Jesús Eduardo sigue sin saber para qué se lo llevaron. Todavía no entiende cuál era la finalidad del hombre que se lo llevó con engaños de Culiacán a Mazatlán.

El estudiante de 19 años estuvo desaparecido del 3 al 10 julio y durante esos días estuvo en el puerto, junto con Jesús Ernesto, alías la “Wendy”.

El joven narró que en el Centro de Culiacán fue abordado por la “Wendy” quien le ofreció un trabajo de office boy o de limpieza pero en el puerto y que podía ser en el Ayuntamiento o en el Palacio de Gobierno, además de una beca mensual y una laptop.

Tras platicar con él se pusieron de acuerdo y un día después en autobús se fueron a Mazatlán.

Allá se hospedaron en un hotel y los primeros dos días Jesús Eduardo traía su celular y se comunicaba con su familia y enviaba fotos.

Después, la “Wendy” le quitó el teléfono y lo dejó incomunicado y le decía que sabía dónde vivía su familia y que conocía gente que les podía hacer cualquier cosa.

Por temor a que le hicieron daño a su familia, Jesús Eduardo se mantuvo con la “Wendy” sin intentar escapar.

El joven cuenta que lo tenía con amenazas sicológicas.

En varias ocasiones se cambiaron de hotel debido a que Jesús Ernesto salía de pleito con los huéspedes.

La “Wendy” se gastó su dinero y luego el de Jesús Eduardo quien llevaba alrededor de 5 mil pesos.

“Me hace empeñar mis cosas, las empeñamos porque hasta ese momento ya se nos había terminado el dinero que teníamos y entonces es ahí cuando yo comienzo a dudar completamente de él porque me dice que es una persona de gobierno y digo si trabajas para gobierno porqué no se te han depositado los viáticos”.

“Ahí él en vez de darme una respuesta se enoja y me trata de ignorante, que yo no sé nada de eso, y le preguntaba pero el solo se enojaba y empezaba a gritar y ni entendía lo que me decía era puro gritar”, dijo.

Señaló que los días que estuvo en Mazatlán si tenía suerte comía una vez al día.

“Él empezó a pedir dinero en la calle pero noto que sigue queriendo hacer lo mismo con otras personas, encuentra jóvenes por la calle y como que también los aborda tratando de decirle lo mismo que a mí, pero yo busco no acercarme porque al sentirme bajo amenaza trato de no meterme en eso y de no ser cómplice de delitos que el pudiera cometer”, narró.

Expresó que el 10 de julio en la noche, salieron a un teléfono público de donde la “Wendy” supuestamente hablaría con la “licenciada” con la que trabajaría y marcó al 911 y pidió que lo comunicaran con la “licenciada” y le dijeron que esperaran 30 minutos para que lo comunicaran.

Se quedaron ahí esperando, junto a una taquería, cuando llegaron tres patrullas de la Policía Municipal que  al parecer iban a la taquería y se bajaron los agentes.

Uno de los policías lo identificó, se acercó y lo vio de cerca y vio las fotos que estaban circulando en redes sociales y lo reconoció.

Los separaron a ambos para interrogarlos y luego se los llevaron a Barandilla donde quedaron detenidos por faltas al Bando de Policía pero no supo por cuál falta.

Jesús Eduardo fue entregado a sus familiares un día después y la “Wendy” quedó detenido por el delito de fraude genérico.

Señaló que agentes investigadores le dijeron que se dedicaba a extorsionar a otros jóvenes a quienes también les ofrecía trabajo y los enganchaba pero no le explicaron cual era la intención.

Jesús Eduardo llamó a los jóvenes a no creer en cualquier promesa de trabajo que les hagan en la calle.

“Hay muchos como yo que tenemos necesidad, yo les recomendaría que pensaran muy bien las cosas, que no tuvieran confianza en cualquier persona, que se aseguren con quien están hablando y no tengan confianza y menos en personas que está en la calle”, dijo.