El mismo día que Ema (Cassandra Ciangherotti) finalmente se hace una prueba rápida de embarazo, se entera de que su abuela (Isela Vega), quien es una pieza fundamental de su crianza y educación, y a la que ama profundamente, tiene problemas graves de salud, por lo que no duda en ausentarse de su trabajo para acompañarla en los que podrían ser sus últimos días, aunque no considera que ahí también está su madre (María Rojo), con la cual no lleva una buena relación. Indirectamente, la dinámica durante su estancia en la casa de la abuela, ofrece a Ema la posibilidad de situarse en una posición diferente, desde donde puede ver aspectos desconocidos de la gente a su alrededor y de ella misma, lo que le facilita tomar una de las decisiones más relevantes de su vida.

Aunque Las horas contigo (México/2014), dirigida por Catalina Aguilar Mastretta, tiene más aspectos a favor que en contra, su mayor fortaleza son las actuaciones. Es verdaderamente un deleite apreciar las interpretaciones de buena parte de su elenco, del cual su trayectoria avala su enorme capacidad para actuar. En él, sobresalen esas tres mujeres que, desde su rol de abuela, madre e hija, ofrecen una lectura muy particular de lo que podría implicar la maternidad.

Es escaso lo que Vega habla. En buena parte de la cinta, escrita por la propia Aguilar Mastretta, la sonorense permanece postrada en una cama a merced de sus cuidadoras (notable Arcelia Ramírez), las 24 horas del día, pero lo poco que dice y cómo es suficiente para que quede gravada en la memoria del espectador la imagen de esa abuela, que es, quizás, como la de la mayoría: conversadora, amorosa, alcahueta; con la disposición total para convivir, aconsejar y dejar una huella imborrable en esa “hija” por “decisión”, con la que logra empatizar mucho más que con la que, efectivamente, “sí lo es” o sí parió.

La elección de Ciangherotti para el personaje en el que se centra la historia es un acierto más de la película disponible en Netflix. La actriz es muy convincente al mostrarse en conflicto no solo por la posibilidad de perder a un ser querido, sino por verse obligada a relacionarse con su madre y por cómo esos dos aspectos la llevan a visualizar y cuestionar su probable desempeño en la crianza y a decidir si quiere o no ser mamá.

La (casi) siempre extraordinaria Rojo no se queda atrás como esa mujer que prioriza su trabajo como cantante y, por lo tanto, no le dedica tiempo suficiente a su hija, a quien acertadamente deja al cuidado de la abuela —hay que considerar

que su discurso y comportamiento extravagante, rebelde y libertino, no es una novedad en la pantalla: es, tal vez, una constante en ella.

Las actuaciones, sus diferentes lecturas de la maternidad, el enfrentarse al proceso de un hecho irreversible, saldar cuentas, la religiosidad y el crecimiento personal, pesan mucho en Las horas contigo y la hacen una cinta entrañable e imborrable, al grado de que no se alcanzan a tomar en cuenta de manera significativa sus debilidades, entre las que destacan su ritmo un tanto lento, la carecía de momentos realmente dramáticos y el dedicar tiempo de más a situaciones irrelevantes. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 09 de octubre de 2022 en la edición 1028 del semanario Ríodoce.