La escena parece repetirse aunque el contexto parece ser distinto. La expectativa que brinda una creciente vacunación en el estado y una tendencia a la baja en nuevos contagios y casos activos de COVID-19, dan a la autoridad el beneficio de la duda con el nuevo semáforo epidemiológico verde para Sinaloa.

Después de semanas con altos índices de contagios, el estado comenzó a vivir una baja considerable, en parte gracias a la vacunación. Al corte del 15 de septiembre un millón 365 mil 270 sinaloenses tienen su esquema completo de vacunación, es decir, más del 71 por ciento de la población proyectada.

Por otra parte, las camas de hospitalización comenzaron a dejar de ser tema de preocupación por parte de la autoridad. Durante julio pasado experimentaron cuadros en donde se superó la capacidad de los hospitales más grandes del estado.

Sin embargo, la única estadística que no termina por bajar su incidencia son los decesos. Después de la tercera ola, las víctimas del virus siguen acumulándose en una estadística que la autoridad optó por dosificar y no revelar el número preciso de muertes diarias en el estado.

Al corte, Sinaloa superó las 8 mil 350 muertes y se mantiene como una de las entidades federativas con mayor letalidad por el virus por cada 100 mil habitantes.

Bajar la cresta

Durante julio hubo más de 15 mil 200 contagios, cifra máxima para un solo mes durante la pandemia en Sinaloa. El promedio de casos diarios fue de 491 y de pacientes con el virus activo de más de 3 mil 200.

La cifra se volvió alarmante no solamente por lo alta sino por el antecedente. El mismo período pero de 2020 no significó ni una tercera parte de lo que julio de este 2021 nos dejó en contagios por el coronavirus.

Entre la variante Delta y el bajo índice de vacunación, los casos se multiplicaron exponencialmente. Y lo peor: las muertes que iba a dejar.

Para agosto la cifra comenzó a descender. Ese mes acumuló 10 mil 970 nuevos contagios y un promedio diario de 353 casos así como 2 mil 370 pacientes con el virus activo cada 24 horas.

La diferencia comenzó a marcarse una vez que adultos de los rangos de edad entre 30-39 y 40-49 años comenzaron a completar su esquema de vacunación. Entonces, el porcentaje en Sinaloa no alcanzaba más del 65 por ciento y al corte supera ligeramente el 71 por ciento.

Esta cifra coincide con la tendencia a la baja en nuevos contagios y pacientes con el virus activo. El número no pasa de 100 casos diarios en promedio y los activos menos de mil. Sin embargo, sigue siendo alto.

Si comparamos el promedio de contagios diarios los primeros 15 días de septiembre de este año con el mismo período de 2020 la diferencia es de casi 20 con 95 del año pasado contra 112 del actual.

Sin embargo aún con esa diferencia la expectativa en esta ocasión es que la tendencia sí se mantenga a la baja. En septiembre de 2020 la vacunación no era asequible todavía mientras que en este año el estado acumula más del 71 por ciento de personas con esquema completo.

El semáforo y las muertes

A partir de este lunes Sinaloa cambió al color verde en el semáforo epidemiológico. La historia ha sido exactamente igual a las ocasiones anteriores: eventos masivos en puerta. Primero el regreso a clases presenciales, luego el futbol de la Primera División (en Mazatlán) y en octubre próximo la Liga Mexicana del Pacífico. Pero la diferencia siguen siendo las vacunas, a eso le apuesta el estado.

“Indudablemente las acciones de prevención aunado a la gran herramienta de la vacunación de manera masiva en Sinaloa como ya es prácticamente el 86 por ciento de la población arriba de 18 años vacunada en Sinaloa al menos con una dosis y cerca del 70 por ciento con dos esquemas completo, ello permite precisamente estos buenos resultados”, explicó Efrén Encintas, secretario de salud en Sinaloa.

“Pero no podemos bajar la guardia, nos genera mayor compromiso a todos para seguir cuidándonos y reitero una vez más que independientemente del color del semáforo que estemos, aún en verde, debemos cuidarnos como si estuviéramos en rojo, la pandemia sigue pero saldremos adelante, no bajemos la guardia y lo lograremos”, añadió.

Para determinar la estimación preliminar de riesgo epidemiológico la federación realiza cierta evaluación en indicadores como número de contagios, ocupación hospitalaria y mortalidad por COVID-19, entre otros.

En este último es donde Sinaloa no termina de bajar índices. Los muertos se siguen contando y lo peor de todo es que, en algunos casos, datan de hace cuatro meses.

Durante los primeros 15 días de septiembre la Secretaría de Salud ha registrado en plataforma 353 fallecimientos por el COVID-19 de los cuales 186 corresponden al mes de agosto, 28 a julio, 3 a mayo, 4 a abril y uno a marzo.
La estadística en ese lapso mantiene un promedio de 24 decesos diarios pero entre el 9 y el 12 de septiembre fue la fecha en que más rezagos acumularon la estadística.

Por ejemplo, el jueves 9 se reportaron 29 fallecimientos de los cuales 20 correspondieron a agosto, y casi el 100 por ciento ocurridos en Culiacán.

Y si bien el semáforo ya será color verde, entre el 1 de julio y el 15 de septiembre Sinaloa ha acumulado mil 878 muertes por el coronavirus de las 8 mil 337 reportadas por la Secretaría de Salud hasta ese día.

Artículo publicado el 19 de septiembre de 2021 en la edición 973 del semanario Ríodoce.