A casi ocho años de los hechos ocurridos en Ayozinapan, un informe publicado por la periodistas Peniley Ramírez hoy sábado en el Periódico Reforma reveló que casi todos los 23 normalistas desaparecieron el 26 de septiembre fueron asesinados, descuartizados y enterrados esa misma noche.

En su publicación la periodista, quien tuvo acceso un informe sin testar, relata que los criminales de Guerreros Unidos pensaron en quemar a los estudiantes normalistas, pero como eran muchos cadáveres cambiaron de opinión. Decidieron repartirte los cuerpos para que cada grupo se deshiciera como pudiera.

Indica también que la decisión de matar a los normalistas se tomó la misma noche del 26 de diciembre porque los grupos criminales creían que algunos jóvenes trabajaban para un grupo criminal contrario.

Señala que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca había dicho que no quería ningún estudiante vivió. La misma periodista reproduce un mensaje de texto que hiciera la hija del mismo presidente municipal a una amiga

“Los nacos hicieron enojar a mi papá. Dijo que recuperaran la mercancía y que los changaran a todos. Nunca ví a mi papá tan molesto. Total me fui a acostar”.

Relata además Peniley Ramírez en su columna Linotipia que debido al escandalo por la desaparición de los estudiantes crecía, el alcalde José Luis Abarca  avisó a sus contactos en el Ejército que Tomás Zerrón, quien había sido enviado por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, le ha había propuesto que pidiera licencia y desapareciera.

La versión había sido que le habían ofrecido al alcalde Iguala se declara autor intelectual y desapareciera.

La periodista explicó que hace unas semanas la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa público un informe de la investigación en un versión pública, la cual testó así toda la narración y los mensajes que se intercambiaron los participantes, sus parejas e hijos; pero que ella había obtenido el informe sin testar que contiene el relato que decidió escribirlo con toda la crudeza como aparece en el documento, con los criminales hablando de los estudiantes como si fueran animales.

Las mensajes, señala la periodista en su columna, demuestran la deshumanización y violencia de algunos sectores de la sociedad mexicana que deberían obligar a reflexionar acerca de o que hemos hecho mal como país.