Una vidente (Natasia Demetriou/ Diana Alonso) le dice a Peter (Noah Jupe/Jared Mendoza) las palabras suficientes para que recobre la esperanza de volver a ver a su pequeña hermana Adele (Pixie Davies/ Sarah Mendoza), a pesar de que todos le aseguran que murió en un incendio. Sin embargo, para comprobar esa información, el chico debe superar los difíciles y casi imposibles retos que le asigna el rey (Aasif Mandvi/ Christian Strempler) y hacerse de una elefanta, la cual, se supone, lo llevará a reencontrase con esa niña que dejó de ver a sus 3 años.
En medio de películas que forman parte del gusto y preferencia de muchas personas (Sing ¡Ven y canta!, 2016; Shrek, 2001; Shrek 2, 2004), La elefanta del mago (The Magician’s Elephant/EU/2023) se cuela entre las más más vistas de Netflix, aunque no se trata de una superproducción, de que es la primera de la directora Wendy Rogers, que no posee una estructura narrativa atractiva y de que no presenta, en general, nada nuevo.
Es cierto que esta cinta distribuida por esa famosa plataforma streaming y animada por esta misma junto a Animal Logic (responsable, entre muchas otras, de los efectos visuales de Doctor Strange: Hechicero Supremo, 2016; Capitán América: Civil War, 2016; Avengers: Era de Ultrón, 2015), funciona en lo general (sobre para los más pequeños), está bien realizada y no le pide nada a ninguna otra de este corte que se jacte de buena manufactura y éxito en taquilla, pero no se trata de una excelente, con alcances de volverse un clásico.
Con un guion de Martin Hynes, basado en la novela homónima de Kate DiCamillo, el filme tiene una de sus fortalezas en la personalidad de Peter, un niño al que la mayor parte de su ilusión para vivir es la esperanza de volver a ver su hermana, de quien está seguro sigue con vida, así todos le insistan que no, por lo que es perseverante en su intento de encontrarla y es capaz de hacer lo que sea para lograrlo, incluso, ponerse al “tú por tú” con el rey y, con una valentía honorable, aceptar sus retos, que de vencerlos, tendría muchas posibilidades de descubrir el paradero de esa niña que es su única familiar con vida.
La película invita al espectador a no darse por vencido, a continuar con una actitud positiva ante las circunstancias, por más drásticas y dolorosas que sean, a ser resiliente, a creer en sí mismo, a luchar por sus objetivos y sueños, y a que la magia, lejos de asociarla con hechizos negativos, puede funcionar como un impulso para trabajar y conseguir los propósitos.
Aun con su decente animación que precisa cada uno de los detalles de los personajes y los contextos de una manera “realista”, una de las debilidades de la cinta es su condescendencia con el espectador. Se entiende que está dirigida a todo público y que habrá menores de edad que no pudieran comprender tramas complejas, pero La elefanta del mago es demasiado obvia.
Aunque no decepcionará a la mayoría, el filme es muy predecible, tiene una estructura narrativa sencilla, “facilona” (aun con sus ilustrativos flashbacks); sin ser completamente aburrida, es monótona; y las aventuras y las situaciones no son realmente emocionantes ni divertidas. Véala… bajo su propia responsabilidad como siempre.
Artículo publicado el 02 de abril de 2023 en la edición 1053 del semanario Ríodoce.
