La Fiscalía Especial que sigue el proceso judicial del asesinato del periodista Javier Valdez, solicitó la orden de aprehensión de Dámaso López hijo, acusado como autor intelectual del crimen en mayo de 2017. La travesía ha sido larga, y podría serlo más. Dámaso López Serrano, el Minilic, está preso en los Estados Unidos y se requiere un procedimiento adicional para repatriarlo y que enfrente un juicio en su país.

La exigencia de justicia de familiares, amigos y activistas que han entregado tiempo y esfuerzo en la causa, se mantiene vigente cuando están por cumplirse cuatro años del asesinato.

A finales de febrero Heriberto Picos, el Koala, reconoció responsabilidad en el crimen de Valdez Cárdenas en un procedimiento abreviado y fue sentenciado a 14 años ocho meses de prisión. Pero el otro acusado, Juan Francisco Picos Barrueta, el Quillo, rechazó la propuesta de una condena de 20 años ocho meses y en noviembre pasado se programó para el 4 de mayo de 2021 como inicio del juicio por el homicidio de Javier Valdez.

Tepuche y Choix, vivir matándose

Aunque Sinaloa concluye el año con una reducción histórica en la violencia homicida, a niveles apenas comparables a hace más de una década, eso no implica que prevalezcan sus zonas de guerra. Este 2020 prevalecen dos sitios: Tepuche, una sindicatura contigua a la ciudad de Culiacán; y un grupo de comunidades del municipio de Choix.

En Tepuche se abrió un frente de guerra en una zona donde convive la pobreza extrema al lado de la ostentación de ranchos adaptados como salones de fiesta. Tepuche está invadido por las organizaciones criminales desde hace mucho tiempo, no es nuevo. Padres y madres de familia fueron viendo cómo los más jóvenes se iban convirtiendo en pistoleros. Una moto y un arma, un punto qué vigilar, unos cuantos miles a la semana, y ya estaban dentro.

Acumuló muertos en todo el año, no dejó de ser una zona caliente.

Igual Choix, o peor. Debe ser de los pocos municipios donde los homicidios superan a las muertes por Covid-19. Se reporta incursiones de grupos armados, escaramuzas constantes entre grupos criminales, quema de casas y carros, desplazamientos forzados en muchas comunidades.

En uno y otro frente va y viene la presencia de las fuerzas estatales y federales, pero en ninguno de los sitios se logró restablecer la tranquilidad, al menos aquella que se tenía antes de la guerra.

Villarreal, Malova, colchones…corrupción

Pasó 2020 y juicios e investigaciones sobre corrupción contra funcionarios públicos pasados o presentes durmieron el sueño de los justos. El ruido extremo que se hizo abriendo carpetas y llevando a juicios a funcionarios malovistas, el de mayor rango el Secretario de Administración y Finanzas, Armando Villarreal, no concluyeron en los términos que se planteó desde la acusación.

En diciembre, Villarreal Ibarra pidió a la Fiscalía Anticorrupción un procedimiento abreviado con una sentencia reducida. La acusación es por el desvío de 260 millones de pesos de cuentas de recursos federales a cuentas estatales. En el mismo procedimiento están acusados el exdirector de la Tesorería, Ernesto Herrera Félix, y el auxiliar de caja general, José Carlos López.

Al salir de la audiencia ese diciembre se le preguntó a Armando Villarreal:

-¿Admite la culpa con el procedimiento?

-“No necesariamente, son procedimientos que a veces en el gobierno se llevan a cabo para sacar adelante situaciones y eso lo tenemos que entender todos, porque ustedes ya tienen claro que ese dinero no está en bolsillo de ningún funcionario.” Respondió.
Todo se resolverá hasta el 2021. Si se resuelve.

Unos días después Carlos Castro, coordinador administrativo de Sedesol con Quirino Ordaz, fue absuelto de los delitos de peculado y negociaciones ilícitas.

La acusación era por haberse beneficiado con la compra de colchones que se entregaron a damnificados de la depresión tropical 19-E en 2018 y estaban podridos. Según la Fiscalía se compraron a sobreprecio, a un amigo suyo, Francisco Landgrave, pagando 2 millones 970 mil pesos aunque solo costaron 420 mil pesos.

Concluyó con sentencia absolutoria porque la fiscalía no logró acreditar que fue él quien realizó las transferencias. Los testigos que la Fiscalía ofreció, el ex secretario de Desarrollo Social, Raúl Carrillo Castaños, y la actual subsecretaria de Economía, Morayma Yaseen Campomanes, no acudieron y por inasistencia no se pudo demostrar la conducta delictiva de Carlos Castro.

La lucha feminista

Justo cuando tomaba fuerza avasalladora, la lucha feminista se paralizó por la pandemia. Las movilizaciones, protestas, marchas, y el tema de género que se estaba imponiendo en la agenda, especialmente en las acciones del 9 de marzo pasado, entró en pausa, pero no en abandono.

Los feminicidios –palabra que hasta el corrector de la computadora marca como incorrecto- son la cúspide de la violencia contra las mujeres. Pero al lado, antes y después, las distintas aristas de la violencia se multiplican. Y no solo es la violencia. Son las oportunidades, los ingresos, los obstáculos, las presiones sociales.

Ninguna lucha civil por la igualdad ha sido fácil en la historia de la humanidad. Colocar en el lugar de la anormalidad lo que durante generaciones hemos asumido que es normal lleva tiempo. El proceso para que quede claro que eso no es normal, necesita del valor de muchos. De la denuncia. No se puede cuidar la identidad de quienes queda claro que se cuentan entre esos hombres.

Por eso en el año no pararon las marchas ni las protestas, los tendedores de toda índole…pero tampoco los feminicidios, y la violencia.

Artículo publicado el 03 de enero de 2021 en la edición 936 del semanario Ríodoce.