Su abogado defensor no descarta una negociación con el gobierno norteamericano
El pasado jueves 12 de septiembre, en medio de un completo sigilo, Ismael, el Mayo Zambada, fue transferido de una prisión en El Paso, Texas, a una corte federal del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, donde fue presentado ante un juez y posteriormente recluido.
Pero el Mayo, que fue presentado ante el juez James R Cho,ya no era el mismo Mayo que todo mundo conoció a través de las fotos que, en 2010, le tomó Julio Scherer García, el único periodista de quien se supo que entrevistó al otrora capo. De hecho, según confirmaron periodistas que asistieron a la audiencia, ni siquiera era el mismo Mayo que apareció en la foto que algún agente del FBI le tomó al momento de arrestarlo, el 25 de julio pasado en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México.
Este Mayo Zambada era más vulnerable e involuntariamente más viejo de lo que realmente aparentaba. Tampoco parecía el mismo que el fiscal Francisco Navarro acusó de controlar un ejército de pistoleros, y que bajo sus órdenes asesinaron a militares, policías, narcotraficantes, enemigos, y traidores de su propio cártel, incluso hasta a familiares, según reveló la fiscalía en una moción presentada la semana pasada, donde afirma que Ismael Zambada mandó matar a su propio sobrino, Eliseo Imperial Castro, el Cheyo Ántrax, en mayo de este año.
Este Mayo se miraba másviejo, vulnerable y acabado, tal vez por el encierro al que nunca había sido sometido. O quizás, como observara un periodista asistente, es que todo era una estrategia de la defensa para mostrar a un acusado que se viera más acabado y vulnerable.
Y, sin embargo, según observa su abogado Frank Pérez, la posibilidad de negociar con Estados Unidos es nula, pero al mismo tiempo latente, dejando la posibilidad abierta para un juicio, o bien a esperar a ver qué ofrecen los fiscales que puedan beneficiar al acusado de lo que sería su fin refundido en las sombras de una prisión federal de máxima seguridad, como ocurrió con el otro fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín, el Chapo Guzmán.
Los cargos
Ismael Zambada García, de 78 años, fue acusado de 17 cargos, incluyendo tráfico de drogas, asociación delictuosa, homicidio de al menos tres personas (incluyendo la del Cheyo Ántrax), tortura, portación ilegal de armas de fuego de uso exclusivo del ejército, entre otros.
De ser encontrado culpable en cualquiera de los cargos por los que es acusado, podría costarle una sentencia de por vida en una prisión federal, y aunque el abogado asegura que defendido no negociará con el gobierno de Estados Unidos, tampoco descarta la posibilidad de negociar con los fiscales, como en el pasado hicieron Vicente Zambada Niebla, Jesús Reynaldo Zambada García, el Rey, Dámaso López Núñez, el Licenciado, y muchos otros antiguos capos que se integraron al programa de testigos protegidos en busca de condenas no tan severas.
El expediente número 09-cr-00466, radicado en una corte federal del Distrito Este de Nueva York, precisa que el Mayo ha sido acusado al menos en 16 ocasiones en los últimos 20 años, incluso, en la misma corte donde fue presentado ya había emitido una orden de aprehensión en su contra, en 2009, y nuevamente lo hizo en febrero de 2024, porque en esta ocasión los cargos incluían homicidio y tráfico de fentanilo, una opiáceo 50 veces más potente que la heroína, y que tan sólo en 2021, acabó con la vida de más 100 personas que murieron por sobredosis.
“El acusado ha traficado grandes cantidades de narcóticos, incluyendo cocaína, heroína, metanfetaminas, y más recientemente fentanilo, y ha lavado miles de millones de dólares”, dijo el fiscal Francisco Navarro, en una moción presentada el mismo 12 de septiembre.
Según puede leerse en el documento, fue a partir del año 2000, cuando Zambada García junto con su antiguo socio el Chapo Guzmán, que ambos narcotraficantes decidieron llevar el negocio de tráfico de drogas a otro nivel, y tomaron el control sobre el tráfico de cocaína desde Colombia, hasta Estados Unidos, donde también se hicieron del control de la distribución en todo el vecino país del norte, incluyendo Nueva York.
Eso habría generado ganancias por miles de millones de dólares a la nueva empresa, dirigida entonces por Zambada García junto con su socio, Joaquín Guzmán, lo cual provocó que, al tener tanto dinero de procedencia ilícita, buscaran todo tipo de medios para blanquear ese dinero.
“El aumento de esas ganancias permitió que las operaciones del cártel crecieran el tráfico de narcóticos a gran escala, y se hicieran de transporte terrestre, aéreo y marítimo, lo que finalmente condujo a traficar más droga, lo cual terminó llenando Estados Unidos de cocaína y otras drogas, incluyendo heroína, metanfetamina y, al menos desde 2012, fentanilo”, se lee en el documento.
Esa habilidad de mover droga hizo que el cártel, a través de Zambada García, lograra un poder desmedido que le valió hacer uso de la violencia e intimidación para cometer asesinatos y así silenciar a posibles testigos y disuadir a las autoridades en el desempeño de sus funciones.
El control del Cártel ha sido la corrupción pública, y Zambada García operó con impunidad en los niveles más altos del mundo del narcotráfico mexicano mediante el pago de sobornos a funcionarios del gobierno que protegían a sus trabajadores y envíos de drogas mientras eran transportadas a través de México y hacia los Estados Unidos”, precisa la moción.
Y mientras el fiscal Navarro no se reservaba ningún tipo de adjetivos para señalar que el Mayo era una amenaza para la sociedad, y que por lo tanto debía permanecer encarcelado, periodistas que cubrieron la audiencia dijeron Zambada García, quien vestía uniforme de presidiario color beige y de manga corta, permanecía callado, mirando fijamente al fiscal y de vez en cuando llevándose las manos a la boca para morderse las uñas.
“Se miraba nervioso, pero no estaba esposado ni tenía la estatura que yo hubiera pensado, sino que era un hombre de 1.70 de estatura, cuando mucho, y mucho más viejo de lo que se miraba en las fotos al momento de su arresto”, dijo una productora de National Geographic que asistió a la audiencia, realizada en una corte federal de Brooklyn.
A pesar de que el abogado del Mayo, Frank Pérez, solicitó un juicio rápido, los fiscales señalaron que éste no era conveniente dada la cantidad de evidencia que existe en su contra, y que tomará mucho tiempo para que los fiscales y la misma defensa revise.
Se espera que el inicio de juicio ocurra el próximo 31 de octubre, y los fiscales que estarían acusando a Zambada García son, además de Navarro, Robert Pollak, Adam Amir, Lauren Bowman, Andrea Goldberg y Melanie Alsworth.
De irse a juicio y ser encontrado culpable, el Mayo Zambada podría pasar el resto de su vida en prisión.
Artículo publicado el 15 de septiembre de 2024 en la edición 1129 del semanario Ríodoce.