El segundo juicio oral contra Juan Francisco “P” se difirió porque algunas de las personas que intervendrían padecen COVID-19.
El “Quillo” fue sentenciado a 32 años tres meses de prisión por el asesinato de Javier Valdez y esta semana enfrentaría otro juicio por el decomiso de un arsenal.
El juicio estaba programado para empezar el lunes pasado pero un agente del Ministerio Público y varios testigos están enfermos de COVID-19.
Ante la imposibilidad de celebrarlo no se abrió la audiencia de debate y el juicio fue diferido.
La nueva acusación es por los delitos de posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Las armas fueron aseguradas la madrugada del 5 de junio de 2017 en el motel Xtasis en Mazatlán.
El “Quillo” se encontraba en ese lugar peo cuando llegaron elementos policiales huyó en un taxi que había entrado al motel a dejar a otras personas.
En el sitio quedaron el Jetta blindado de el “Quillo” y una camioneta Ram en la que había un arsenal.