La Cuarta Ola ha costado 560 vidas en Sinaloa

CULIACÁN. La capital del estado, el foco rojo de la pandemia.

Sinaloa en semáforo verde, pese a la incidencia de casos y muertes de COVID-19

El regreso del estado al color verde del semáforo epidemiológico se da a pesar de que la incidencia de contagios de COVID-19 se mantiene a la par de los fallecimientos. El parámetro, con respecto a los dos años anteriores, ha sido la hospitalización.

Tanto 2020 como 2021 dejan porcentajes altos de pacientes ocupando alguna cama de hospital, mientras que este 2022 la cantidad es menor. Sin embargo son las muertes otro número que se mantiene alto. La cuarta ola ha costado más de 560 vidas en el estado.

Entre el 1 de enero y el 9 de marzo, Sinaloa ha reportado de manera oficial a través de la Secretaría de Salud del Estado, 44 mil 661 casos de COVID-19, de los cuales al menos han fallecido 569 de esos pacientes.

Es decir, el 1.27 de los contagios durante la cuarta ola en Sinaloa han terminado con la muerte del paciente.

La cifra parece minimizarse en comparación con la cantidad de casos reportados cada 24 horas. Después de mantener registros históricos durante enero y febrero de más de mil 500 contagios, a inicios de marzo la cifra cae a menos de 200 en promedio.

Y con ello la movilidad. El saldo de Semana Santa sigue sin ser revelado por el secretario de Salud, Héctor Melesio Cuen Ojeda, y en los informes diarios aún no existe incremento ni de contagios ni muertes derivados de esos festejos.

Sin embargo los números que se presentan siguen siendo altos. Por ejemplo, durante la primera ola, Sinaloa dejó un promedio de hasta 20 fallecimientos cada 24 horas. Después vino una estabilización de la pandemia y los reportes manejaron promedios entre 10 y 12 decesos diarios en el estado.

La siguiente ola deja un promedio de 19 muertes cada 24 horas, mientras que la tercera, hasta ahora la más letal, la cifra superó los 22 fallecimientos diarios. Esta última cifra no es concluyente, todavía en el reporte del 9 de marzo un fallecimiento del 19 de agosto se registró en plataforma.

Hasta ese día se reportan de manera oficial en Sinaloa 9 mil 671 muertes. Esto significa que al menos el 8 por ciento de los pacientes contagiados con el virus SARS-CoV-2 han fallecido.

Esto mantiene al COVID-19 como la segunda causa de muerte entre los y las sinaloenses, sólo detrás de las afecciones cardiacas.

Y la tendencia parece no cambiar. El corte al 9 de marzo deja cifras que, aunque la autoridad considere de baja incidencia, se deben tomar en cuenta: en promedio cada 24 horas se reportan 178 casos de COVID-19 y 4 personas fallecen.

La historia repitiéndose

Al inicio de la pandemia, en Sinaloa los contagios se concentraban en los municipios más grandes. Solamente entre Culiacán, Mazatlán, Ahome y Guasave, más del 75 por ciento de los casos surgían en estas ciudades, las cuales son también las de mayor movilidad.

Más de dos años más tarde y después de la tercera ola, la tendencia sigue siendo la misma. Estos cuatro municipios albergan al menos al 93 por ciento de los casos reportados durante los inicios de marzo.

Entre el 1 de enero y el 9 de marzo de este año, estos municipios acumulan casi el 87 por ciento de los casos reportados por la Secretaría de Salud en Sinaloa.

El resto de los casos se reparten entre los otros 14 municipios. En conjunto mantienen una incidencia apenas ligera, algunos llegando a reportarse libres del coronavirus por lapsos o al menos con cifras por debajo de los 5 casos.

Y el grueso de la pandemia activa se concentra en Culiacán. La capital del estado sigue siendo el epicentro de los contagios al contener al 44.54 por ciento de los casos entre el 1 de enero y el 9 de marzo.

Es decir, en ese período Culiacán registra 293 contagios de COVID-19 cada 24 horas. Eso significa más de un 2 mil 500 por ciento más de casos que todo el estado de Durango registrados de manera diaria.

La incidencia por cada 100 mil habitantes en la capital sinaloense supera los 5 mil 33, cifra mayor a la que se maneja en promedio a nivel estatal que es de 3 mil 975.

La hospitalización

Uno de los puntos más importantes para mantener el color verde en el semáforo epidemiológico de riesgo es la hospitalización. Sinaloa mantiene, según datos de Salud Estatal, un porcentaje alto en disponibilidad de camas.

Al corte del 28 de febrero apenas 52 pacientes ocupan una de las mil 570 camas disponibles en Sinaloa.

Sin embargo datos de la Red IRAG difieren. Al corte del 1 de marzo se mantenían al 100 por ciento de su capacidad respecto a ocupación general tres hospitales del estado.

El hospital general de zona del IMSS número 49 en Ahome, el General de Guasave y el de la SEDENA en Mazatlán, se reportaban hace poco más de una semana a capacidad tope.

Fuentes del IMSS informaron que esos datos manejan un desfase significativo, lo cual vuelve más difícil rastrear un estatus más real de la pandemia en Sinaloa: el desfase de casos, muertes, reporte de pruebas positivas y de capacidad hospitalaria constantemente dejan dudas.

Sin embargo la autoridad insiste en que las cifras sí muestran una tendencia a la baja. Después de romper récord tras récord, casi 200 contagios por COVID-19 registrados de manera diaria no suenan a muchos cuando se llegaron a reportar hasta mil 600.

Artículo publicado el 13 de marzo de 2022 en la edición 998 del semanario Ríodoce.

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