 8 por 18 metros, casi enfrente de donde él vive. En marzo pasado llegó un hombre pasadito de los 50 años a comprarle la propiedad. Le dijo que lo quería para construir una casa. Le ofreció cien mil pesos y los aceptó. “Yo me encargo de las escrituras”, le prometió el comprador, de cuyo nombre no quiere acordarse.
Inmediatamente el nuevo dueño tramitó el contrato de energía eléctrica y echó una barda de bloques por todo el perímetro. La parte de enfrente la cubrieron con hojas de triplay usado. Y empezaron a trabajar en lo que decían sería una alberca. Los vecinos se la creyeron o al menos eso dicen. Nadie da datos, nada, solo que iban alrededor de diez jóvenes a trabajar y les “echaban los perros” a las jovencitas que pasaban por allí. Llegaban en camionetas al amanecer y se iban por la noche. Algunos dicen que vieron góndolas y otros que no. Pero de la tierra extraída, en el terreno habrá si acaso una tonelada.
Excavaron un hoyo de 15 metros de profundidad y de ahí enfilaron el túnel hacia el penal. Los bomberos que auxiliaron en el seguimiento de la obra después de la fuga, afirman que al pasar por debajo del canal, el túnel alcanza los 14 metros de profundidad.
Hicieron el trayecto a partir del boquete abierto en el módulo 5 y al llegar al terreno donde nace el túnel se encontraron que estaba tapado con una plancha de cemento.
Entonces regresaron y auxiliados por las coordenadas, empezaron a buscar en la zona, hasta que dieron con el lugar. La obra, todo un trabajo de ingeniería, se había construido en dos meses. De acuerdo a cálculos comparados, considerando diferentes medidas en tramos distintos, ancho y altura, para construirlo se habrían sacado más de 400 toneladas de tierra que simplemente se esfumaron.
¿Por la puerta o por el túnel?
La primera versión de la Secretaría de Seguridad Pública fue que la fuga ocurrió a través de la puerta principal, con el apoyo del personal de vigilancia. Pero al día siguiente la versión cambió y se dijo que podían haber salido por el túnel encontrado.
Hasta el cierre de esta edición, la PGR, encargada de las investigaciones, no había ofrecido información al respecto y todavía la tarde del viernes un trascabo hacía hoyos y zanjas en el penal.
Por lo pronto, de los 73 celadores bajo arraigo provisional fueron consignados nueve de ellos: Juan Carlos Nataren Ovando, comandante del cuerpo de de seguridad y custodia; Hernán Cruz Acosta, subcomandante, segundo al mando. Y los celadores Ubaldo Meza Osuna, Carlos E. Gutiérrez Cosío, Claudio Simeón Sánchez Paz, Otoniel Cota Castillo, José Javier Salazar Armenta, José Manuel Reyes Morales y Eduardo Navarro Contreras.
Algún culpable tiene que haber en un hecho de magnitudes históricas: Una operación así no puede pasar desapercibida, ni adentro, ni afuera.
Fuga a la libertad
En los últimos diez años han sido detectados al menos cinco túneles en el Penal de Culiacán para facilitar la evasión de reclusos.
20 de junio de 2004. Luego de detectar hundimientos de tierra se descubre un túnel construido desde uno de los módulos.
10 de febrero de 2006. Se descubre un túnel de 70 metros de largo construido desde la calle en dirección hacia la cárcel. El pasaje subterráneo estaba a 200 metros de su objetivo.
12 de febrero de 2006. Otro pasaje subterráneo, que era construido para preparar una fuga de reos, se localiza al descubrir excavaciones proyectadas a pasar por debajo de una torre de vigilancia.
25 de junio de 2007. Encuentran un túnel de más de 40 metros de largo, y casi siete de profundidad, presuntamente excavado por un interno siete meses atrás, desde su celda.
21 de octubre de 2009. Se localiza túnel en las inmediaciones del penal de Mazatlán, como a 30 metros de la carretera y a 50 de una de las torres de vigilancia, con una longitud de 450 metros, una profundidad de poco más de seis y un diámetro de dos y medio metros.
11 de marzo de 2010. Ocho reos se fugan por un túnel construido desde un taller del módulo 5 en el penal de Aguaruto. Acondicionado con energía eléctrica, el pasaje subterráneo es de una longitud de aproximadamente 15 metros por seis de profundidad.
20 de julio de 2012. Se encuentra túnel que lleva al exterior del penal de Mazatlán. Se descubrió porque la lluvia humedeció y hundió la tierra junto a la malla ciclónica de la prisión.
- Autor | Ismael Bojórquez
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