Nunca Salud ha sabido cuántos contagios hay ni dónde en Sinaloa

Nunca Salud ha sabido cuántos contagios hay ni dónde en Sinaloa

Seguir la cadena de contagios por Covid-19 es como buscar una aguja en un pajar. La trazabilidad se vuelve un reto mayúsculo y las explicaciones sobran. El proceso en un inicio es planteado de manera simple, sin embargo este tiene factores de error como la veracidad de la información, el error humano y la captura de datos.

En Sinaloa, la Secretaría de Innovación a cargo de José de Jesús Gálvez Cázares batalla con el tema. Llamadas de seguimiento, la estadística y la localización de posibles brotes comunitarios son el pan de cada día y la tarea en un estado con un promedio de más de mil 200 casos sospechosos a diario lo ponen cuesta arriba.

A la fecha se ha brindado atención a poco más de 38 mil pacientes pero en contraste el estado cuenta con más de 17 mil 200 casos de Covid-19 entre el 28 de febrero y el 10 de septiembre. La explicación de Gálvez es que esto se debe a que la atención debe darse al paciente aunque termine por no ser paciente “Covid”.

“Al final recibimos llamadas de todo el estado donde las personas lo primero que hacen es que hablan porque tienen sospecha de que son positivos o que tienen síntomas, y les hacemos el famoso TRIAGE de salud, ahí todo lo que parece Covid lo marcamos como sospechoso”, explica el funcionario.

La fluctuación de casos sospechosos en Sinaloa ha variado durante los meses de junio y julio con promedios que varían entre los mil 400 y mil 600, sin embargo en agosto logró bajarlo a alrededor de mil casos y septiembre hasta la fecha maneja una cifra similar.

También la de casos activos. Entre junio y julio el promedio osciló entre los 900 y los mil 200 pacientes mientras que agosto y lo que va de septiembre manejan un promedio entre 700 y 720.

Pero la cifra puede ser puesta en tela de juicio. El ejemplo lo expone Brenda. Ella fue a mediados de agosto sospechosa de Covid-19 y sus padres casos positivos.

“En realidad todo comenzó cuando mi mamá dio positivo. Yo saqué una cita para hacerme una prueba en Salud Digna, dije bueno, soy sospechosa y lo que hice fue llamar al ‘Call Center’, no batallé para que me contestaran”, explica.

El problema inició en la fase de seguimiento. Ahí, luego de que un médico te atiende, este te da seguimiento con llamadas diarias hasta que viene el alta médica y según Gálvez Cázares el proceso se prolonga hasta que el paciente es dado de alta. Aunque el caso de Brenda no fue así.

Después de su llamado al “Call Center” Brenda fue registrada. Le hicieron el cuestionario y el TRIAGE de salud, cuantas personas viven con ella, su nombre completo, número de teléfono y otros datos hasta que le dan un número de folio. “Pero nunca me pidieron el nombre de mi mamá”, explica Brenda.

Ella acudió por sus propios medios a realizarse una prueba. La pagó a la empresa Salud Digna y tres días más tarde de estudio le dan el resultado como negativo. En ese momento intentó de nuevo ponerse en contacto con el “Call Center”.

“Llamé para que me eliminaran”, explica. “Pregunto, doy mi número de folio y les aviso de mi prueba de ‘Covid’ que soy negativo y me dijeron que estaba bien. Les di el número de folio que viene en el ticket, y mi caso estaba como negativo totalmente. Colgué. Mi mamá ya se estaba recuperando, le quedaban prácticamente las secuelas. No estoy segura de cuántos días pasaron pero fueron entre 10 y 15 días en que recibo una llamada, preguntan por mí. Era del ‘Call Center’ porque tenían registrado que tuve contacto con una persona positiva”.

La explicación dada por el secretario José de Jesús Gálvez al caso expuesto es que esto se debe a que ellos deben atender los casos sospechosos por diferentes frentes. Nunca estar seguros. Aun y cuando estos datos alimentan una estadística que desde el inicio ha sido puesta en tela de juicio.

“Al final lo que pasa es que la cadena de contagio la hacemos por todos lados, 360 grados, si tú reportas a alguien positivo, por ejemplo su papá o su mamá, ella dio el teléfono de su hija y ahí salió la cadena al revés… porque por todos lados le buscamos para contener la pandemia”, señala.

Esto llevó al grado en que en el estado el mapa de trazabilidad se pintó de rojo. A la fecha la Secretaría de Innovación ha detectado casi 53 mil cadenas de contagio en el estado distribuidas en 24 mil 870 redes de contagio como parte de la contención del contagio.

En Culiacán se complica esa ecuación. Con sus más de 900 mil habitantes es en la colonia Las Quintas en Culiacán donde por mucho es el sitio que más casos ha reportado, tanto de sospechosos como de confirmados por Covid-19.

A la semana 36 de la pandemia el sector han registrado 432 casos confirmados de los que 14 permanecen como pacientes activos además de 530 pacientes sospechosos. Al sur de la capital también existen un par de colonias con altos índices en Infonavit Barrancos y Alturas del Sur con 59 y 56 casos de Covid-19 de manera respectiva.

Pero la cifra no es 100 por ciento confiable. Es nada más una estadística. La metodología telefónica tiene algunas lagunas como la que expuso Brenda y su familia.

Tampoco lo es la que brinda la Secretaría de Salud a través del informe Covid-19 reportado de manera diaria. Un día en Culiacán se reportan seis nuevos pacientes cuando el promedio de la capital ha sido superior a los 50 casos desde mayo mismo llegando a tener días de más de 70 y algunos otros de más de 100.

Entre rezagos y errores humanos, los números que revelan las autoridades en el estado sobre pacientes, sospechosos y decesos son meramente estadísticos en una pandemia que ha dejado más de 3 mil decesos y 17 mil pacientes… o más.

Artículo publicado el 13 de septiembre de 2020 en la edición 920 del semanario Ríodoce.

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