La Justicia de Reino Unido avaló este viernes el recurso presentado por Estados Unidos para extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange al país, donde podría enfrentar una condena de hasta 175 años de prisión.
Assange está acusado en EU de espionaje, por revelar datos privados del Ejército estadounidense durante misiones en Irak.
El tribunal de Apelaciones reactivó el proceso para revertir el veredicto de un tribunal de primera instancia, que consideró que había motivos de salud y un alto riesgo de suicidio para el acusado en caso de continuar con el proceso.
El juez Ian Burnett indicó que el riesgo que corre Assange “queda excluido debido al paquete de garantías presentado por la parte estadounidense”.
Por su parte, el equipo legal del activista está estudiando recurrir el fallo.
Hace dos semanas el también periodista hizo una petición para casarse con su novia Stella Moris, en la cárcel de Belmarsh, donde se encuentra recluido mientras soluciona su posible extradición.
Moris calificó la noticia del fallo como “grave error judicial” y ha hecho hincapié que la extradición es abusiva y vengativa.
A su vez, Kristinn Hranfsson, portavoz de WikiLeaks, lamentó que fuera “en el día de los Derechos Humanos, la Justicia británica ha lanzado al periodismo de investigación a la oscuridad”.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, denunció de nueva cuenta que la detención del periodista es “arbitraria” y exhortó a que sea puesto en libertad cuanto antes.
Nils Muiznieks, director de la ONG en Europa, se pronunció en los mismos términos y alertó de que si es extraditado, “podría enfrentarse a graves violaciones de los Derechos Humanos, a malos tratos e incluso la tortura”.
Por su parte, el director de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, condenó la decisión de la corte y lamentó que Assange sea un “objetivo” por su “contribución al periodismo”.
