Hong Kong ordenó la entrega de decenas de hámsteres para su “eliminación” después de que se encontraron rastros de COVID-19 en 11 animales en una tienda de mascotas, informó el diario The Guardian.
La orden incluye la entrega de mascotas que se compraron días antes de Navidad, además advierten de no “besarlas ni abandonarlas en la calle” mientras que Hong Kong intenta mantener una estrategia de cero COVID.
El gobierno anunció el martes la detección de rastros del virus SARS-CoV-2 en 11 hámsteres de 178 animales entre ellos conejos, hámsteres y chinchillas examinados en la tienda de mascotas Little Boss y el almacén asociado en Causeway Bay.
Asimismo las autoridades investigaban el primer diagnóstico de variante Delta no rastreable de la ciudad en más de tres meses, en un empleado de una tienda.
Además confirmaron que dos empleados habían dado positivo a COVID-19, incluido uno que limpia las jaulas de los animales y manipula a los hámsters.
Por lo que se ordenó la suspensión inmediata de las ventas de hámsters y la importación de todos los roedores.
Se deben entregar unos 2 mil hámsteres, incluidos los comprados desde el 22 de diciembre, informaron los medios locales, y los propietarios deben presentarse para realizarse la prueba.
Sophia Chan, secretaria de salud de Hong Kong, admitió que no había evidencia de que los animales domésticos puedan transmitir la enfermedad a los humanos, pero las autoridades actuaron con precaución.
Louis Yeung, de la tienda Chinchilla and Pets en la isla de Hong Kong, dijo que tenía unos 20 hámsters en stock y estaba esperando instrucciones.
“Un hombre me llamó y me pidió mi número de teléfono y me dijo que me enviaría un mensaje, pero hasta ahora no tengo ninguna información del gobierno”, dijo a The Guardian.