Residentes del ejido 5 de Mayo cercaron áreas verdes para protegerlas del acaparamiento que vivales están consumando para apropiárselas.
Se trata de una franja de terreno de más de un kilómetro de longitud ubicada entre el derecho de vía del carril sur de la carretera Los Mochis-El Fuerte y un canal de riego.
En el lugar, los cercos y postería comenzaron a aparecer meses atrás sin que ninguna autoridad lo frenase, incluso se colocaron pisos de concreto y en algunos casos se colocaron casetas. La invasión no está habitada.
Rosa Jichimea Valenzuela, fundadora del colectivo Mujeres Indígenas Trabajando, dijo que el comisariado ejidal aprobó la posesión de los lotes por mujeres fundadoras del ejido y sus hijos y el movimiento también fue respalda por el comisario municipal, Benjamín Bacasegua.
Jichimea aseguró que en la posesión de los predios del área verde no se persigue una propiedad ilegal, como actualmente la ostentan desconocidos que incluso anunican ya la venta de los polígonos y hasta la renta de los mismos.
“Nosotros sabemos que son áreas verdes, pero las poseeremos como protección para el ejido porque pretendemos crear puntos de desarrollo comunitario para que las madres de familia pueden obtener algún ingreso con la vendimia de alimentos u otros productos.
“Es injusto que un terreno de uso y disfrute común se pretenda enajenar por desconocidos sin que ninguna autoridad lo frene, por eso, ese derecho se reclamó a los ejidatarios y estos accedieron a otorgarlo”, expuso.