El personal de Contraloría Social cesado por “Billy Chapman” retornará a sus puestos
En lo que tope la elección de alcalde y cabildo, la síndica procuradora, Angelina Valenzuela Benites retomó este lunes su cargo y con ella los siete empleados que el alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman Moreno ordenó despedir en una purga inmediata a la aprobación de la separación temporal de la funcionaria, en febrero de este año.
Ella no llegará tranquila, pues justo al momento de reintegrarse, el Órgano Interno de Control (OIC) inició dos procedimientos administrativos en contra de Valenzuela Benites por supuestas faltas a la “transparencia”.
La funcionaria con licencia calificó los casos como “cacería de brujas” y asuntos “inventados” porque en el catálogo de infracciones no existen, además de que fueron iniciados en ausencia. Sin embargo, conforme a su derecho a ser escuchada y vencida en un juicio, responderá a cada caso.
Los asuntos nacen en la víspera en que el Instituto Nacional Electoral (INE) retiraba el derecho a ser elegibles a Manuel Guillermo Chapman Moreno y a Ana Elizabeth Ayala Armenta, ex tesorera, aunque después un tribunal de alzada electoral se los reintegraba.
Pavel Roberto Castro Félix, director del OIC, no dio la cara a reporteros para dar pormenores del asunto, y a través de una recepcionista se disculpó por estar “en una reunión de trabajo”, pero ofreció que llamaría para responder a la entrevista solicitada. Una semana después, la palabra de Castro no se ha cumplido.
La síndica procuradora suplente sustituta, Jehovana Ariselda Martínez Armenta, tampoco fue encontrada en sus oficinas, en tres visitadas realizadas. La recepcionista disculpó la ausencia afirmando que tenía múltiples actos por atender, aunque ninguno estaba agendado. Ofreció, al igual que Castro, llamar para la entrevista, pero no lo hizo una semana después.
En tanto que Valenzuela Benites precisó: “Yo tenía un permiso de ausencia sin goce de sueldo que vence este lunes (7 de junio), y retomaré mi lugar para el que fui electa en el 2018. No se debe de correr ningún trámite, excepto la entrega-recepción”, afirmó este fin de semana la síndica procuradora con licencia.
Dijo que en su retorno al cargo conferido por elección, el cabildo no debe obstaculizarlo ni emitir ninguna opinión ni juicio, mucho menos pasar por ellos; el trámite de reinstalación es sencillo y sólo basta con que la interesada se presente, dijo.
La suplente sustituta Jehovana Ariselda Martínez Armenta, deberá de dejar la responsabilidad conferida el 16 de febrero (2021) por el Congreso de Sinaloa tras que la suplente, Marivel Páez Ruiz, dimitiera por asuntos personales al cargo el 4 de febrero.
Valenzuela Benites afirmó que el día de su retorno, también regresará el personal de la Contraloría Social que depende de ella pues lo considera un grupo ya experimentado en el quehacer cotidiano de organizar a la sociedad para que inspeccione toda la obra pública, detecte errores, vicios ocultos y pretendido engaño. “Imagínate, preparar a otros empleados, se nos va la administración. Ellos ya tienen experiencia y son eficientes. Tan lo son que han ganado dos premios estatales y pasaron a una final nacional de Contraloría Social; además hay otro concurso en puerta, en donde ellos podrían romper su propia racha de dos primeros lugares en par de pruebas”.
Todos los trabajadores que directamente dependían de Valenzuela Benites fueron despedidos por el patrón, el Ayuntamiento de Ahome. La suplente sustituta les dio un trato déspota, humillante, sin dignarse a hablarles en cuanto tomo el asiento ajeno. Tras una andanada de críticas, Martínez Armenta negó haber operado el despido masivo.
Incluso, los trabajadores fueron hostigados para que aceptaran una indemnización inferior a la reglamentaria, y la forzaron demandando despido injustificado. Pese a la aversión del alcalde, Chapman Moreno al equipo de contraloría social, estos regresarán al puesto para concluir el trienio, dado el exitoso resultado.
Estos han metido en serios aprietos a los contratistas favoritos de Chapman Moreno pues enseñaron a los ciudadanos a cómo detectar los vicios ocultos en la obra pública municipal. Así, encontraron costos inflados, materiales de mala calidad, reciclados y vendidos como nuevos, entre otras anomalías. Las inspecciones ciudadanas fueron tan satanizadas por el alcalde que comenzó a bloquear las salidas de los contralores limitando combustible, vehículos y gastos generales.
Pese a la adversidad, ellos sacaron el trabajo. Y este lunes reiniciarán una jornada más, cuando Angelina Valenzuela Benites se reintegre a sus funciones.
Artículo publicado el 06 de junio de 2021 en la edición 958 del semanario Ríodoce.