La imagen de un grupo de médicos que atienden la primera línea de pacientes COVID-19 en un hospital de Mazatlán, mientras observan muy cerca los fuegos artificiales que anuncian el inicio de la Serie del Caribe en el estadio Teodoro Mariscal, y que aglomeró a cientos de aficionados ayer domingo, ha generado decenas de reacciones en redes sociales.
En el video de apenas 13 segundos, se observa como del lado de la ventana del cuarto piso del IMSS Mazatlán, el ‘seguro nuevo’, como se conoce, el personal protegido de pies a cabeza para evitar contagiarse, capta el espectáculo que desde casi toda la ciudad se observa.
El IMSS y el estadio Teodoro Mariscal se ubican en el mismo sector, a menos de un kilómetros de distancia, imposible no ver que desde la línea de atención a los pacientes, hay otros miles de personas concentradas disfrutando del evento que fue presidido por el gobernador Quirino Ordaz Coppel y el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres.
El choque de opiniones entre una situación y otra no se ha hecho esperar, mientras unos condenan a las autoridades por aferrarse a la realización del evento en plena emergencia sanitaria, otros responsabilizan a los asistentes por la libertad de decisión que tienen de acudir o no. Y en medio, médicos y enfermeras.
Sinaloa se encuentra en semáforo epidemiológico naranja, y Mazatlán junto con Ahome, Culiacán y Guasave es de los municipios con los mayores casos y decesos por COVID-19.
Según datos publicados por la Secretaría de Salud federal, el IMSS número 3 de Mazatlán se encuentra al 33 por ciento de ocupación en camas de hospitalización general, y al 53 por ciento en camas con ventilador.
En camas de cuidados intensivos, se reportan al 50 por ciento.
