En el homenaje a Héctor Melesio Cuen Ojeda en la UAS este sábado, el encargado del despacho de Rectoría, Robespierre Lizárraga Otero, aseguró que la lucha que encabezó el exrector asesinado la noche del jueves, no se detendrá.

“Aquí frente a él le decimos, le juramos, que de hoy en adelante no nos van a detener en la lucha que él encabezó”, gritó ante decenas de universitarios que acudieron a despedir al fundador del Partido Sinaloense y diputado federal electo por el PRI.

“Hoy, ante nosotros, está nuestro líder, nuestro maestro…, al momento de enterarme de la terrible noticia, al igual que ustedes, el sentimiento fue de orfandad…, esas balas asesinas no van a parar su liderazgo”, expresó, “su trascendencia está en cada uno de nosotros, está impregnado en los muros de este edificio y en cada uno de la Universidad”.

Al edificio Central de la UA acudieron también familiares de Cuen Ojeda, su esposa Angélica Díaz Quiñónez, sus hijas y su hijo Héctor Melesio Cuen Díaz, quien tiene una orden de aprehensión por negarse a comparecer, dentro del proceso que se sigue contra autoridades universitarias por presuntos delitos de compras irregulares, así como amigos. Ahí estuvo también Arnoldo Valle Leyva, director de Comunicación Social, quien sufrió un ataque a balazos apenas el 5 de julio en el interior del edificio de Rectoría, y del que logró salir ileso.

En el homenaje también se hicieron presentes los exrectores Víctor Antonio Corrales Burgueño, Jorge Luis Guevara Reynaga y David Moreno Lizárraga.

El discurso de despedida de Lizárraga Otero, que inició con una semblanza del líder, fue interrumpido en varias ocasiones, por gritos de los trabajadores de la UAS: “Cuen… Cuen… Cuen…” y “Justicia, justicia, justicia”, se escucharon una y otra vez.

En su mensaje advirtió también que el llamado a las autoridades será permanente hasta que haya justicia para Cuen Ojeda.

“El llamado es a seguir adelante, y ante cada adversidad, ante cada piedra en el camino, recordemos la figura de Héctor Melesio Cuen Ojeda y salgamos y sigamos adelante…”

Los exrectores presentes hicieron una guardia de honor ante el también exsecretario de Salud, asesinado la noche del 25 de julio en La Presita en un supuesto intento de robo de vehículo.

Al mediodía los familiares determinaron el traslado del cuerpo para darle sepultura en un jardín funerario.