Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, declaró ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset que Israel no pondrá fin a la guerra en Gaza hasta que logre sus tres objetivos bélicos.
La destrucción de las capacidades militares y de gobierno civil de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la garantía de que Gaza no suponga una amenaza para Israel.
“No se puede llegar a ningún acuerdo antes de que se cumpla la exigencia de retirada del ejército de ocupación y alto el fuego”, agregó. Hamás sigue comprometido con la destrucción de Israel.
Las conversaciones, mediadas por Egipto y Qatar con el respaldo de Estados Unidos, han tropezado durante meses con un choque de posiciones.
Israel solo se ha mostrado dispuesto a suspender la guerra a cambio de los rehenes, afirmando que entonces reanudaría la campaña para eliminar la amenaza de Hamás.