El personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado será sometido, de forma sorpresiva, a exámenes antidoping y posteriormente, volverán a realizar el examen de control y confianza.
Las medidas, según explicó el procurador Marco Antonio Higuera Gómez, surgen a partir de que se detectó a un trabajador de la dependencia que filtraba información a grupos delictivos.
Higuera Gómez señaló que los análisis toxicológicos ya iniciaron en la zona sur del estado y continuarán por toda la entidad, entre los trabajadores de la PGJ, desde secretarias hasta policías ministeriales.
De igual forma, todo el personal será sometido, de nueva cuenta, al proceso para acreditar el examen de control y confianza.
El fiscal del Estado destacó que se dio aviso a la Procuraduría General de la República sobre el caso detectado y se trabaja de forma paralela en la investigación.
Higuera Gómez enfatizó que se trata de trabajador de nivel menor que tenía relación con personas vinculadas a grupos delictivos.
“Estamos esperando un resultado que se mando solicitar a Cenapi, que es lo relativo al teléfono. El nivel de la persona es un nivel bajo, no maneja información, su vinculación es por personal ajeno a la institución, si una persona elije amigos o compañeros, pues lo que hagan de alguna manera le va a repercutir si esa persona está en actividades ilícitas”, detalló el procurador.
La semana pasada el procurador reveló que un trabajador de la PGJ filtraba información, a través de llamadas telefónicas que realizaba con integrantes de un grupo delictivo, del cual no se reveló el nombre.