El Gobierno de Estados Unidos ofrece hasta 5 millones de dólares de recompensa a quien proporcione información para detener a los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán.
Las autoridades consideran a Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, como miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa, además de que cada uno está sujeto a una acusación federal por su participación en el tráfico ilícito de drogas.
En un comunicado el Departamento de Estado informó que durante años, Estados Unidos ha sufrido la peor epidemia de drogas de su historia, impulsada por muertes por sobredosis de heroína y fentanilo fabricado ilícitamente y un aumento en la disponibilidad de metanfetamina.
Las organizaciones criminales transnacionales, señala, son en gran parte responsables de llevar estas drogas y la violencia relacionada a nuestras comunidades.
Indica que para contrarrestar esta amenaza al pueblo estadounidense, el presidente Joe Biden ha firmado dos nuevas Órdenes Ejecutivas (EO) que declaran una emergencia nacional para hacer frente a esta epidemia y otra que establece formalmente el Consejo de los Estados Unidos sobre el Crimen Organizado Transnacional (USCTOC).
Con estas Órdenes Ejecutivas, el presidente está tomando medidas decisivas para combatir las organizaciones criminales transnacionales.
Las primeras designaciones del Departamento del Tesoro ayudarán a interrumpir la cadena de suministro global y las redes financieras que permiten que los opioides sintéticos y los precursores químicos lleguen a los Estados Unidos al mismo tiempo que interrumpen el flujo de opioides a nivel nacional, menciona.
Como parte de ese esfuerzo, anunciaron recompensas por 25 personas entre ellas los hijos del Chapo.
Ovidio Guzmán tiene una orden de extradición que el gobierno mexicano intentó cumplimentar el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, cuando el hijo del Chapo fue detenido y liberado por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador luego de un tiroteo de varias horas, y de que cientos de sicarios tomaron la ciudad y realizaron bloqueos, quemaron vehículos y secuestraron militares.
Jesús Alfredo está en la lista de los 10 más buscados por la DEA desde 2018.
