“Llegué con un órgano autónomo de transparencia con asfixia… pero no me pusieron la soga al cuello”
Al concluir su periodo como presidente, José Alfredo Beltrán Estrada, revela que recibió una institución asfixiada presupuestalmente con 4.9 millones de pesos de ministraciones que no se le habían entregado a la CEAIP, un órgano atado, totalmente inoperante y con deudas por 805 mil pesos.
En ese escenario la institución operaba además con un desorden administrativo, el cual fue consignado por la Auditoría Superior del Estado en la auditoría practicada en el año 2019, de la cual persisten para la ASE un total de 22 observaciones, algunas motivadas por omisiones como el no haber entregado al Pleno los estados financieros del primero, segundo y tercer trimestre de ese año.
Es un convencido que instituciones como la CEAIP deben predicar con el ejemplo y ser congruentes con el decir y con el actuar.
El que aparezcan por la ASE como observaciones no atendidas, en el último reporte elaborado en octubre de 2021 por la Auditoría Superior del Estado, no implica que no se respondieron, sino que fueron situaciones no graves que no se hicieron en su momento y no se hacen ahora como válidas las enmiendas, explica.
La auditoría permitió a la CEAIP que la ASE mostrara, a manera de radar, cuáles eran las debilidades de la institución y carencias, comenta.
Beltrán Estrada antes de ser presidente de la CEAIP era un periodista crítico de los excesos de los personajes públicos. “La gente está encabronada por tanto abuso de poder y quienes venimos de ese sector estamos obligados a dar respuestas y resultados.”
Ahora su opinión del sector púbico es que no todos son rateros porque se ha encontrado con gente de mucha valía con calidad humana y compromiso.
Quien se había desempeñado como presidente en los dos últimos años reta a que se le escarbe su paso como funcionario público para comprobar que no se convirtió en nuevo empresario ni adquirió una vivienda en una zona de alta plusvalía. Sigue viviendo, afirma, en la misma casa en un sector de clase media, y sus hijos siguen yendo a las mismas escuelas.
“No va a encontrar un nuevo rico en mi persona”.
Todas las observaciones en el 2019 son parte del pasado, no nos tocó vivirlos, pero sí atenderlas. “Yo llegué a la parte final y me tocó un cachito”, recuerda cuándo llegó a la CEAIP el 23 de octubre de 2019 y una semana más tarde ser convirtió en presidente y tuvo que pagar de su salario el recibo del servicio de agua potable por la escasez de recursos de la institución.
La precariedad de recursos, explica, formaba parte de una cultura política para los órganos autónomos que implicaba la idea de que todos están subordinados hacia el Poder Ejecutivo, por lo que no se había construido una relación de independencia que ahora está en marcha, pero que implica ganarse la confianza respecto a la toma de decisiones. En el caso de CEAIP es un tema que viene de varios sexenios, indica.
Acompañado Juan Carlos Pérez Garrido, el titular del Órgano Interno de Control, compara que bajo su administración al frente de CEAIP terminaron el 2019 y 2020 sin deuda y 2021 incluso con remanente.
Explican que las situaciones detectadas por la ASE no es posible revertirlas, pero si subsanarlas , y de las cuales hay al menos diez investigaciones en curso.
Para organizar y fortalecer la CEAIP se eliminaron gastos de líneas telefónicas, se pusieron en operación bitácoras para reducir el uso de gasolina, ahora sí se están pagando impuestos sobre la renta e incluso por primera vez en la historia a partir del 15 de enero, el personal está afiliado al IMSS y tendrá derecho a prestaciones como una pensión o tener acceso a Infonavit.
Cuestionado sobre si la CEAIP operó con verdadera autonomía o fue solo simulación responde que se le dejó operar. “No me pusieron soga al cuello, no me pidieron puestos de CEAIP´”.
A su llegada, comenta, la 63 Legislatura con Graciela Domínguez Nava a la cabeza, se logró dar fin al asfixia presupuestal y logró romper la inercia histórica que había estado oprimiendo los temas de acceso a la información pública y la protección de datos personales.
Asegura que tanto el gobernador Quirino Ordaz Coppel como Rubén Rocha Moya no asfixiaron a la CEAIP, y se les dejó operar, como lo muestran las resoluciones, revocatorias y modificaciones que instruyeron para la entrega de información.
Cuando se le pregunta sobre nuevas observaciones que pudiese tener la ASE durante su desempeño, responde que siempre habrá porque son órganos que estuvieron precedidos por simulación y que no se le dieron las herramientas para sacar sus labores.
“Y en lo que a mí respecta siempre hemos honrado la palabra”, expresa en el encuentro que se realiza por zoom como medida preventiva ya que al menos una cuarta parte de los colaboradores han resultado contagiados por COVID en los últimos días.
Al cuestionarle sobre si no aspiraría a ser de nuevo presidente de la CEAIP, una renovación que desfasó poco más de dos meses, afirma que la presidencia es pantalla, oropel, significa un esfuerzo extraordinario, no es una cuestión de ego.
“Si no llegó a repetir van a encontrar en mí un agente de cambio desde la posición de comisionado”, remata.
Artículo publicado el 16 de enero de 2022 en la edición 990 del semanario Ríodoce.