El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, acusó a Estados Unidos de buscar un estallido social.“Defendemos la paz y no la violencia. No alentamos una guerra civil, como han querido poner algunos en los titulares. Lo que tenemos es la voluntad, la convicción y el deber legítimo de defender la obra revolucionaria ante quienes intenten socavarla siguiendo un plan anexionista, de vandalismo, violencia y agresión, incluso incitando al asesinato de personas”.
El mandatario cubano recordó que en 2019, al recrudecerse el bloqueo estadunidense durante el gobierno del republicano Donald Trump, se explicó a la población que se ingresaría a un periodo de dificultades, y agradeció la solidaridad de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; Venezuela, Nicolás Maduro, y el líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, informó La Jornada.
En una comparecencia en cadena nacional, resaltó que durante más de año y medio no hubo apagones, con excepción de unos recientes provocados por averías de los sistemas de distribución, a lo que el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, añadió que en breve habrá una disminución de los cortes de electricidad.
Al respecto, Díaz-Canel relató: “en las últimas semanas se incrementó la campaña en redes sociales contra la revolución cubana, planteando un grupo de matrices alrededor de los problemas y carencias que estamos viviendo. Esa es la manera en que se monta, tratar de crear inconformidad e insatisfacción que llega a la protesta a partir de manipular las emociones y sentimientos en redes sociales de las problemáticas que tiene la población”.
El mandatario subrayó que el bloqueo los ha limitado para adquirir materias primas con las cuales producen medicamento, y reconoció que “es legítimo que tengamos insatisfacciones, pero también tenemos que ser capaces de visualizar y definir bien dónde nos quieren manipular y separar”.
Al rechazar también que su llamado a defender la revolución sea un llamado a la confrontación, agregó que observó a quienes participaron en las protestas, y dijo que “no todos son contrarrevolucionarios”.
¿“Qué tipo de gobierno quieren imponer?
“Quieren cambiar un sistema para imponer ¿qué tipo de gobierno en Cuba? ¿El de la privatización de los servicios públicos? ¿El que da más posibilidades para una mayoría rica y no para una minoría? ¿El que no tendría en cuenta los intereses y las necesidades de todos? el que no haría esfuerzos adicionales como los que tenemos que hacer”, preguntó.
“¿No es un discurso muy hipócrita y cínico que tú que me bloqueas, que llevas a cabo la política que viola los derechos humanos de todo un pueblo durante más de 60 años y la recrudezcas en medio de una situación tan compleja como la pandemia, te quieras presentar como el gran salvador? Levántame el bloqueo, levántame las 243 medidas (que impuso Trump) y vamos a ver cómo tocamos, vamos a ver de lo que es capaz de hacer este pueblo que ha hecho una inmensa obra social subordinada casi a una economía de guerra por cuenta de estas medidas.
“¿A qué le temen? Al ejemplo de Cuba, a lo que pueda hacer en otra situación de más posibilidades económicas ¿Por qué no pueden ser capaces de convivir civilizadamente en una relación con un país, aunque tengamos diferencias ideológicas, que no constituyen ninguna amenaza para Estados Unidos?”
Expuso: “ayer vimos delincuentes. Hay miles de maneras de modo pacífico en que los revolucionarios, los revolucionarios no conformes e insatisfechos, e incluso los no revolucionarios, se puedan manifestar. Pero el domingo la propuesta no era pacífica. Hubo vandalismo, se rompieron y tiraron piedras a tiendas de divisas, se robaron artículos. Apedrearon a fuerzas de la policía, destruyeron carros. Un comportamiento totalmente vulgar, indecente y delincuente”.
Continuó: “entonces, el famoso cambio de régimen. ¿A quién le molesta el supuesto régimen cubano? ¿A quién le molesta el sistema político cubano? ¿A quién? Al gobierno de los Estados Unidos. Por qué no ve las virtudes que tiene este sistema de gobierno en Cuba que es capaz de trabajar con y para todos, que tiene políticas públicas que tienen un impacto tremendo en educación, salud, deporte, cultura, seguridad y asistencia social, en la tranquilidad ciudadana que todos los embajadores y turistas pueden apreciar. ¿Por qué quieren ir en contra de eso?”
Al analizar el contexto en el que se produce este intento de desestabilización, Díaz-Canel comentó que “cuando comenzaron a correr determinadas tendencias en la prensa desde Estados Unidos, de que había una revisión de la política de la Casa Blanca hacia la isla, se provoca esta situación, buscando un pretexto insano, mentiroso, de que en Cuba no hay estabilidad, hay represión, de que no se respetan los derechos, para presionar a la actual administración en Washington a que no entre a un proceso de revisión”.
Calificó a la Organización de Estados Americanos de “uno de los instrumentos de esta política injerencista y ya comienza a jugar su papel en la guerra no convencional”, al reprochar que no haya rechazado el bloqueo estadunidense.
Fue vandalismo, no estallido social: Bruno Rodríguez
En su turno, el canciller Bruno Rodríguez aseveró que el domingo en Cuba “no hubo un estallido social, sino disturbios y desorden causados por una operación comunicacional que se prepara desde hace tiempo, a la cual se destinan recursos multimillonarios y plataformas tecnológicas con fondos del gobierno de Estados Unidos”.
El mandatario añadió: “cabría preguntarse si es cierto que necesitamos intervención humanitaria. La respuesta es bien clara: no. Cuba y el mundo lo que requieren es mucha solidaridad, que derogue el bloqueo y se retiren las 243 medidas adicionales. Al presidente que ha aconsejado o que ha invitado a que se escuche al pueblo cubano y se trabaje por eliminar sus problemas o penurias, en eso estamos enfocados todos los días. A ese presidente lo que hay que decirle es que escuche al mundo. Que escuche a los millones de personas que condenan el bloqueo, y al pueblo cubano, a los estadunidenses y a los cubanos residentes en Estados Unidos que también están en contra de ese bloqueo”.
La agencia Ap reportó que las principales arterias de La Habana amanecieron fuertemente custodiadas por la policía. En algunas se instalaron desde la noche del domingo brigadas especiales. Las agencias de prensa internacionales reportaron que Internet móvil fue suspendido, el servicio de datos era intermitente y, salvo Twitter, dejaron de funcionar las redes sociales.