Fue un boicot, dice Othón Osuna; que aclare alcaldesa participación de familia, exige Couret

La décima quinta edición del torneo de pesca de lobina “Huites 2022” estaba programada para tres días de actividades, pero la noche del sábado 26 de febrero se suspendió abruptamente tras un tiroteo que no dejó saldo de sangre, sino daños materiales, pérdidas económicas, mala imagen para la demarcación serrana, y la sospecha de que la familia de la alcaldesa intervino como causa del conflicto.

En esta, sobresale que la familia de la alcaldesa, Amalia Gastélum Barraza, inició la confrontación que se agravó por el supuesto robo de un acumulador perpetrado por la Policía Estatal Preventiva asignada al municipio.

La presidenta municipal delegó en el secretario, Othón Osuna Soto, la respuesta a los hechos en que se le involucra, pese a estar en reunión con su jefe de policía, Juan José Valenzuela Villela, otro de los involucrados.

Ante el sesgo que ha tomado la versión oficial, que se contrapone con la vertida por testigos y de la comunidad, Josefina Couret de Saracho, decana defensora de Derechos Humanos en Choix, pidió a la alcaldesa aclarar ante la Fiscalía General de la República (FGR) la participación de sus yernos en el tiroteo del sábado 26 de febrero, y fundamentó en el Artículo Octavo Constitucional, que consagra el derecho de petición, se le informe el resultado de la comparecencia y acuerdo.

Al momento no se conoce si la familia de la presidenta municipal fue llamada a declarar en el asunto o se presentaron voluntariamente a hacerlo.

De acuerdo a Osuna Soto, los hechos sucedidos a las 23:00 horas del 26 de febrero en Techobampo de los Paredes, fue orquestado por un grupo de individuos desconocidos que se sienten los propietarios de la plaza para boicotear un torneo de pesca, cuya única intención era posicionar a Choix como destino turístico de pesca deportiva y que habría reunido a unos 2 mil pescadores de Estados Unidos, Culiacán, El Fuerte y Ahome.

Los hechos iniciaron con la agresión de una mujer a una de las hijas de la alcaldesa, interviniendo el novio, situación que fue controlada con intervención de policías que estaban asignados al resguardo del evento, y casi simultáneamente, se reportó que en el acceso al campamento, en donde se celebraba el convivio de pescadores, reportaron la presencia de un grupo armado que colocaba ponchallantas.

La policía acudió al lugar y el grupo se dispersó, abandonando en el sitio una camioneta.

El director de la policía decidió quitarle el acumulador para evitar el encendido y la recuperación de la unidad, y posterior a ello ocurrió la agresión a balazos que fue repelida por la policía, sin que se conocieran bajas por ningún lado.

Osuna Soto aseguró que, tras los hechos, los pescadores se dispersaron y el evento se canceló.

Lo narrado y reconocido por el secretario de la comuna, profesor jubilado y ex tesorero durante el segundo mandato del alcalde Miguel Ángel Ávila Piña, confirmó lo contado por las versiones populares y negado por la alcaldesa a medios de comunicación locales.

Osuna Soto dijo que los hechos se desencadenaron paralelamente, y por ello se considera organizado y orquestado para desestabilizar el torneo de pesca, y no como un ataque al gobierno.

Descartó que ello tuviera un origen político o de venganza contra la alcaldesa por su petición de mayor presencia policial en la mesa de seguridad pública: “Ella no tiene tales enemigos, porque su campaña proselitista no fue de ataque, sino de propuesta, y las peticiones se realizan en el marco de su responsabilidad de procurar el bien común”.

Dijo que la investigación está en manos de las autoridades estatales y federales, pues se considera que en los hechos participó un grupo de la delincuencia organizada, sin precisar autoría, nombre o clan.

“No los conocemos”, indicó.

Tras los hechos, Josefina Couret de Saracho remitió a la alcaldesa, Amalia Gastélum Barraza, un comunicado para que ponga a disposición de la FGR a su yerno y se aclare la situación, pero una semana después de ello desconocía si lo habría realizado.

Una zona muy violenta

La administración de la alcaldesa ha tenido tres incidentes violentos en los primeros cuatro meses de su administración.

El primero ocurrió el 14 de noviembre del 2021, durante la primera quincena del gobierno incipiente.

Esa mañana, fue localizada una camioneta Ford Explorer, color negro y placas de circulación VPG-130-B, estacionada en la calle Benito Juárez, entre el palacio municipal y la plazuela, con los cadáveres de dos muchachos.

En los cuerpos de ellos se pintó una leyenda con marcador de color negro: “IM el 01” y “LEMO”.

La población se indignó por el caso, pues se trataba de dos jóvenes trabajadores, sin antecedentes públicos de delincuencia.

El segundo caso ocurrió el 29 de diciembre del 2021, cuando del centro comercial fue privado de la libertad Omar Guillermo Ramírez, ex director de Desarrollo Económico en la administración de Omar Gil Santini, quien habría entregado el mandado a Gastélum Barraza.

La familia del joven pretendió que la policía municipal lo buscara y rescatara, pero según lo dicho, la Presidenta Municipal se negó.

Investigadores criminales contaron que el caso de Omar Guillermo tendría relación con la privación de la libertad y posterior asesinato en Los Mochis del choicense, Héctor Manuel Borbolla Torres, alias el Cheto, cuyo cadáver fue encontrado con heridas de tortura y con balazos abajo de un puente en el Dren Juárez y carretera México-15. A este se le seguían antecedentes por ser aparente miembro de un grupo delictivo que opera en Bacayopa, Choix.

Y el tercero, la balacera del 26 de febrero durante el segundo día de captura de lobina en el torneo “Huites 2022”.

Artículo publicado el 06 de marzo de 2022 en la edición 997 del semanario Ríodoce.