Se espera captar agua en el estado, donde el nivel de las presas apenas de un 25 por ciento.
Ante la falta de precipitaciones pluviales en el estado, el 1 de agosto arrancó el programa de estimulación de lluvias 2023 por parte de la Secretaría de Agricultura de Sinaloa, con una inversión de 16 millones de pesos a partes iguales entre los gobiernos federal y estatal.
El programa contempla 20 vuelos operados por la Fuerza Aérea Mexicana con una carga de 100 litros de yoduro de plata que estimularán las nubes para propiciar las precipitaciones en la entidad.
El yoduro de plata se lanza en las corrientes ascendentes para que llegue a las nubes, lo que provocará una reacción de las moléculas de vapor y lograr la precipitación de las moléculas de agua.
El programa que concluirá el 10 de septiembre abarcará 2 millones de hectáreas en Choix, El Fuerte, Sinaloa, Badiraguato, Culiacán, Elota, Cosalá, San Ignacio, San Ignacio y Mazatlán.
Con el programa de estimulación de lluvias se espera captar agua en el estado, donde el nivel de las presas apenas de un 25 por ciento.
Según el secretario de Agricultura, Jaime Montes, el programa de estimulación de lluvias registró alrededor de 15 por ciento más de precipitaciones en 2022.
Efectividad
La estimulación de lluvias con el bombardeo o siembra de nubes es cuestionable, tanto por su efectividad como por la contaminación que puede ocasionar al medio ambiente.
De acuerdo con el documento del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México “Sobre la utilización de tecnologías de modificación artificial del tiempo para el incremento de la precipitación”, los resultados que arrojan estos programas “casi siempre con evidencia física insuficiente”.
En la comunidad científica, indica el documento, hasta ahora no existe un consenso de evidencia real sobre la efectividad de la siembra o bombardeo de nubes.
Este tipo de programas no es nuevo en el estado, pues de acuerdo con el ICAyCC, en las décadas de 1970 y 1980 el Servicio Meteorológico Nacional, dependiente de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, realizó la siembra de nubes con yoduro de plata, mediante bengalas colocadas en las alas de los aviones para estimular las lluvias.
Aunque las autoridades encargadas de estos programas en el país aseguran buenos resultados, el ICAyCC asegura que estos no son “estadísticamente concluyentes”.
Y ofrece algunas recomendaciones, como las de evitar estos programas sin antes conocer el costo-beneficio, hacerlo sin haber verificado sus hipótesis físicas de éxito y una validación estadística, ni aceptar argumentos ficticios de éxito de proyectos de modificación del tiempo que se pregonen sin validación científica.
Efectos
De acuerdo con el estudio “Contaminación ambiental por deposición de yoduro de plata” de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, junio de 2019, las conclusiones sobre las repercusiones del yoduro de plata en el bombardeo de nubes no representan riesgo para el medio ambiente y los seres vivos, aunque esta técnica debe seguirse estudiando porque algunos artículos indican que su uso de forma repetida y a largo plazo, puede afectar la microbiota.
Datos de la revista PNAS (The Proceedings of the National Academy of Sciences) revelan que los niveles de yodo registrados en la baja estratosfera en latitudes medias (zonas tropicales y templadas) serían responsables de hasta el 32 por ciento de la pérdida de ozono, niveles superiores a las ocasionadas por el cloro y el bromo.
Artículo publicado el 10 de septiembre en la edición 1076 del semanario Ríodoce.
