Rastros de sangre, granadas activas, cientos de casquillos y vehículos quedaron en el inmueble donde fue detenido Ovidio Guzmán López, ubicado en la sindicatura de Jesús María.
La vivienda se localiza en una loma. Tiene un portón de madera que quedó tiroteado.
La casa tiene cochera para seis vehículos. Ahí quedaron dos camionetas Mercedes Benz, un razer y dos cuatrimotos.
Justo afuera hay una Suburban y una Volkswagen. Todos los vehículos quedaron tiroteados.
En el patio hay rastros de sangre, un casco blindado y tres granadas que no estallaron cubiertas con una toalla amarilla. Los militares les dijeron que no las tocaran y que personal especializado iría a retirarlas. En dos casas vecinas hay una granada en cada una.
En el sitio hay una casa con palapa amplia.
En el camino que conduce a la vivienda hay cinco camionetas blindadas con afuste para fusil y blindadas que fueron atravesadas para bloquear el camino.
Los vecinos aseguran que apenas inició el operativo se llevaron a Ovidio pero los tiroteos duraron cerca de 12 horas.
“Si ya se los habían llevado para que chingados seguían tirando”, comenta una de las vecinas.
Desde los helicópteros, dicen, tiraban a la casa y a las viviendas de los alrededores.
Los militares se retiraron del lugar hoy por la tarde y el lugar quedó sin sellos de aseguramiento y con las puertas abiertas.
Los militares dejaron el poblado cuando permitieron el ingreso de personal de derechos humanos y periodistas, pero cuando estos se retiraban volvieron a entrar el pueblo.