En puerta su sentencia, negoció con EU para reducir su condena
El destino de Emma Coronel Aispuro, esposa del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán, entrará a su etapa final mañana martes, cuando un juez federal determine la pena que la ex reina de belleza deberá pagar ante la justicia estadounidense, luego de declararse culpable de cargos relacionados con tráfico de droga, lavado de dinero, y conspiración.
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Aun cuando las acusaciones contra Coronel Aispuro son suficientes como para hundirla en prisión por hasta 14 años, fiscales del caso liderados por Arthur G. Wyatt, sugirieron al juez Rudolph Contreras que el castigo fuera por 48 meses además de confiscarle un 1 millón 499 mil 970 dólares,, cantidad que la acusada consintió en pagar.
“Es una sentencia no tan severa, cierto, pero seguro es una sentencia que está basada en alguna negociación que la acusada hizo con la fiscalía estadounidense, y el hecho de que se trata de una madre de familia, también influirá en la decisión del juez”, opinó Luis V. Sáenz, fiscal del Condado de Cameron, en Texas.
La negociación pudo haber incluido una serie de argumentos por parte de la defensa, quien ha insistido en varias ocasiones que el motivo por el cual la acusada decidió declararse culpable y ya no regresar a Culiacán, fue por sentirse insegura de que gente ligada a las distintas facciones del cártel pudieran hacerle daño.
Ese argumento, y la premisa de la corte por balancear el efecto disuasivo con la aceptación de responsabilidad de la acusada, en junio pasado, influyó para que los fiscales determinaran sugerir que la acusada fuera sentenciada a una pena no mayor de 48 meses.
“Hay muchas situaciones en que los fiscales no deben revelar los acuerdos que hacen con los acusados, y no están obligados a hacerlos, pero de que se hacen acuerdos, sin duda”, insistió Sáenz.
Aun cuando Coronel Aispuro se benefició económicamente de las actividades delictivas de su marido, además de que en julio de 2015 lo ayudó a escapar de la prisión del Altiplano, en el Estado de México, también es cierto que, a diferencia de otros capos mexicanos que son juzgados por cargos similares, la otra realidad es que la acusada no cuenta con un historial criminal, pero también pesa el hecho que ella decidió no enfrentar al gobierno estadounidense.
Los 48 meses de prisión sugeridos por los fiscales no lo es todo, pues la sugerencia de los fiscales también incluye que Emma Coronel sea supervisada durante los cinco años posteriores a su liberación, y de mantener una conducta intachable podría lograr realmente la libertad total, y sólo entonces podrá regresar a México.
Coronel Aispuro, de 31 años, de nacionalidad mexicana y estadounidense, fue detenida el 22 de febrero pasado, en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en Virginia. Cuando fue presentada ante el juez, acusada de cargos por conspiración y tráfico de droga, Emma se declaró inocente, pero cinco meses después, en junio pasado, cambió su declaración y aceptó los cargos de asociación ilícita para traficar cocaína, metanfetaminas, heroína y mariguana, lavado de dinero y participación en transacciones de propiedades pertenecientes a un narcotraficante.
Se cree que, a partir de ese momento, acordó cooperar con los fiscales del caso, y los fiscales acordaron sugerirle al juez Contreras una sentencia no tan severa.
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“Emma Coronel siempre se supo perdida, y quienes la conocen, sabían que la ex reina de belleza no conocía las leyes estadounidenses, y el hecho de haber sido detenida la pondría sobre la pared, por eso rápido se hizo de un buen equipo legal que sin duda la asesoró bien”, dijeron personas familiarizadas con el caso.
Emma Coronel se casó con el Chapo, 32 años mayor que ella, en julio de 2007, en un domicilio de Canelas, Durango, en una ceremonia privada muy sencilla a la que sólo acudieron familiares muy allegados a la pareja, y desde entonces la ex reina de belleza alcanzó fama internacional como la mujer del capo.
Actualmente Coronel Aispuro se encuentra recluida en la prisión de Alexandria, muy cerca de Washington DC.
Artículo publicado el 28 de noviembre de 2021 en la edición 983 del semanario Ríodoce.
