El H le pone trabas a su extradición

 

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Cártel de los Beltrán Leyva gana pleito tras pleito a la PGR

 

Mientras Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos; su hermano Héctor, el H, complica el camino a la Procuraduría General de la República (PGR) para extraditarlo y para juzgarlo en México.

El líder del cartel Beltrán Leyva obtuvo dos amparos por pifias de los agentes del Ministerio Público Federal.

Uno de los amparos fue en contra la orden de extradición y de momento no puede ser enviado a Estados Unidos; y el otro contra el auto de formal prisión y el Juez deberá reponer el proceso y dictar una nueva resolución.

Su hermano, el Mochomo, fue extraditado en noviembre de 2014 y el pasado 5 de abril sentenciado a cadena perpetua y al pago de 529 millones de dólares, en la Corte Federal del Distrito de Columbia.

Héctor Beltrán fue capturado en octubre de 2014, en un restaurante de San Miguel de Allende, en Guanajuato.

El Ingeniero, como también es conocido, está recluido en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, acusado del delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.

La PGR lo acusó con testimonio de testigos protegidos que presuntamente trabajaron con él, pero para los magistrados del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Noveno Circuito con sede en Tamaulipas, se deben valorar nuevamente las pruebas.

El Juez de la causa dictó el auto de formal prisión tomando en cuenta los dichos de testigos de las actividades que realizaba el H.

Dos de las declaraciones fueron recabadas en 2008, en la Agregaduría Regional de la PGR en Los Ángeles.

Los testimonios refieren que el H contaba con funciones de dirección, pues era encargado de dar órdenes y supervisar las actividades de sus subalternos respecto al tráfico de estupefacientes.

Uno de los testigos dijo haber conocido a Héctor en 1996, durante una reunión celebrada en una casa en el centro de la ciudad de Guamúchil, cabecera municipal de Salvador Alvarado, Sinaloa.

En esa ocasión, al testigo le encomendaron ser el enlace con un colombiano para coordinar los envíos de cocaína de Colombia a México.

Además debía conseguir personas para cruzar la droga hacia Estados Unidos y un avión Lear Jet, para transportar grandes cantidades de dinero.

El delincuente aseguró que bajo las órdenes de Héctor, recibió toneladas de cocaína en Topolobampo y entregó dinero a agentes de la Policía Judicial Federal que los apoyaban en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Otro de los miembros del cártel dijo que en una reunión en una casa en el Estado de México, en 1999, le ofreció encargarse del Aeropuerto de la Ciudad de México.

“Me  ofreció  el  Aeropuerto Internacional  de  la  Ciudad  de  México,  en  donde  podía recibir  cargamentos  y  le  dije  que  iba  a  checar  para  ver  si se  podía  hacer  algo,  que  le  daba  razón  en  cuanto  tuviera contactada  alguna  persona  de  Colombia  que  se interesara  en  mandar  droga  a  través  del  aeropuerto. Volviéndolo a ver ocho días después, y ya teniéndole una razón  para  empezar  a  trabajar  por  el  aeropuerto,  para hacer  envíos para  empezar,  en  el  cual  los colombianos  invertían  la  mitad  y  él  la  mitad,  viendo atractiva  la  propuesta por  lo  cual  se  consolidó  el  negocio, saliendo  todo  bien”, declaró.

Uno de los testigos que compareció en 2005 dijo haber conocido al H y narró que la droga se recibía en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, a través de barcos, y se enviaba por tierra al Distrito Federal y de ahí se repartía a otras regiones del país y Estados Unidos.

Aseguró que los miembros del cártel contaban con el apoyo del Instituto Nacional de Migración que les proporcionaban documentos falsos para obtener pasaportes.

Un testigo más declaró en 2008 que el H y su hermano Arturo controlaban varias plazas en la frontera norte, entre ellas Sonora, donde sembraban mariguana y la enviaban a Estados Unidos.

En algún momento, dijo, lo nombraron encargado de la plaza de Nogales.

Cuando los hermanos Beltrán Leyva se separaron del Cártel de Sinaloa, indicó, a él le dieron órdenes de empezar a matar civiles, policías y miembros del grupo rival para sembrar miedo.

El Juez de la causa estimó que con estos testimonios se acreditaba el delito de delincuencia organizada y dictó el auto de formal prisión.

Los abogados de Beltrán Leyva promovieron un amparo en que el juez falló a su favor, pero la PGR presentó un recurso de revisión.

El Tribunal Colegiado rechazó los planteamientos de la PGR y confirmó el amparo con el que el Juez de la causa deberá dejar insubsistente el auto de formal prisión y valorar otra vez las pruebas.

“Este  Tribunal  de  amparo  advierte  que  la autoridad  responsable, violó  las  reglas  del  debido  proceso”, señala la sentencia.

Los testimonios, menciona, fueron rendidos en una averiguación previa diferente a la que se inició contra Beltrán Leyva.

Héctor Beltrán Leyva obtuvo otro amparo, ahora contra la extradición a Estados Unidos.

El 12 de abril un Juez federal ordenó dejar insubsistente el acuerdo de extradición.

Además, pide reponer el procedimiento a partir de que el Juez consideró innecesario llevar a cabo una junta de peritos para la identificación del delincuente y determinar si se trata de la misma persona que reclama Estados Unidos.

En el procedimiento hubo una violación, por una divergencia: para un perito no existen elementos para realizar una identificación con las fotografías que presentó el gobierno estadunidense, pues son digitales, mientras que para otro experto sí son suficientes.

El Juez de amparo determinó que debió llevarse a cabo una reunión de peritos y de ser necesario nombrar un tercero en discordia.

“Se transgredieron las reglas que rigen el procedimiento, pues no se justificó la falta de integración de la prueba pericial referida a fin de establecer indubitablemente la identidad o falta de identidad entre el quejoso y la persona requerida”, indica la sentencia.

Con este amparo, Beltrán Leyva no podrá ser extraditado… por el momento.

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