Hartos de la ineficiencia del gobierno de Nubia Ramos Carbajal, usuarios de la red de agua potable “tronaron” contra la alcaldesa y sus subordinados, calificándolos de ineptos para los cargos, estos respondieron que los clientes son “mala pagas” de consumos y derrochadores del líquido, siendo esto la causa de desabasto.

Los primeros reaccionaron al mal servicio prestado. En Mochicahui, los usuarios bloquearon la semana anterior la carretera Los Mochis-El Fuerte, y en San Blas “tomaron” las oficinas de la potabilizadora. Otros clientes, como en Charay, salieron a la carretera en una protesta simbólica.

Los usuarios de la red de agua potable se dijeron estar hartos de la ineficiencia de Javier Soliz Gutiérrez, gerente de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de El Fuerte (Japaf) y de su protectora, la alcaldesa, Nubia Ramos Carbajal, quienes se la han llevado con pretextos y no han logrado solucionar el desabasto ni mejorar la calidad del agua que se produce para consumo humano.

Juan Soltero Sánchez, líder de izquierda y representante en el norte de Sinaloa de la Central Unitaria de Vivienda aseguró que el mal servicio del agua potable continúa en El Fuerte porque los usuarios no se unen en una protesta masiva, que es la única opción de presionar a un gobierno ineficaz para que solucione el problema.

En tanto que Solís Gutiérrez afirmó que el problema de desabasto impactó a la administración local, pero es producto de administraciones anteriores que no dieron el mantenimiento o no reinvirtieron en el mejoramiento de equipo; otros, acumularon deudas de operación que sumadas ya es de 12.8 millones de pesos, sólo en consumo de electricidad.

Esta administración y gerencia realizó convenidos de pago con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pero resultan insuficientes los ingresos de 124 pesos por consumo libre en la zona rural y de 80 pesos en el casco urbano para cubrir deuda y pagar el gasto corriente.

La situación empeora, porque el usuario urbano gasta dos veces lo que paga y el rural hasta tres veces más, pues en las comunidades usan el agua potable para regar huertos familiares y hasta los patios de sus domicilios.

Además, la morosidad va en aumento porque el actual alcalde electo arengó a los usuarios a declarar una moratoria si no hay buen servicio. “Ya tendrá su oportunidad de resolver el problema, y veremos cómo lo hace”.

El funcionario negó que sean por falta de capacidad los resultados del desabasto pues se han invertido más de 170 millones de pesos en 10 plantas potabilizadoras nuevas y la rehabilitación de tres más.

En tanto que la alcaldesa, Nubia Ramos Carbajal afirmó que heredó un problema de administraciones anteriores que fue incrementándose con el paso de los trienios. “Nosotros tenemos tres días sin agua y la población protesta; con Eleazar Rubio aguantaron tres meses y con Marco Vinicio Galaviz 78 días, y nadie pegó de gritos”, dijo.

De nuevo protestan por falta de agua

Este lunes, por segundo día consecutivo, habitantes de Capomos, al norte de El Fuerte, protestan en el palacio municipal porque el gobierno de la alcaldesa, Nubia Ramos Carbajal, la obliga a padecer sed al suspenderles el servicio de agua potable.

Los residentes se han apostado en la esquina izquierda del acceso principal del palacio municipal y colocado en el piso arreos vasijas tradicionales de almacenamiento de agua, extendido cartulinas y sostienen una lona con la que clausuraron simbólicamente al gobierno acusándolo de incompetente.

Gustavo Vega Flores y Claudia Martínez Pacheco, comisariado ejidal y residente de la comunidad, denunciaron que continuarán con la protesta hasta que la alcaldesa resuelva el desabasto de agua, ya sea abriendo las válvulas de paso que cerró en una actitud revanchista o incrementando los viajes de pipas de agua.

Ambos aseguraron tener más de un mes sin abasto, o un suministro raquítico.

Este sábado, ellos protestaron en palacio y bloquearon la carretera Los Mochis-El Fuerte, pero fueron ignorados por los funcionarios.

Este lunes, el grupo regresó a la sede municipal.

Artículo publicado el 12 de septiembre de 2021 en la edición 972 del semanario Ríodoce.