Tras irrumpir en un hotel del municipio de Matehuala a las dos de la madrugada del martes, sujetos armados secuestraron a un grupo de 38 migrantes mexicanos, haitianos y cubanos, entre hombres y mujeres. Horas después sus captores los liberaron sanos y salvos en dos puntos distintos.

Para esclarecer la presunta privación ilegal de la libertad de los migrantes, la Fiscalía General del Estado (FGE) de San Luis Potosí informó que inició las indagatorias, informó La Jornada.

Durante las primeras horas la Fiscalía recibió el reporte de que mujeres y hombres que estaban hospedados en el hotel Sol y Luna, en el municipio de Matehuala, fueron sacados a la fuerza por pistoleros durante el cambio de turno del hostal.

Según agentes de la Policía de Investigación, testigos señalaron que los secuestradores arribaron en tres camionetas e ingresaron de forma violenta al lugar; causaron daños en las habitaciones y se llevaron a 38 personas.

Las primeras indagatorias refieren que el grupo de secuestradores robó la bitácora de registro de huéspedes del hotel, por lo cual se desconocen los nombres de los plagiados y sus nacionalidades.

El fiscal Federico Garza Herrera declaró que envió elementos “para que se aboquen a la investigación y den con el paradero de los extranjeros privados de la libertad”.

Mencionó que los agentes de la fiscalía encontraron en las habitaciones identificaciones de algunas personas, pero en ese momento se desconocía el número exacto de víctimas.

Al mediodía, los agresores dejaron en libertad a 16 mexicanos. Más tarde, a las 18:30 horas, 22 cubanos y haitianos fueron abandonados por sus captores en la comunidad de Cerrito Blanco, en el municipio vecino de Doctor Arroyo. En el grupo iba una embarazada que fue llevada a un hospital de Matehuala.

La FGE indicó que se inició una operación con apoyo de la Guardia Nacional y la policía estatal para dar con los secuestradores.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha manifestado, en diversos informes especiales, recomendaciones y pronunciamientos, su preocupación por la vulnerabilidad que padecen los migrantes, tanto nacionales como extranjeros, particularmente aquellos que están en situación irregular.