La mazatleca Bárbara Lango Barrón, de 39 años de edad, viajó a Israel con el objetivo de salvar vidas a través de Médicos Sin Fronteras, y hoy se encuentra atrapada en medio de la guerra. Su padre pide ayuda a las autoridades mexicanas para que su hija y su esposo puedan regresar.
“Le escribí al presidente Andrés Manuel López Obrador, para pedirle que despierte a la comunidad internacional a través de sus representantes diplomáticos y políticos, y ejerzan presión los dos bandos beligerantes (ejércitos de Hamás e Israel) y se logre abrir el corredor humanitario”, dije el también doctor Porfirio Lango, padre de Bárbara.
Bárbara Lango se encuentra en el sur de la Franja de Gaza, esperando una oportunidad para salir de la zona de conflicto.
“Yo ya le escribí al presidente de la República, le expuse la situación y le hice la solicitud para que influya sobre la comunidad internacional para que permitan la creación del corredor humanitario y permitan la salida de mi hija y mi yerno y de tantos inocentes que están padeciendo una muerte grotesca, porque la gente que está muriendo no tiene relación con ejércitos, no tiene relación con milicia no tiene filiación partidista ni mucho menos”, añadió.
Mientras son peras o manzanas, cuando al doctor Langos se le pregunta si su hija se encuentra serena en medio del estallido de la guerra: “Mira, la verdad, como sinaloense, te lo voy a decir como lo decimos aquí los sinaloenses, mi hija tiene unos huevotes, se ha mantenido tranquila durante todo este tiempo a pesar de las bombas que han llegado a estar tan cercas como en la casa de enfrente en la que ella está”.
El doctor Lango quien tiene su consultorio en la Clínica del Mar, en Mazatlán, cuenta que su hija Bárbara, está en la Franja de Gaza, en un campo de concentración, donde estaban prácticamente puros palestinos y organizaciones humanitarias internacionales.
“Mi hija llegó a Gaza, mi hija es médico, su especialidad es la anestesia, anestesiológa, ella tenía varios años trabajando para Médicos Sin Fronteras, han andado en Yemen, en Haití y su última misión el año pasado en Gaza, terminó su misión exitosamente”, relató.
Añade que a pesar de que su hija ya había concluido su contrato con Médicos Sin Fronteras, su traductor palestino de nombre “Zuleimán” se prendó de su hija y la siguió buscando y decidieron casarse, pero al enamorado le negaron la visa para venir a México y entonces el matrimonio tuvo que celebrarse en Gaza, donde ahora viven una luna del miel terrible.
Como a “Zuleimán” le negaron la visa, el doctor Lango y su esposa, padres de Bárbara, acompañaron hasta a El Cairo a su hija, donde el prometido había volado ex profeso desde Palestina para encontrarse con ella y casarse entre abril y mayo del presente año.
“Desde que empezó la guerra, ella está con su esposo y la familia de su esposo, gracias a Dios la familia de su esposo la quiere mucho y la han hecho fuerte, toda la familia la adora y ella ama a toda la chamacaza”, enfatiza Lango.
Lango afirma que está en contacto permanente con el “cuerpo diplomático” de México, mismo que hace todo lo humanamente posible para poder regresar a su hija y a su yerno “Zuleiamán” a Mazatlán sanos y salvos, donde ellos originalmente tenían pensado vivir desde que decidieron casarse.
“Lo único que hace falta es que la opinión internacional, que todos los países del mundo logren convencer a las partes beligerantes, tanto de Hamás como del ejército israelí, que den un alto al fuego y que abran un corredor humanitario que permita la salida de mi hija y de su esposo, claro está, pero también el resto del personal humanitario que está ahí, y de la infinidad de civiles inocentes”, insistió.
