Cazan al 'Jaguar' en Navolato

La Sinaloa. Enfrentamiento con el Ejército.
La Sinaloa. Enfrentamiento con el Ejército.

Muere Germán Ceniceros Ibarra en enfrentamiento con el Ejército
Germán Ceniceros Ibarra y tres sicarios más murieron en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano la noche del viernes 28 de marzo, en la comunidad La Sinaloa, municipio de Navolato.
Versiones recogidas en el lugar de los hechos establecen que una patrulla castrense pasaba por el pueblo cuando fue agredida a balazos y con granadas por presuntos gatilleros que se daban a la fuga. El enfrentamiento ocurrió alrededor de las 18:00 horas.
Al menos cuatro elementos de la milicia resultaron heridos y trasladados a la clínica del Issste de Culiacán. No se reporta a ninguno de gravedad. Otras versiones explican que el Ejército recibió el aviso de que hombres armados se encontraban en una casa de esa comunidad y fueron a buscarlos.
Al responder a la agresión, los presuntos delincuentes trataron de huir tomando camino a la carretera Culiacán Navolato. Iban en una camioneta Hummer color negro, la cual cayó en un canal cuando el conductor perdió el control.
Al volante iba Germán Ceniceros Ibarra, quien quedó muerto. Uno más que lo acompañaba también murió. Dos más de los sicarios se internaron en una parcela aledaña pero también fueron abatidos.
El procurador de justicia, Marco Antonio Higuera Gómez, reconoció este lunes que uno de los muertos es Germán Ceniceros Ibarra, quien portaba una identificación a nombre de Sergio Enrique Cisneros Angulo. Los otros sicarios caídos en el enfrentamiento fueron identificados como Manuel Medida Rodríguez, Jónathan Tadeo Lagunes  y Fidencio Sánchez Espinoza.
La delegación de la PGR el sábado la presentación de las armas y pertrechos asegurados y dos detenidos, cuyos nombres aún no han sido dados a conocer.
La historia del ‘Jaguar’
No se supo que le decían el Jaguar hasta que se echó al monte. Fue siempre Germán Ceniceros Ibarra, quien después de 14 años de servicios en la policía municipal de Navolato lograría el grado de comandante. Cuando fue nombrado coordinador operativo de la corporación, en enero de 2008, el director Gabino Terrazas dijo que la designación de Ceniceros Ibarra estuvo respaldada en una evaluación del desempeño y análisis de su trayectoria. Y éste a su vez dijo que su nombramiento era un paso más en su carrera policial y que trabajaría con todo para brindarle una mayor seguridad al pueblo navolatense. Ceniceros Ibarra había ocupado los cargos de subcomandante de la Policía Municipal, subdirector de la Cárcel Municipal y comandante operativo en la administración de Víctor Godoy.
No pasó mucho para que se supiera cuál era la misión de Ceniceros Ibarra en la corporación. El 27 de octubre de ese año, un comando militar compuesto de decenas de elementos, a bordo de al menos 15 vehículos Hummer, llegaron a la casa de Cruz Carrillo Fuentes —en pleno centro de Navolato—, el hermano menor de Amado Carrillo el Señor de los Cielos. Preguntaron por el muchacho y delante de su esposa y sus hijos se lo llevaron. Junto con los militares había llegado a la casa una patrulla de la policía municipal de Navolato donde iban Germán Ceniceros y sus escoltas. La esposa de Cruz lo reconoció y así fue denunciado.
Ese mismo día fue encontrado un cuerpo calcinado en una estación de ferrocarril por la carretera Culiacán-Costa Rica. El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su identificación, pero una vez que se realizó la autopsia, dos días después, el cadáver fue robado por un comando.
Las autoridades guardaron silencio sobre la identidad del cadáver y fue hasta diciembre de ese año cuando el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, en un brindis de fin de año con periodistas, aseguró que José Cruz Carrillo había sido muerto en Culiacán.
Y entonces doña Aurora Fuentes, quien había denunciado formalmente su desaparición, afirmó que si estaba muerto era porque el Ejército lo había asesinado. Ya habían acusado al Ejército de los hechos y de paso a Germán Ceniceros y a su hermano Andrés, también policía, de guiar el operativo militar para llevarse a José Cruz Carrillo.
Atentan contra el alcalde 
La tarde del 4 de noviembre de 2008, un grupo de sicarios perpetró un atentado a balazos contra el presidente municipal de Navolato, Fernando García, donde tres colaboradores de su gobierno murieron y al menos dos quedaron heridos.
Las víctimas fueron los regidores Andrés Carrillo y César Villaescusa Gastélum y César Villaescusa Urquiza, su padre, quien había sido candidato a la presidencia municipal.
El convoy de la presidencia municipal circulaba por la carretera Navolato-Altata, entre Bariometo y la Bandera, cuando el comando los masacró. Dos semanas antes, el Oficial Mayor de ese municipio, Fabián Rodríguez Parra, fue asesinado a tiros en La Palma, sindicatura de Villa Ángel Flores.
Las autoridades nunca aclararon el atentado ni quisieron especular abiertamente sobre los móviles, pero extraoficialmente ligaron estos hechos al asesinato de Cruz Carrillo Fuentes.
Algo parecido al infierno 
Desde ese hecho, Navolato se convirtió en un infierno. Decenas de policías fueron asesinados, más de cincuenta renunciaron en 2009, el propio alcalde llamó a la gente a autoaplicarse el toque de queda a partir de las diez de la noche y él mismo desapareció en varios periodos.
Doña Aurora Fuentes siempre tuvo la certeza de que en la detención de su hijo Cruz y posterior asesinato, estuvo involucrado Germán Ceniceros porque así se lo contó su nuera, María Elena Retamoza.
Ese día que se lo llevaron los soldados tenían cerradas varias calles, pero José Cruz y su familia entraron sin problemas a la casa. Enseguida tocaron a la puerta y él abrió. A ella le ordenaron que no se metiera. Luego se lo llevaron.
Desde la puerta de su casa, María Elena vio que subían a su esposo en la patrulla 1430 de Navolato, tripulada por los agentes Germán y Andrés Ceniceros Ibarra. El vehículo policiaco se fue, resguardado por 15 Hummer militares, 13 de ellas con número de
identificación oficial: 2441, 2480, 4026, 4044, 4048, 4057, 4058, 4149, 4151, 4158, 4161, 4166 y 4167, todos precedidos por el 092.
“Al día siguiente, el martes 28 de octubre —relató Aurora Fuentes—, la patrulla municipal apareció con los chalecos y las armas de los policías, pero los agentes nunca aparecieron”.
Germán Ceniceros Ibarra se había transformado en el Jaguar. A partir de entonces, en la misma policía se decía que se había ido a trabajar con Joaquín, el Chapo Guzmán. Que él mismo citaba a los policías a reuniones que se realizaban en los alrededores de Navolato para exigirles que se definieran entre el Chapo y los Carrillo.
Fuentes de Ríodoce aseguran que el Jaguar terminó como jefe de sicarios de Dámaso López Núñez en las zonas de Navolato y Eldorado.

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