Activistas que viven con VIH incendian la entrada principal del edificio del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) en la Ciudad de México para denunciar la escasez de medicamentos.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, convocados por la organización VIHve Libre, que ofrece apoyo comunitario a personas con el virus, una decena de asistentes lanzaron piedras contra el edificio, ubicado en la colonia Polanco y pintaron sus cristales con proclamas como ‘El VIH no es un crimen’ o ‘Mi vida no es un puto juego’.
A la concentración también acudieron representantes de Infancias VIHsibles, una asociación que brinda soporte a niños con el virus y que trabaja para darles visibilidad.
Según fuentes de la organización, no consiguieron hablar con la directora de Censida, Alethse de la Torre Rosas, pese al compromiso de un representante de la Secretaría de que así sería, quemaron tres sofás en el vestíbulo del inmueble.
Al lugar acudieron elementos de la policía de la CDMX y bomberos a apagar el incendio, que empezaba a afectar el techo de la primera planta.
El director de VIHve Libre, Alaín Pinzón, en declaraciones a EFE, denunció “la falta de prevención a nivel nacional” y que “el programa de PrEP (profilaxis pre-exposición) está totalmente en pañales en muchos estados”, además del “desabasto de medicamento antirretroviral”, una problemática que ha existido “siempre”, pero que se agudizó a partir de 2019.
El activista advirtió que esto “se debe a que (el gobierno) compra medicamento, pero no lo distribuye”, pues “no hay una cadena de suministro completa”.