Cada 14 horas se registra una agresión contra periodistas en el país
Cada 16 días, en promedio, un periodista es asesinado en México. El índice de homicidios de comunicadores es tan grave que, en 2022, ejercer el periodismo está resultando más peligroso que ser soldado, pues por cada elemento castrense que ha sido muerto en el cumplimiento de su deber, cinco periodistas fueron asesinados por el ejercicio de su profesión.
“La lista de periodistas asesinados en México es espeluznante y parece alargarse inexorablemente, sin que el gobierno federal, ni las autoridades locales se hagan cargo de la dimensión del problema ni tomen decisiones valientes”, dijo Emmanuel Colombié, director de la Oficina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en América Latina, en un comunicado emitido por esa organización.
El más reciente periodista asesinado fue Fredid Román, muerto a balazos el pasado 22 de agosto, en Chilpancingo, Guerrero y, según RSF, Román es el quinceavo periodista asesinado en lo que va del año, alertando a grupos de defensa de los derechos de periodistas a que nuevamente alcen su voz contra el presidente Andrés Manuel López Obrador para que haga algo, pues la justicia en la mayoría de esos homicidios es “casi nula”.
Desde que inició la administración de López Obrador han matado a 36 periodistas, tres comunicadores más que elementos castrenses asesinados en el mismo periodo de tiempo, eso sin incluir que hay dos periodistas desaparecidos, aunque según expone RSF, en casi todos esos casos la impunidad es casi total.
Igual de escalofriante son las 331 agresiones verbales y físicas en los primeros seis meses de 2022, que incluye contacto físico, hostigamiento, amenazas, decomiso y destrucción de material como vídeo, grabaciones de audio y fotos, así como confiscación de equipo, lo cual es sólo parte de los ataques que son víctimas periodistas al momento de realizar su labor, según explica Balbina Flores Martínez, representante de la RSF en México.
“El 80 por ciento de esos ataques llegan en forma de amenazas que vienen principalmente de funcionarios públicos, y ahí no se incluyen los 15 homicidios de periodistas que han ocurrido en lo que va del 2022”, explicó Flores Martínez.
Juan José Estrada Serafín, un fotoperiodista de origen purépecha que trabaja para la agencia Cuartoscuro, en Michoacán, asegura que él ya fue una de esas víctimas, luego que unos guardias de seguridad de un supuesto funcionario público le quitaran su cámara fotográfica, “sólo por tomar fotos a los guardaespaldas que discutían con un motociclista”.
Según el fotoperiodista, el decomiso ocurrió el pasado 17 de agosto, a las 12 del mediodía, en la esquina que forman las calles Camelinas y el bulevar García de León, en Morelia Michoacán, donde los guardaespaldas que viajaban a bordo una Suburban color blanco, bajaron para reclamar algo al motociclista, y Estrada Serafín, que estaba atrás del motociclista, sacó su cámara para documentar el incidente.
Según la versión del fotoperiodista, al ver los guaruras que eran fotografiados, se dirigieron a Estrada Serafín para pedirle que borrara las fotos y fotoperiodista se rehusó argumentando que era periodista y tenía derecho a exponer todo tipo de abuso por parte de la autoridad. “Me amenazaron que me iban a llevar con ellos”.
“Yo no quería bajar, pero los guaruras me empezaron a agredir, y me hicieron bajar del auto, y yo bajé, sólo para que me quitaran mi cámara”, explicó Estrada Serafín.
Fuentes de gobierno del estado de Michoacán dijeron que el incidente estaba siendo investigado, pero que no contaban con elementos suficientes para fincar responsabilidades ya que no han podido identificar ni a los guardaespaldas, ni el supuesto funcionario del estado a quien protegían, y de momento no existe certeza que pertenezcan al gobierno de Michoacán.
“No se tiene número de placas del vehículo ni ningún otro elemento que pueda identificar a quien dice el periodista le quitaron su equipo, entonces no sabemos qué elementos considera para decir que funcionarios de gobierno del estado lo despojaron de su equipo”, dijeron voceros de gobierno del estado.
Para Leopoldo Maldonado Gutiérrez, director regional de México y Centroamérica de Artículo 19, incidentes como el ocurrido Estrada Serafín, tienden a pasar desapercibidos ya que todos se enfocan en los homicidios de periodistas, que de entrada es lo más lógico, pues una vida ya no se recupera y el 2022 está resultando el año más mortífero para periodistas en México.
“Preocupan los ataques, aunque la realidad es que la tasa de homicidios se sigue disparando, y más preocupante es aún que se mantenga la impunidad en la mayoría de esos casos, y que no veamos que las autoridades actúen con urgencia para investigar y resolver muchos de esos homicidios”, dijo Maldonado Gutiérrez.
Según Artículo 19, en México se registra un ataque contra periodistas o medios de comunicación cada 14 horas, y los números se siguen incrementando, por lo que urge que el gobierno haga algo para detener estos abusos y agresiones.
“Vemos una serie de discursos en esta administración que apunta a que no habrá impunidad, pero la realidad sigue siendo otra, y la prueba es el registro de abusos y ataques, y el número de homicidios que hay en el país”, observó el director de Artículo 19.
Balbina Flores, representante en México de Reporteros sin fronteras (RSF), apuntó por su parte que según las denuncias hechas por parte de comunicadores, la mayoría de las amenazas y ataques vienen por parte de funcionarios públicos, pero lamentó que las agresiones y amenazas no haya una acción preventiva ante el mecanismo de protección de periodistas.
“Y cuando las hay, no son acciones coordinadas por el gobierno con el Mecanismo, sino que sólo se trata de reacciones ante un hecho que ya fue consumado”, dijo Flores.
Según RSF, el 2022 es el cuarto año de manera consecutiva que México es el país más peligroso y más mortífero del mundo para ejercer el periodismo, por delante de países en guerra como Ucrania o Yemen.
Artículo publicado el 28 de agosto de 2022 en la edición 1022 del semanario Ríodoce.
