De oficina en oficina, los ejidatarios de Higueras de Sanalona cumplieron tres días apostados en el estacionamiento de la Comisión Nacional del Agua.
Después de haber tomado las instalaciones de la Semarnat, a mediados de enero, ahora los ejidatarios aseguran que se quedarán a vivir en su “pueblo provisional”, ubicado en las oficinas de la Conagua.
Mientras las mujeres preparan sopa fría y rajas con queso en una cocina improvisada con mesas y fogones, los hombres afilan sus machetes, que según explican, son utilizados sólo como una herramienta de trabajo.
Enodio Samaniego, representante de la comunidad, aseguró que se quedarán ahí por un tiempo indefinido, en espera de que finalmente se solucione su petición.
“No hemos llegado a lo que nosotros queremos, nomás nos dicen que sí pero no nos dicen cuando, como la canción. Vamos a estar aquí hasta que nos den el billete porque nomás nos dicen que sí, nos vamos y ya no nos dan nada”, expresó el ejidatario.
Según explicó Samaniego, el líder del movimiento campesino, Serapio Vargas Ramírez, se encuentra en México, acompañado del gobernador del estado, Mario López Valdez y en espera de una reunión en las oficinas de Conagua.
Será hasta este jueves 5 de febrero, cuando los ejidatarios tengan una reunión informativa con su líder para definir el rumbo de la manifestación.
Los campesinos de Higueras de Sanalona reclaman la indemnización de 862 hectáreas expropiadas hace 65 años para la construcción de la presa Sanalona.
De acuerdo a estimaciones de los propios ejidatarios, se reclama una indemnización por 400 millones de pesos.